Exigencias rurales en tiempos electorales

Cristina Secades Cícero, María Dolores Monge y Ana Acevedo reclaman a los políticos "que pisen más el campo y escuchen a quien vive en él"

Por la izquierda, Cristina Secades Cícero, en su plantación de minikiwis en Los Bayos; María Dolores Monge, con sus setas shiitake en Belmonte de Miranda; y Ana Acevedo, en su plantación de faba asturiana en Coaña. | Fotos LNE / C. S. / D. M.

Por la izquierda, Cristina Secades Cícero, en su plantación de minikiwis en Los Bayos; María Dolores Monge, con sus setas shiitake en Belmonte de Miranda; y Ana Acevedo, en su plantación de faba asturiana en Coaña. | Fotos LNE / C. S. / D. M.

Cristina Secades Cícero, al frente de su empresa de minikiwis, Kiwin Bio, en Los Bayos, donde también tiene plantados manzanos de sidra; María Dolores Monge, dedicada a la producción de setas shiitake, Shiit-Astur, en Belmonte de Miranda, y Ana Acevedo, con su producción de faba asturiana IGP La Estela, en Coaña, tienen varias cosas en común. Las tres han emprendido en el sector primario. Y las tres han sido reconocidas en los últimos años con el premio nacional "TalentA", que otorgan conjuntamente la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de España y la compañía Corteva Agriscience, esta última una compañía agrícola multinacional con sede en Tamón (Carreño), siendo este un galardón al que suelen presentarse una media de entre 80 y 100 emprendedoras rurales de toda España.

Cristina obtuvo el primer premio este año, mientras que en el caso de Ana Acevedo y María Dolores Monge fueron segundas en 2020 y 2021, respectivamente. Para las tres supuso, entre otros aspectos, un importante espaldarazo para darse a conocer y promocionarse a nivel regional y nacional.

Tanto Dolores Monge como Cristina Secades Cícero recuerdan unos comienzos que no fueron fáciles. "Empezamos con la pandemia y teníamos mucha incertidumbre, pero también con mucha ilusión y mucho esfuerzo", dice Monge, quien añade que contaron con ayuda Leader.

Exigencias rurales en tiempos electorales

Minikiwis, en las manos de Cristina Secades. / Ana Paz Paredes

Por su parte, Ana Acevedo habla de un arranque que no fue partiendo de cero, sino, en su caso, fruto de "una transición dulce de una explotación tradicional familiar a una explotación familiar moderna". En este paso "contamos también para ello con ayudas Leader", dice.

Cuando echa la vista atrás, a Cristina Secades Cícero, graduada en Ingeniería Forestal, le vienen imágenes de unos tiempos "duros, porque no tuve ayudas económicas, y eso me obligaba a compatibilizar con otro trabajo; pero con la ayuda de mis padres, vecinos y amigos que me apoyaron, fui capaz de seguir con ello". Cuenta que está a favor de las ayudas Leader, pero "sigo preguntándome por qué en el mapa Reader sigue habiendo zonas blancas, excluidas de las ayudas. No creo que tenga sentido dejar fuera a zonas periurbanas".

Exigencias rurales en tiempos electorales

Setas shiitake, en las manos de Dolores Monge. / Ana Paz Paredes

Si en algo están de acuerdo las tres emprendedoras es en lo que ven como necesidades a cubrir para quienes viven en el campo. "Necesitamos tener las necesidades básicas cubiertas. Necesitamos transporte, pediatras, internet, escuelas para arraigar la familia y permanecer en el campo; todo eso son necesidades básicas", explica Monge, a lo que Cristina Secades apostilla: "Está muy bien irse a vivir a un pueblo, pero ¿los colegios, los centros sanitarios, el transporte? Yo creo que, además, se requieren medidas urgentes contra la contaminación atmosférica y de prevención de incendios. Gestión forestal y aprovechamiento sostenible de recursos, integrando la ganadería y la agricultura ecológica como aliados frente al cambio climático". Ana Acevedo añade más matices, como que "en general sufrimos una carga burocrática excesiva, unas infraestructuras deficitarias y legislaciones, en algunos casos, alejadas de la realidad del mundo rural. Y, en particular, en agricultura falta una estructura comercializadora".

Sobre el futuro del campo asturiano, las tres van en la misma dirección. "Aunque intento ser positiva, al campo lo veo cada vez con más dificultades. Entre el cambio climático y las leyes absurdas hacia los ganaderos, al mundo rural se le está poniendo cada vez más difícil", señala Monge. Acevedo resalta la tendencia al abandono de las explotaciones por falta de relevo generacional, y Cristina afirma que "con el conflicto que veo entre diferentes administraciones, normativas y desvinculación con la realidad, lo veo negro. No sé dónde va a quedar nuestro paraíso natural".

Las tres creen que los políticos deben escuchar más a quien habita el campo e, inclusive, los invitan a pasar unos días de inmersión "viviendo" la realidad rural.

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Fabas IGP de Asturias, en las manos de Ana Acevedo. / Ana Paz Paredes

Así, María Dolores Monge les pediría "que las normas se hicieran desde el campo. Necesitamos, por ejemplo, que después de una subvención no salga luego una ley que nos diga que todo lo invertido no sirve para nada; necesitamos leyes que nos dejen crecer y quedarnos a los que seguimos apostando por el mundo rural". Igual habla Ana Acevedo: "A los políticos les demando que conozcan las necesidades reales y los problemas de aquellos que trabajamos en el medio rural; que visiten las explotaciones y vean de primera mano las dificultades que tenemos. De esta forma es más sencillo plantear soluciones".

Más rotunda aún es Cristina Secades Cícero: "Yo les pido un imposible: anteponer realmente el bienestar, a los intereses económicos. Que haya acuerdo entre las propias administraciones y sentido común para convivir en el medio natural. Que pasen unos días con la gente del campo y que vivan la experiencia en sus propias carnes, sin que se la cuenten".

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