El testimonio de nueve estudiantes que harán la EBAU el martes: "Aunque el modelo covid de examen es un alivio, la selectividad siempre da miedo"

Un total de 4.769 bachilleres, 362 más que el año pasado, harán la prueba de acceso a la universidad en 16 sedes repartidas por toda Asturias la próxima semana

Naira Cámara, Lía Suárez, Samuel Brión, Alberto González e Isabel García-Vigón

Naira Cámara, Lía Suárez, Samuel Brión, Alberto González e Isabel García-Vigón

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

Un total de 4.769 bachilleres, 362 más que el año pasado, se examinarán a partir del próximo martes de la EBAU en dieciséis sedes repartidas por toda Asturias. Serán los últimos jóvenes que harán la prueba de acceso a la universidad tal y como la conocíamos hasta ahora, y serán los últimos también que harán el modelo fácil de examen, con más preguntas a elegir, implantado en 2020 a raíz de la pandemia. A partir del año que viene, se caminará hacia una nueva selectividad, más competencial y menos memorística, que deberá estar totalmente instaurada en 2028. O ese al menos era el plan del Ministerio de Educación hasta el anuncio de este lunes de Pedro Sánchez de adelantar las elecciones generales. El departamento de Pilar Alegría paralizó ayer la aprobación del borrador del real decreto que regulará la nueva EBAU a la espera del nuevo Gobierno. 

Aunque consideran el modelo covid de examen un "alivio" y una "ventaja", al poder eliminar temario, los cerca de 4.800 asturianos de la EBAU de este mes afrontan la prueba con tensión y nervios. "La EBAU siempre da miedo", afirman. Porque está en juego el futuro. La selectividad empezará para todos ellos, y como viene siendo habitual, con el examen de Lenguas Castellana y Literatura el martes a las 15.30 horas. Las pruebas se llevarán a cabo en Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres, Langreo, Ribadesella, Cangas del Narcea, Luarca y Tapia de Casariego. Tres estudiantes realizarán el examen en las aulas universitarias del HUCA. 

Naira Cámara Chica, alumna de 17 años del IES La Magdalena de Avilés, está en el sprint final de estudio. Dedica a preparar la EBAU unas 12 horas al día. "Voy alternando las asignaturas, aunque me centro más en Matemática y Física, que son las que más me cuentan", explica. Quiere estudiar Física y parte de una media en el Bachillerato excelente: un 9,6. "Las notas de corte subieron mucho a raíz de la pandemia, pero como nosotros vamos a poder hacer el mismo tipo de examen, estamos en condiciones de sacar las mismas notas o incluso mejores", reflexiona. A Cámara le "tranquiliza" que se haya mantenido este año el esquema covid de la prueba, aunque confiesa que "la EBAU siempre da miedo". 

Alberto González Sánchez, de 17 años y alumno del Colegio Corazón María de Jesús (Codema) de Gijón, dice que desde principio de curso sus profesores han intentado quitarle presión con la EBAU. "Nos insisten: ‘No es para tanto, no es para tanto’", cuenta. Pero la tensión ahí está, aunque en su caso no necesita una nota especialmente alta: estudiará el doble grado de Derecho y ADE. El gijonés ve con "alivio" el modelo fácil de examen, aunque reconoce que a su generación el covid no les afectó "tanto" para preparar la EBAU: "Estábamos en 3º de la ESO...". En cualquier caso, supone "una ventaja", que permite desechar bloques del temario que "no entran ni para atrás". "En Historia, por ejemplo, puedes sacar un diez habiendo estudiado la mitad de los bloques. Yo eso ni loco, porque soy bastante inseguro, pero sí que descarté tres bloques", comenta.  

Isabel García-Vigón Suárez, de 18 años y alumna del colegio Santa Teresa de Jesús de Oviedo, aspira a entrar en la segunda carrera con más nota de corte en la Universidad de Oviedo: el doble grado de Física y Matemáticas. "Son unos estudios que están teniendo mucho tirón y, tras investigar en profundidad, considero que es una opción muy interesante que ofrece un gran abanico de oportunidades", afirma. A García-Vigón le preocupa el incremento de las notas de corte, que "implican una mayor competencia". No obstante, lleva la EBAU "relativamente bien".

 "Naturalmente, estoy nerviosa; es una prueba exigente que va a tener un impacto importante en nuestro futuro académico. Sin embargo, también sé que todo esfuerzo tiene su recompensa y confío en que mi estudio y dedicación se vean reflejados en los resultados", comenta. La ovetense reconoce que el hecho de que el examen ahora ofrezca tanta optativa da un plus de "tranquilidad y seguridad". "Si alguna pregunta se me complica, puedo optar por otras que me resulten más asequibles. Aunque tampoco podemos relajarnos", apunta García-Vigón, que cree "necesario considerar los desafíos que la pandemia presentó para todos los estudiantes". 

Aitana García Álvarez, de 17 años y del IES La Ería de Oviedo, es de la opinión que el modelo covid de examen "debería haber acabado en 2021 o como mucho en 2022". Pero, agrega, "ahora mismo, llegado el momento de la verdad, es un alivio que se haya mantenido hasta este año". "Que se puedan elegir preguntas nos da un respiro y una seguridad en exámenes como el de Lengua o Matemáticas, en los que puedes optar por aquello que te ha resultado mejor durante el curso. En Historia también puedes quitarte de encima bastante teoría", expresa. García lleva "bastante bien" la prueba, aunque de vez en cuando entra en "pánico": "Son muchas materias con muchos contenidos". La ovetense combina el estudio por las mañanas en el instituto con unas seis o siete horas más de tarde en casa. Está "cien por cien convencida" de que se quiere dedicar a los niños, así que se esforzará por entrar en Educación Infantil. 

Lía Suárez Santamarina, de 17 años y del colegio La Inmaculada de Gijón, se debate entre estudiar Fisioterapia o Biotecnología. Todo dependerá, claro está, de la EBAU. "Lo estoy intentando llevar con la mayor calma posible, ya que si voy menos agobiada confío en que me salga mejor", dice. La gijonesa sostiene también que poder descartar preguntas es una "ayuda": "Así puedes centrarte en las preguntas que mejor sabes y sacar la mejor nota posible". "Es cierto que a nosotros la pandemia no nos afectó tanto como a las generaciones anteriores, pero ya que es el último examen con esta EBAU, no veo mal que se haga para cerrar esta etapa", comenta. 

Samuel Brión Pintos, de 17 años y del IES Jovellanos de Gijón, de momento va "tranquilo". "Lo único que me asusta es quedarme en blanco, ero da mucha tranquilidad el hecho de que podamos descartar preguntas", asegura. Aunque le beneficia, Brión no ve justo que el modelo covid se haya mantenido: "La pandemia nos pilló en 3º de la ESO, por lo tanto no nos afectó para estudiar el Bachillerato". Su sueño era entrar en Traducción e Interpretación en Salamanca, pero "por temas económicos" no podrá y se matriculará en Lenguas Modernas en Oviedo. 

Adriana Díez Mariño, de 18 años y del IES Astures de Lugones, está "nerviosa", porque es todo un curso de preparación para un examen, el más importante de su vida. "Da tranquilidad que podamos escoger entre las preguntas, yo intento descartar lo menos posible del temario, pero algo así que he dejado. Meterte todo en tan poco tiempo y llevarlo bien es imposible", señala a la vez que cree que el modelo educativo es mejorable. "Algunas asignaturas solo consisten en memorizar y vomitar", afirma. Está dedicando a la EBAU "todas las horas que puede" y aspira entrar en Psicología. 

Jimena Gómez Fernández, de 17 años y del IES Doctor Fleming de Oviedo, va también a por Psicología. "Estoy algo nerviosa, porque necesito una nota de corte alta. No obstante, me lo intento tomar como si fuese un examen más", dice. Como estudiante "agradece" e incluso ve como "un regalo" que tengan el modelo covid de examen, pero como "persona que quiere la mejor formación para los jóvenes", no. Reconoce que el sistema educativo "pierde", porque "no todo el mundo estudia todo".  

Clara Monteserín García, de 17 años y del IES Carmen y Severo Ochoa de Luarca, asegura que la EBAU "es algo que nos tiene preocupados a la mayoría". "A mí personalmente me pone muy nerviosa el hecho de que es mucho temario y tenemos poco tiempo", desarrolla. Sin embargo, el modelo de examen tipo covid "ayuda": "Tenemos la posibilidad de elegir lo que mejor se nos de en todas las asignaturas y se nos permite descartar partes del temario que no nos gusta o no se nos da bien". Viendo que el próximo año habrá una nueva selectividad, Monteserín ve con buenos ojos que la flexibilidad que se se introdujo con la pandemia se mantenga hasta ahora: "Sería injusto que solo nos lo hubiesen cambiado a nosotros". A esta alumna valdesana le gustaría estudiar Enfermería, "si es en casa (en Asturias) mejor", y para ello se está esforzando al máximo. Va todos los días a clase de preparación al instituto y por las tardes estudia en la biblioteca y en casa. "En solitario y contando la horas de biblioteca, echo unas 7 u 8 horas diarias", remata.

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