El HUCA comienza a dar radioterapia a tumores de piernas y brazos en medio de la cirugía

El hospital ovetense opera unos 140 sarcomas al año | "Aplicamos una radiación más intensa y con mínimos daños", destaca Alejandro Braña

En un quirófano del HUCA, de izquierda a derecha: Alejandro Braña, cirujano; Raquel García Pelaz, anestesista; María José Jiménez, enfermera; Javier Gosálbez, cirujano; y Cristina Menéndez, enfermera.

En un quirófano del HUCA, de izquierda a derecha: Alejandro Braña, cirujano; Raquel García Pelaz, anestesista; María José Jiménez, enfermera; Javier Gosálbez, cirujano; y Cristina Menéndez, enfermera. / Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Ya no es primero cirugía y más tarde radioterapia, ni viceversa, sino ambas a la vez. En el propio quirófano, en medio de la intervención y con la zona cancerosa perfectamente visible, se aplica una dosis de radiación muy potente y perfectamente dirigida a los tejidos tumorales. Esta combinación de terapias, que en los últimos años ha ido incorporándose a diversos tipos de cirugía tumoral, acaba de ponerse en marcha en las operaciones de sarcomas de partes blandas que casi todos los jueves del año se realizan en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Tubo aplicador de radioterapia en la pierna de un paciente con un tumor.

Tubo aplicador de radioterapia en la pierna de un paciente con un tumor. / Pablo Álvarez

El complejo sanitario ovetense ya ha realizado, con resultados satisfactorios, tres procedimientos, el último de ellos el pasado jueves. "Con esta estrategia conseguimos una intensidad importante de radiación en la zona de riesgo, pero tan precisamente localizada que se evita el daño a los tejidos sanos que rodean la tumoración", subraya Alejandro Braña, jefe del servicio de Traumatología del HUCA, quien resume las ventajas de esta combinación con un lema breve y directo: "Máxima eficacia y mínimo daño".

Los denominados sarcomas de partes blandas son una amplia variedad de tumores malignos que pueden localizarse en casi cualquier parte del cuerpo. En apariencia, no pueden diferenciarse de muy diversos tipos de bultos que no pasan de ser tumoraciones benignas fáciles de resolver. Lo más frecuente es que los sarcomas aparezcan en las extremidades y que evolucionen de manera muy agresiva. Como en cualquier otra patología tumoral, el diagnóstico precoz y un rápido tratamiento elevan la tasa de curación, en este caso hasta un 70 por ciento.

El HUCA tiene una larga tradición de excelencia en el tratamiento de todo tipo de tumores del aparato locomotor y, muy específicamente, en sarcomas de partes blandas. Desde hace casi cuatro décadas, el doctor Braña dirige en el hospital ovetense un equipo multidisciplinar que se encarga de coordinar el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de todos los pacientes atendidos por sarcomas. "Operamos cada año entre 125 y 140 pacientes, una cifra muy elevada en comparación con las de otros hospitales", subraya. De ellos, dos o tres son niños.

Germán Juan, jefe del servicio de radioterapia; Ana Alonso, jefa de sección de radioterapia; Alejandro Braña, cirujano, jefe del servicio de traumatología; y Silvia Fernández, radiofísica.

Germán Juan, jefe del servicio de Oncología Radioterápica; Ana Alonso, jefa de sección de Radioterapia; Alejandro Braña, cirujano y jefe del servicio de Traumatología; y Silvia Fernández, radiofísica.

Organización avanzada

A día de hoy, el tratamiento más eficaz en la mayor parte de estos tumores es la combinación de cirugía –para conseguir una extirpación amplia del tumor– y radioterapia, generalmente aplicada una vez concluido el proceso de cicatrización de la herida quirúrgica.

El nuevo protocolo, posibilitado por los progresos tecnológicos de la radioterapia, permite simultanear ambas terapéuticas en casos seleccionados por su agresividad local. "Lo que buscamos es eliminar el tumor, evitar que se reproduzca y conservar la extremidad con la mejor calidad funcional posible", indica el doctor Germán Juan Rijo, jefe del área de Oncología Radioterápica.

La realización de radioterapia intraoperatoria (RIO) requiere un modelo organizativo complejo, en el que se incluyen no sólo una infraestructura tecnológica avanzada, sino también muchos profesionales sanitarios trabajando coordinadamente: cirujanos, anestesistas, radioterapeutas, radiofísicos, enfermería quirúrgica... "La aplicación de la RIO supone un salto cualitativo muy importante en la calidad asistencial que tan acreditada tiene el HUCA en patología oncológica", enfatiza Alejandro Braña, quien agrega, con carácter preventivo, que "cualquier bulto que se note, de consistencia firme y que, aunque no duela ni apenas moleste, vaya aumentando de tamaño, debe ser consultado con el médico".

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