Ence Navia aporta soluciones para un mundo más sostenible

La biofábrica asturiana de la compañía, autosuficiente gracias a la energía renovable con biomasa que genera, suministra celulosa especial como alternativa al uso de plásticos en multitud de aplicaciones

Biofábrica de Ence en Navia.

Biofábrica de Ence en Navia. / Cedida a LNE

Elena Casero

Cada año se producen en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico, de las que la mitad son concebidas para utilizar una sola vez. Menos del 10 por ciento de este plástico se recicla, y más de 20 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Son datos que ofrece la ONU, y que justifican que en este Día Mundial del Medio Ambiente que hoy se conmemora la preocupación se centre en la contaminación por plásticos. Sin embargo, existen soluciones para revertir esta situación, y una de ellas es la celulosa.

Procedentes de fuentes naturales y renovables, como la madera, las fibras de celulosa destacan por su versatilidad y su capacidad de adaptación a múltiples condiciones, siendo capaces de sustituir a las fibras sintéticas en una amplia variedad de productos cotidianos. Además, la celulosa es biodegradable, reciclable y compostable, por lo que su papel ya es protagonista en la transición hacia un mundo sin contaminación por plásticos.

Asturias está presente en esta transición, a través de la celulosa que Ence suministra desde su biofábrica de Navia. La compañía, plenamente alineada con los postulados de la bioeconomía circular, elabora productos de celulosa especiales, dentro de la línea “Ence Advanced”. Esta pasta de papel, por sus características diferenciadas, como una mayor o menor porosidad o fuerza de tracción, permite adaptar su uso a una gran cantidad de aplicaciones, permitiendo que muchos de los productos que tradicionalmente se elaboraban a base de plástico tengan una nueva composición a base de fibras de celulosa. Es el caso, por ejemplo, de bolsas, embalajes flexibles o bandejas para alimentación.

Como ejemplos de estos productos especiales se puede mencionar Naturcell, que es la primera pasta de mercado en obtener la declaración ambiental de producto certificada por Environdec. Se trata de celulosa no blanqueada, con una menor huella de carbono, un mejor aprovechamiento de la energía y la reducción del consumo de agua en su producción. O Powercell, una celulosa de fibra corta de gran resistencia, que puede sustituir en diversas aplicaciones a celulosa de fibra larga, que tiene una mayor necesidad de recursos.

Además, el proceso circular de producción de la celulosa permite aprovechar de manera eficiente los recursos. Una visión que se aplica en toda la cadena de valor, desde el monte, de donde se obtiene la madera, hasta el producto final que llega al consumidor. De hecho, en las plantaciones forestales, donde tiene inicio todo el proceso, el impulso de una gestión forestal sostenible y certificada garantiza el desarrollo de valores sociales y ambientales. Ence, como principal gestor forestal de España, impulsa este modelo de gestión, tanto en las masas propias como en el resto de propietarios.

Por otro lado, cabe destacar que la biofábrica de Navia es autosuficiente energéticamente, dado que es capaz de aprovechar el calor excedentario del proceso para generar energía eléctrica. Lo es a través de la valorización de la lignina, material natural presente en la madera, y de la biomasa, conformada por restos de ramas o corteza. Este proceso de generación convierte a las instalaciones de Ence Navia en una fuente de energía renovable, que exporta a la red, con lo que a su vez contribuye a la descarbonización de todo el sistema eléctrico.

El compromiso de Ence con el cuidado del medio ambiente queda patente, igualmente, en el impulso de la innovación y la mejora continua. Así, en la biofábrica de Navia se aplican las mejores técnicas disponibles para garantizar la excelencia ambiental. Tal es así que la planta ha sido reconocida con el certificado ambiental Nordic Swan, y su celulosa, con la etiqueta Ecolabel de la Unión Europea. Es merecedora, igualmente, del certificado Residuo Cero de AENOR, que garantiza que en ella se valorizan una muy alta parte de los residuos generados en el proceso (con valores superiores al 95 por ciento), y del certificado SURE, un esquema de verificación que avala la gestión sostenible de la biomasa utilizada en la generación renovable de su energía.

Con el propósito de continuar impulsando la bioeconomía, Ence proyecta sus inversiones siguiendo las mismas líneas presentes en su modelo actual. Así, para la biofábrica de Navia se avanza en el plan denominado “Navia Excelente”. Se compone de tres líneas de inversión, que permitirán consolidar la diversificación de la producción hacia productos diferenciados de celulosa, avanzar en su descarbonización mediante un uso eficiente y novedoso de la lignina, y posibilitar la producción de celulosa para productos absorbentes. Este último proyecto permitirá suministrar desde Navia, y con una menor huella ambiental, un producto que actualmente es importado desde el continente americano.

La biofábrica de Ence en Navia supone, por todo ello, un paradigma de industria comprometida con el territorio, que desarrolla su actividad atendiendo a las más estrictas exigencias medioambientales, y que proporciona los bioproductos y la bioenergía capaces de mejorar el modelo de consumo actual y generar nuevas oportunidades de actividad y empleo en la región, y, todo ello, a partir de la bioeconomía circular.

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