Entrevista | Rafael Cofiño Fernández Médico, encabeza la lista de Sumar por Asturias

"Trabajé a gusto con Barbón, pero mi objetivo es que Yolanda Díaz sea presidenta"

"Dejé la Dirección de Salud Pública porque entendí que no era la persona con más capacidad para seguir; creo que fue una decisión correcta, se demostró que nadie es imprescindible"

Rafael Cofiño, en el Jardín Botánico de Gijón. | Ángel González

Rafael Cofiño, en el Jardín Botánico de Gijón. | Ángel González / ANGEL GONZALEZ

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Gijón

En estos primeros compases de la campaña electoral para el 23J, Rafael Cofiño Fernández (Gijón, 1969) ha prescindido de su habitual atuendo negro. Quizá sea un simple efecto transitorio del calor veraniego. Se autodefine «escritor, poeta y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria». Pese a su proyección pública y a su presencia exitosa en redes sociales y blogs, se confiesa muy tímido. Fue director general de Salud Pública del Principado desde el inicio de la pasada legislatura hasta su dimisión, paso que dio en una jornada muy señalada: el día de Navidad (de 2021), tras casi dos años de pelea en primera línea contra la pandemia de covid-19. Ésta es su primera entrevista tras ser designado cabeza de lista por Asturias de Sumar, el partido de nueva creación liderado por Yolanda Díaz.

–Usted hasta ahora era un técnico. ¿Ya se ha convertido en un político?

–No lo sé. Políticos somos todos en alguna medida: en lo pequeñito, en lo meso o en lo macro. Lógicamente, ser diputado es un cargo político. En realidad, la Dirección General de Salud Pública también era un cargo político aunque tuviera un perfil técnico, de gestión, de ejecución.

–¿Y por qué ha decidido hacerse político?

–Una razón fundamental ha sido algo que se planteó en los grupos de trabajo iniciales de Sumar: ¿Qué piensas que tenemos que hacer para mejorar este país en los próximos diez años? La respuesta a esa pregunta son acciones concretas que se marcan desde estamentos políticos.

¿O sea, que su objetivo se centra en...?

–En poder transformar la sociedad desde la humildad. Es un reto muy interesante porque somos muchas las personas que tenemos ideas comunes para poder mejorar las cuestiones. A veces nos enredamos con cortinas de humo, con temas no diría banales, pero que no son los problemas reales de las personas.

–¿Por ejemplo?

–Por ejemplo, la polémica sobre el referéndum en Cataluña.

–¿Cuál es su opinión?

–Que si tienes que hacer la compra todos los días, cuidar a tus hijos, cuidar a tu madre que está con paliativos en casa, si tienes que desplazarte a trabajar y estás cansadísimo porque no das abasto... temas como ese no influyen en la vida real de las personas. No niego que requiera un consenso y un tratamiento determinado, pero los problemas de la mayoría de la población están en otros sitios.

–¿Qué problemas reales le preocupan más?

–Los que he comentado. La gente quiere llegar bien a fin de mes, tener más tiempo libre para cuidar a las personas, más tiempo para dedicar a los hijos... El neoliberalismo no funciona; como modelo competitivo y opresor que genera desigualdades, no funciona.

–Usted tuvo en sus manos una herramienta de gran potencia transformadora, la Dirección General de Salud Pública. ¿Por qué dimitió?

–No lo sé. De alguna manera, ya lo olvidé. A ver, no es que lo haya olvidado, pero no tiene mucho sentido volver sobre eso. Hay momentos determinados, en cualquier tarea, en lo que tienes la suerte de poder seguir o dejarlo. En aquel momento consideré que dejarlo era una buena opción para poder aportar desde otra posición. Eso puede volver a pasar. Cada uno tiene que encontrar su lugar personal por el cuidado de los nuestros, de tu familia, de la gente que quieres cercana. Si con tu profesión tienes la oportunidad de mejorar el mundo, debes saber cuál es el mejor lugar para hacer palanca y empujar.

–¿El 25 de diciembre de 2021 dejó de parecerle un buen lugar la Dirección de Salud Pública para mejorar el mundo?

–No, no, al contrario. Podía haberlo sido, pero quizás yo no era la persona con más capacidad para seguir trabajando ahí. Hubo una decisión, sin más, que creo que fue correcta. Se demostró algo muy importante: nadie es imprescindible. En Asturias tenemos gente excepcional trabajando en todos los niveles.

–¿Influyó en su marcha que el Gobierno regional se negara a impulsar la Ley de Salud Pública que usted mismo había elaborado?

–No, no especialmente, no fue un elemento determinante. De verdad digo que he tenido un cierto estrés postraumático que me ha hecho olvidar cosas. Hice un proceso de reseteo que creo que me vino bien.

–Pocos días después de su dimisión como director general, un miembro del Gobierno dijo que usted acabaría en Podemos...

–Me encanta la gente que sabe tanto. Podía haberme llamado para decírmelo.

–Sumar es una confluencia de partidos con unos equilibrios bastante delicados...

–Yo la veo muy bien. Creo que ha habido un paso adelante muy rápido, seguro y efectivo de todas las fuerzas que forman la confluencia.

–¿Usted de qué partido es?

–Soy independiente, no estoy afiliado a ninguno.

–¿Es consciente de que el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha estado elogiándole en público hasta la pasada campaña electoral?

–Adrián es una persona muy generosa y que ha trabajado mucho. Ha sido una persona clave en la respuesta a la pandemia. No he trabajado directamente con él, pero en su Gobierno he trabajado a gusto y con mucha comodidad.

–¿Usted se siente cercano al PSOE o más a la izquierda?

–Ahora mismo me siento un ciudadano que colabora con Sumar para conseguir que Yolanda Díaz, una de las personas que más cabeza, valor, energía e inteligencia tiene ahora mismo en España, pueda ser la primera presidenta de este país.

–¿Diga algunos epígrafes de la agenda para Asturias por los que usted recomiende votar a Sumar.

–Empleo, infraestructuras ferroviarias y transición energética. Yo destaco dos apartados de la aportación de Yolanda Díaz en forma de buenas políticas: el crecimiento del empleo y el despliegue del salario mínimo para que personas concretas puedas llegar a fin de mes. Y en la reforma laboral ha generado unos consensos muy difíciles de conseguir.

–¿Usted es usuario de transporte público?

No puedo serlo por mi lugar de residencia y por la falta de conexiones de los servicios de transporte.

–¿Tiene coche eléctrico?

–No.

–¿Piensa comprarlo?

–No lo sé. Quizá en Madrid no me haga falta coche.

–¿Cómo ha visto el veto a Irene Montero?

–No sé si ha habido un veto o no. Es un tema de decisión a otros niveles. Dicho esto, creo que el papel de Irene Montero y de Podemos ha sido muy importante en las políticas que se han realizado.

–¿Le han gustado todas las leyes impulsadas por Podemos desde el Gobierno central?

–En medicina siempre decimos que el todo y el nunca no existen.

–¿A qué resultados aspiran en Asturias?

–A siete diputados y tres senadores (risas).

–Usted vive en Gijón. ¿Cómo ve el pacto municipal entre Foro, PP y Vox?

–Haciendo una abstracción de qué tipo de partidos han entrado en el pacto, me centro en las acciones. Y las que están vinculadas a ese pacto atentan contra la salud de la población, contra los derechos humanos y contra los derechos de las mujeres.

–Hay gente que dice que usted ve la hierba crecer. Otros piensan que es un ingenuo idealista. ¿Cuál es la verdad? ¿O son verdad las dos cosas?

–La verdad es acciones. Al final, se nos va a juzgar por nuestras acciones, y por el carácter y el tono con que las hayamos hecho. ¿Soy ingenuo? Sí, soy ingenuo en muchas cuestiones. Pero acciones concretas. ¿Se han conseguido cosas en Asturias donde mis equipos han estado? Sí, cosas espectaculares. Es verdad que son de salud pública y que son menos conocidas. Si se habla con gente de salud pública a nivel nacional o internacional, se ve que Asturias ha estado en el centro.

–Dicen que prepara un nuevo libro...

–Está en camino. Ya tengo una editorial que lo ha aceptado.

–¿Poesía, prosa o salud pública?

–Es un relato breve sobre historias bastante familiares: la infancia, la muerte y el amor.

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