La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), conocida popularmente como el "covid de las vacas", se ha extendido en solo unos meses por toda la Península y ha matado ya a cientos de reses, lo que está generando honda preocupación en el sector ganadero asturiano. La información facilitada tanto por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que hace un seguimiento periódico de los casos de EHE, como por los servicios veterinarios autonómicos, da respuesta a los interrogantes que plantea esta enfermedad, que no es transmisible a los humanos.
En primer lugar, es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa que tiene similitudes con el virus de la lengua azul y que afecta a rumiantes salvajes, sobre todo ciervos, pero también a gamos o corzos, y a rumiantes domésticos. Las cabras son muy poco susceptible a la infección, las ovejas lo son más pero la enfermedad apenas deja síntomas clínicos, y en el ganado vacuno tiene mayor incidencia y peores consecuencias, especialmente en ganaderías extensivas.
Aunque algunos síntomas del covid de las vacas, como la pérdida de peso o que caminen como si estuvieran ebrias, pueden asemejarse a los de la EEB (Encefalopatía Espongiforme Bovina, el conocido como mal de las "vacas locas"), ambas patologías tienen origen y consecuencias muy distintas. La principal diferencia radica en que la EHE ni se transmite ni afecta a los humanos, por lo que la declaración de la enfermedad no implica restricciones al consumo de la carne, la leche o la piel de rumiantes. No se transmite de vaca a vaca, sino por vectores. Los principales transmisores son los mosquitos del género Culicoides. Hasta noviembre de 2022 no se había registrado ningún caso en la Unión Europea pero ese mes se detectaron los primeros en las islas italianas de Cerdeña y Sicilia y unos días después se declararon los primeros casos de España, en Cádiz y Sevilla.
La EHE es una enfermedad de declaración obligatoria. En las explotaciones ganaderas en las que se ha detectado en España la morbilidad (número de animales afectados) ronda actualmente el 10% del total, y la mortalidad, las reses muertas en esas explotaciones, representan el 1%. Las restricciones, que se aplican tanto en provincias con casos declarados de EHE como en otras que están en el radio considerado como zona de influencia, afectan principalmente al movimiento del ganado para vida entre países comunitarios.
La lucha contra la enfermedad, con insecticidas y repelentes autorizados
La lucha contra el "covid de las vacas" se basa en medidas preventivas como la aplicación al ganado de insecticidas y repelentes autorizados, con el fin de evitar las picaduras del mosquito que la transmite. A las vacas afectadas se les pueden administrar con prescripción veterinaria medicamentos adecuados para bajar la fiebre y paliar otros síntomas. Las organizaciones profesionales agrarias han reclamado tanto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como al Principado y las demás comunidades autónomas más información sobre la EHE y ayudas, ya que esta enfermedad supone costes añadidos a un sector que ya estaba tocado por el aumento de precios. "Si no sabes la raíz del problema cómo vas a darle solución", se pregunta retóricamente la ganadera zamorana Griselda Hervella, que admite que tiene "pánico" a que sus 67 vacas puedan sufrir la enfermedad.