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Integrar la gestión de las Cuencas en Oviedo o Gijón, el dilema de la revisión del mapa sanitario asturiano

La consejera de Salud impulsa cambios en una estructura establecida hace 40 años

"Hay que aligerar la burocracia", señalan los gestores

El hospital Valle del Nalón en Riaño (Langreo)

"Hay tres modelos posibles: un área única, tres áreas y cuatro áreas. Tendremos que ver". Así se pronunció la consejera de Salud del Principado, Conchita Saavedra, acerca de la reforma del mapa sanitario de Asturias, en una entrevista publicada el pasado domingo en este periódico. Desde 1984, el territorio autonómico está dividido en ocho áreas a efectos de gestión de la sanidad. Cada una de ellas dispone de un gerente con su equipo directivo. Si se pasara a tres, es seguro que las cabeceras serían Oviedo, Gijón y Avilés. Si fueran cuatro, la cuarta muy probablemente agruparía a las cuencas mineras del Nalón y el Caudal, que de esta manera preservarían su protagonismo y autonomía.

Existe unanimidad en que, con las actuales condiciones de orografía y demografía de la región, la cifra de ocho áreas sanitarias es excesiva. Entre otros inconvenientes, señalan los expertos, esa división "multiplica de manera innecesaria los cuadros directivos y hace más rígida la gestión de personal". "Que hay que aligerar el aparato burocrático es incuestionable", añaden.

La cuestión está abierta e interesa no sólo en el sector sanitario, sino también en el ámbito político y, de manera especial, en los ayuntamientos que entiendan que los cambios les restan peso, capacidad de interlocución, recursos sanitarios o dinamismo económico.

"Los anteriores intentos de cambio del mapa sanitario colisionaron con los líderes locales y también con los profesionales. Abordar un cambio de mapa es muy complejo", advierte el avilesino Enrique González Fernández, médico y experto en gestión sanitaria. A su juicio, "debe buscarse un amplio consenso basado en la cartera de servicios garantizada". Y detalla Enrique González: "Mantener las direcciones de atención primaria puede tener un alto grado de aceptabilidad".

La consejera de Salud admite la complejidad, pero se muestra optimista: "En algo tan importante queremos conseguir un consenso con todos los grupos políticos, con los ayuntamientos, con los profesionales, con los usuarios... Habrá un proceso de consultas y de participación para llegar a una decisión. Espero que haya un consenso", señaló. ¿Y si no lo hay? "Yo es que soy muy necia y creo que lo vamos a conseguir. Si no es un consenso, sí una amplia mayoría", añadió Conchita Saavedra, en tono entre serio y jocoso.

La estructura sanitaria vigente fue aprobada cuando era consejero de Salud Juan Luis Rodríguez-Vigil, quien lleva clamando desde hace años por una revisión del mapa. A juicio del expresidente y extitular de Sanidad del Principado, "ya hay un factor muy positivo: que la nueva consejera ha roto la inercia y la rutina que ha caracterizado durante años a la política sanitaria en Asturias". Una inercia, precisa Rodríguez-Vigil, "que puede ser jaleada por muchos como una cosa estupenda, pero que al final tiende a generar esclerosis".

El PP, principal partido de la oposición en la Junta General del Principado, se ha pronunciado por boca de su diputada Pilar Fernández Pardo: "El mapa sanitario debe ser funcional, atractivo para todos los profesionales y cubrir las necesidades de la población asturiana". A juicio del PP, "hacer una gestión eficaz de las necesidades sanitarias no tiene tanto que ver con trazar rayas en el mapa como con utilizar bien los recursos".

La actual estructuración de la sanidad pública regional data de 1984. Consta de ocho áreas cuyas cabeceras están emplazadas en Jarrio (Coaña), Cangas del Narcea, Avilés, Oviedo, Gijón, Arriondas, Mieres y Riaño (Langreo). Desde el diseño del mapa, seis de esas ocho áreas sanitarias han perdido unos 145.000 habitantes, en total. Las otras dos zonas –las que tienen como cabeceras Oviedo y Gijón– han ganado usuarios, pero en cantidades discretas: 11.295 el área de Oviedo y 9.038 la de Gijón.

Con datos correspondientes a 1981, se observa que en las últimas cuatro décadas la circunscripción del Noroccidente perdió 24.241 habitantes. El Suroccidente, casi los mismos: 24.356. El área de Avilés, 25.328. La comarca oriental aguanta mucho mejor: también ha bajado, pero en sólo 3.067 ciudadanos. La cuenca del Caudal ha perdido 35.920 efectivos. Y la del Nalón ha bajado en 32.291 personas. En el momento actual, la circunscripción con menor demografía es la de Cangas del Narcea: no llega a 24.500 habitantes.

Pese a las citadas cifras, la titular de Salud hace hincapié en que los hospitales de las alas oriental y occidental –los más pequeños de la región– no perderán capacidad de resolver problemas de salud de los ciudadanos: "El modelo de hospitales comarcales es un modelo socialista y un referente para muchas otras comunidades. El hecho de que haya unos servicios básicos en cada uno de esos hospitales para las patologías más frecuentes confiere accesibilidad, evita desplazamientos y, además, ha demostrado científicamente que es más costo-efectivo. Por lo tanto, está claro que mantendremos los hospitales comarcales, incluso los reforzaremos".

El PP apoya esta postura: "Consideramos irrenunciable que los hospitales comarcales no pierdan ninguno de los servicios que tienen en la actualidad", asevera Pilar Fernández Pardo.

En 2010, la Consejería comandada por Ramón Quirós trabajó sobre la posibilidad de pasar de ocho a cuatro áreas: Oviedo-Cangas del Narcea, Gijón-Arriondas, Avilés-Jarrio y Langreo-Mieres. En ese mismo año, se publicó un informe elaborado por iniciativa del Consejo Económico y Social de Asturias (CES) que proponía tres redes subregionales: a) Hospital de Jarrio y Hospital San Agustín de Avilés; b) Hospital de Cangas-Hospital de Langreo-Hospital de Mieres-HUCA; y c) Hospital de Arriondas-Hospital de Jove-Hospital de Cabueñes. Dos años más tarde, el consejero Faustino Blanco apostaba por cuatro zonas: cada una de las tres grandes –Oviedo, Gijón y Avilés– serían fusionadas con una de las pequeñas, mientras que la cuarta surgiría de unir las dos cuencas mineras (Nalón y Caudal). Y en 2015, con Francisco del Busto como consejero de Salud, el Principado volvió a hablar de fusionar las ocho áreas hasta dejarlas en "tres o cuatro".

Ahora, la cuestión vuelve a reabrirse en busca de un consenso que no fue posible en los intentos anteriores.

Beatriz López Muñiz se incorpora al equipo del Sespa


La médica ovetense Beatriz López Muñiz se incorporará de inmediato al Servicio de Salud del Principado (Sespa) para desarrollar tareas de gestión en la sede central de la plaza del Carbayón (Oviedo). Según ha podido saber este periódico, la que fuera durante casi ocho años subdirectora gerente Hospital de Valdecilla (Santander) no tiene, por el momento, un cargo asignado en el Sespa, pero se da por hecho que formará parte del equipo de colaboradores más estrechos que en los próximos días nombrará el nuevo gerente de este organismo, Aquilino Alonso Miranda. En ese mismo equipo se da como muy probable la presencia de María José Villanueva, quien en la pasada legislatura fue directora de Coordinación, Resultados en Salud y Comunicación, cargo ahora suprimido.

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