1. Piso LC
La arquitecta Alicia Fuente González, con la colaboración de Miguel González Martínez, firma la reforma interior de esta vivienda en Gijón. El piso LC3 tenía una superficie útil interior de unos 72m² y una terraza de casi 8m². Se trataba de un piso de los años 70 distribuido en estancias pequeñas y compartimentadas. El reto estaba en convertir un piso muy convencional en un espacio contemporáneo, amplio y luminoso, con un programa formado por cocina, salón/comedor, 2 baños, 2 dormitorios y 1 estudio.
La unión de cocina y salón en un espacio conectado visualmente con la terraza era algo prioritario, como también lo era independizar zona de día/zona de noche y conseguir la máxima superficie posible de almacenaje.
El proyecto respeta la posición de núcleos húmedos y se desarrolla en torno al baño central que no sólo no es un elemento negativo (como podría parecer), sino que se convierte en la pieza clave que organiza espacios y recorridos. En su zona frontal se genera el vestíbulo. A su izquierda se sitúa la zona de noche. A su derecha se abre la zona de día, conectada con el vestíbulo. Por su zona posterior se accede al estudio que queda en una posición secundaria pero fundamental al cerrar el recorrido circular. Mediante una partición corredera, puede formar parte de la zona de día o independizarse.
La materialidad resulta fundamental para que la vivienda se entienda como un todo unitario y no como una sucesión de estancias inconexas. El hilo conductor es la madera, protagonista absoluta sin suponer una sobrecarga visual al combinarse con materiales muy neutros. En el exterior del núcleo central, se combina panelado liso con alistonado macizo en el que se integran armarios y puertas.
La iluminación es fundamental para potenciar unas zonas frente a otras. Dependiendo del espacio, se utilizan tiras LED en falso techo, luz indirecta o luminarias con importancia como elementos decorativos.
2. Casa CJ
El arquitecto José Ángel Vior Alonso firma este edificio. Los promotores se presentan con programa de necesidades claro. Dos o tres habitaciones dobles mínimas, dos aseos, un salón-cocina-comedor y un pequeño lugar para instalaciones o almacenaje.
La parcela, en borde marítimo, apenas contenía una superficie edificable de 60m2 en forma irregular. De pendiente hacia la costa/borde de la playa en orientación Sureste. La pendiente del terreno va acusándose hasta convertirse en un borde rocoso casi vertical. La zona de implantación se encuentra a unos 9m sobre el nivel del mar.
Ante el programa demandado y la superficie de ocupación, la vivienda se divide en plantas. Sótano para almacenaje e instalaciones; Planta Baja para zonas comunes, aseo y una habitación; Planta primera para un Salón abierto (versatilidad habitacional), un aseo, habitación doble y terraza. Una vez asegurado con los propietarios que el programa distributivo de estancias sobre la superficie de ocupación es viable, comenzó el verdadero trabajo de proyecto.
Se le trasladó a la propiedad la necesidad de resolver la volumetría de la edificación desde un prisma urbanístico. La edificación, sobre el borde vertical en orientación Sureste, tiene una exposición masiva al borde enfrentado de la playa. Se les convenció de que la edificación, a pesar de ser de dos plantas debería rebajar su altura lo máximo posible. Tratar de no sumar al borde vertical natural la construcción de un muro artificial sobre él. Con ese objetivo se generó una volumetría de muy distintas sensaciones.
A Sureste, la casa nace de un nivel horizontal, el sótano se retranquea del plano de fachada, la edificación flota, se rompe la continuidad con el terreno. Los alzados laterales que la definen se inclinan a modo de tronco piramidal, reduciendo la superficie de exposición de la planta primera. La cubierta se formaliza invertida al centro, desapareciendo, evitando así el aumento de superficie expuesta con cambio de material. Dentro del ritmo de huecos, mediante la utilización repetida de bastidores verticales se comprimen los niveles de ambas plantas. Se crea en la fachada Sureste un perfil de olas. Una fachada blanca, reflectante al soleamiento, clarificante.
Por otro lado, en fachada Noroeste, se genera un perfil abrupto, montañoso, de acabado duro a las inclemencias meteorológicas. La disposición de huecos pasa a entenderse como perforaciones que buscan vistas, soleamiento de atardecer o ventilación. El panel prefabricado de hormigón aporta contundencia. La textura ranurada otorga un carácter completamente contrario a su alzado opuesto, verticaliza la vivienda, eleva su presencia.
Cuando se observa la vivienda desde el paseo marítimo enfrentado, la edificación varía su percepción, los alzados Noreste y Sureste se acoplan, se perciben como una sucesión de planos plegados.
3. Casa Gozona
Firman este diseño Isla (Marta Colón de Carvajal, Juan Palencia de Sarriá) y Mori Meana Architecture (Mateo Mori Meana). El equipo está formado por Vojtech Rada, Cristina Gutiérrez, María Gutiérrez, Silvia Fernández, Leticia Olalquiaga Cubillo, Teresa meana y Beatriz González Yagüe. El diseño estructuras corresponde a Mayo Seco. El constructor fue Ovigar y el arqui arquitecto técnico: Luis Villanueva.
En Luanco, un encantador pueblo pesquero asturiano, una familia buscaba una casa funcional, flexible y lúdica. El proyecto adopta un enfoque creativo en su interpretación de la estricta normativa tradicionalista, en un intento de reimaginar la casa típica de Luanco.
La parcela, entre medianeras, de planta trapezoidal estrecha y profunda, está flanqueada por un maizal al sur y un jardín con vistas al puerto de Luanco al norte. La profundidad de la planta hace necesaria la conexión entre las dos fachadas principales. Desde el vestíbulo de entrada se puede ver el gran comedor-cocina-salón que se abre generosamente al patio a través de una ventana abatible que difumina el límite entre interior y el exterior.
Una escalera serpenteante esculpe su paso a través de la casa, adaptándose para llegar en cada nivel al espacio central de la vivienda, lugar de conexión directa entre las dos fachadas. En la primera planta este espacio da acceso a dos dormitorios, a la lavandería y al cuarto de baño. En la segunda planta, la conexión entre las dos fachadas se realiza mediante la extrusión de la "ventana marinera", que en su intersección con la cubierta a dos aguas genera un espacio en cruz. Las ventanas enmarcan las vistas del puerto y las colinas adyacentes, y sirven como espacios flexibles: escritorio, zona de juegos, sala de estar o dormitorio. Las cuatro esquinas que rodean la cruz albergan tres estancias cerradas: un baño, un armario y un lavadero, así como una triple altura sobre el primer tramo de escaleras. Este espacio vertical conecta todos los niveles y aprovecha el efecto chimenea para refrigerar la casa de forma natural.
Los grandes huecos de la fachada se regulan con contraventanas tradicionales de madera, al igual que el cuarterón de la puerta principal, que permite la ventilación cruzada entre las dos fachadas además de controlar la privacidad de la vivienda. Las contraventanas, los aleros y otros detalles de la vivienda están pintados de un azul intenso, siguiendo la tradición local e integrando la casa en el colorido de la calle Soledad. El patio, delimitado por un muro de piedra existente en forma de herradura, extiende el suelo interior de la vivienda con islas de hormigón pulido que permiten integrar la vegetación autóctona. En el extremo norte se habilita una pequeña pila para refrescar los días más calurosos del verano.
4. Habita La Florida. Viviendas en el Paseo de la Florida
El proyecto, de la arquitecta Lorena Sánchez Franco, consiste en un edificio de 78 viviendas en el paseo de la Florida, Oviedo promovido por Habitat Inmobiliaria. Se trata de una edificación en esquina, completando la manzana de las calles Paseo de La Florida al sur, calle Carreño al este y calle Corvera al norte.
El edificio contiene las 78 viviendas en plantas 1ª a 7ª y ático, con 4 locales comerciales en planta Baja, uno de ellos con una Entreplanta y otros dos con Sótano -1 ligados a la actividad de los mismos, 125 plazas de aparcamiento y 78 trasteros en las plantas de Sótano -1,-2 y -3.
Las viviendas proyectadas abarcan tipologías de 1 a 4 dormitorios cuyo acceso se realiza desde 4 núcleos de escaleras y ascensores distribuidos en la planta. Se prima la concepción de viviendas con iluminación y ventilación natural, así como con espacio exterior de terraza hacia la calle o hacia el patio interior de parcela, urbanizado con zonas ajardinadas.
El edificio cuenta con una distribución tipo de las viviendas de las plantas 1 a 5, con la excepción de la existencia de terrazas a patio en planta 1.
Debido a la inclinación del perfil de la calle Carreño, existe un desnivel de aproximadamente 4 m entre el Paseo de la Florida y la calle Corvera. El edificio se proyecta en base a esta premisa, siguiendo las condiciones urbanísticas del Plan Parcial de La Florida.
Es por esto que la planta 6 del edificio, en su zona más elevada, cuenta con viviendas en ático con bajocubierta, orientadas hacia la calle Corvera. La planta 7 únicamente cuenta con viviendas orientadas hacia el Paseo de la Florida y la calle Corvera, y la planta 8, siguiendo el mismo esquema, cuenta con viviendas en ático con bajocubierta.
5. Vivienda unifamiliar “Casa Barro”
Es una obra del arquitecto Borja Álvarez González. Sus colaboradores han sido: Leandro menéndez Delgado (arquitecto técnico), Gonzalo Freijerio Fernández (arquitecto), Lalo Interiorismo, Pentia Estructuras.
Castrillón, concejo asturiano de fuerte tradición ganadera e industrial, fundamentalmente vinculada a la industria del zinc, fue el lugar elegido para erigir Casa Barro. La piedra de cantería, el mortero acrílico en color blanco, la cubierta de zinc y las perspectivas interior-exterior capturando el horizonte fueron los materiales elegidos para homenajear lo vernáculo de la arquitectura del lugar y dialogar con el paisaje.
Casa Barro se proyectó en pleno confinamiento por el covid-19 partiendo de la simple volumetría de una casa “mariñana” (tradicional casa rural asturiana) modificada para adaptarse en sus cubiertas a las tipologías industriales ampliando el programa de vivienda de tres dormitorios con un espacio multiuso y de teletrabajo en planta primera y garaje en el acceso.
Esta volumetría final hace que Casa Barro obtenga una posición de dominancia sobre el entorno, convirtiéndola en un hito en el valle, potenciando las vistas que desde ella se disfrutan.
Interiormente Casa Barro se organiza tamizando su programa desde lo público a lo privado.
El garaje, que hace las veces de porche de acceso, define el acceso al área pública de la vivienda. Recibidor, cocina, comedor, salón, porche y jardín se unifican en un espacio continuo.
El programa privado de la vivienda se resuelve entorno a la escalera, reservando para la planta primera el espacio multiuso y de teletrabajo, que dialoga en doble altura con el espacio público de la vivienda.
6. Centro residencia de Personas Mayores en Lugones
Es una obra de los arquitectos Román Villasana Gutiérrez, Miguel Rubio Álvarez e Izaskun Bilbao del Plmo. Los colaboradores fueron Manuel Fernández Fernández (aparejador) y David Carracedo Carrasco (c. seguridad y salud). Esta residencia se compone de tres volúmenes de 3 plantas formando una planta en trébol de 3 hojas.
El Volumen 1 alberga el acceso principal y los espacios de espera, recepción y administración. En plantas superiores se localizan todas las habitaciones dobles. El Volumen 2 alberga los servicios de atención geriátrica y cocina. En plantas superiores se localizan las habitaciones individuales. El Volumen 3 sirve como charnela de separación entre la plaza pública y la plaza privada. La planta baja se destina a los espacios más públicos. En las plantas superiores se localizan las áreas de convivencia, y algunas habitaciones singulares vinculadas directamente con salas de estar, polivalentes y espacios aterrazados.
Con esta disposición se consiguen 5 objetivos. Orientación: la disposición de los tres volúmenes permite disponer de una óptima orientación de los espacios. Todas las áreas de convivencia se sitúan hacia el Sur y la plaza privada, mientras que las habitaciones se orientan hacia el Este y el Oeste. Centralización: en la intersección de los tres volúmenes se ubican los puestos de recepción y vigilancia. Aquí se centraliza y monitoriza todas las necesidades del centro. Jerarquización: la disposición en el eje Norte-Sur de los 2 volúmenes de habitaciones se contrapone con la traza perpendicular del volumen 3 y con esto se consiguen dos objetivos: La separación física de las plazas exteriores públicas y privadas, mientras se permite la conexión visual a través de ventanales y la diferenciación arquitectónica. Los 2 volúmenes de uso residencial frente al volumen de convivencia.
En cuanto a su ubicación La propuesta busca favorecer la orientación del usuario. Se consigue lo siguiente: disminuir la longitud de recorridos, diferenciar distintos ámbitos, separar funciones.
7. Edificio calle Quintana 16. Oviedo
Este edificio plantea un diálogo con la ciudad desde la geometría. Es una obra de Juan Tomás Ortega García, f5 proyectos y arquitectura. El centro de Oviedo, donde se sitúa este proyecto, se caracteriza por calles estrechas en las que no existe transición alguna entre lo público y lo privado. Los pesados muros de los edificios entre medianeras se levantan desde el límite de la parcela con la acera, olvidándose así de un recurso arquitectónico muy presente en los climas con lluvia recurrente; el soportal. Ese espacio cubierto situado ante las entradas para protegerse de la lluvia y el frío, permitiendo incluso el tránsito en algunos casos. Un elemento que dota a la calle de escala humana y le proporciona profundidad y amplitud. Cuando este desaparece, la calle se vuelve unidireccional y privamos al ciudadano de un lugar donde poder esperar protegido de las inclemencias meteorológicas.
En nuestra intervención, un machón avanza hasta la línea de fachada para invitar al espectador a entrar, generando una lógica transición de lo público a lo privado. Se presenta al viandante con su nombre, para hacerlo así fácilmente reconocible, y se establece un diálogo con su abreviatura dispuesta en la esquina superior de la fachada. Forzamos así a hacer una rápida lectura diagonal de la composición. Una fachada con personalidad propia, defendida desde una geometría rigurosa. Dialogamos con la ciudad con un lenguaje contemporáneo. El ladrillo, muy presente en todo el entorno urbano, se convierte en un oscuro lienzo sobre el que avanza el interior de las viviendas, colonizando el espacio público. Estos vuelos permiten conseguir vistas lejanas en una calle estrecha y dotan de gran luminosidad el interior. El uso de distintos materiales y colores, enfatiza un juego de planos que proporciona profundidad a la fachada. Estos recursos trabajan de manera conjunta para dar un carácter liviano a un edificio entre medianeras. Construcciones en las que es poco habitual enfrentarse a un fondo edificable de 20 metros. En cada planta se resuelve una vivienda de 3 habitaciones, donde todos los espacios habitables son exteriores. Cada una de ellas es única, no comparten la misma distribución interior. La fachada posterior se adapta desde la sobriedad a esta disparidad. Una sencilla geometría genera un ritmo que ofrece libertad en la personalización de cada vivienda.
8. Casa Albion
Una obra de la arquitecta Teresa Olivia Wigging Rodríguez Gimeno. Sus colaboradores fueron Sergio Huergo Bocanegra (arquitécto técnico) y Miguel Macías Alonso, (it2 taller de ingeniería topográfica).
Casa Albion surge del reto de edificar en una parcela con condiciones geométricas adversas. La primera decisión de diseño consiste en trocear el programa, como si de una sucesión de cajas se tratase, para volver a unirlo en un proceso intercalado de colonización del suelo. En ese maclado, los llenos conforman el espacio de vivienda, los vacíos una sucesión de patios ajardinados, cada uno con un uso y relación distinto con los espacios interiores (patio del desayuno, patio para tender, patio del dormitorio de invitados…) El conjunto lo conforman dos volúmenes: uno en la zona de entrada que sirve de aparcamiento cubierto y zona de despacho profesional con acceso independiente, un segundo en la zona trasera, que conforma la vivienda propiamente dicha. Entre ellos, el patio principal, con zona de solárium y piscina.
En esa búsqueda de equilibrar la arquitectura y el jardín se encuentra la decisión de convertir la vivienda en un objeto de absoluta sencillez estética, que sirve de fondo a la vegetación profusa del proyecto de paisajismo, y para ahondar en esa relación, se decide emplear un único material de acabado que pueda contener el lenguaje de lo natural en su aspecto y en la manera en la que se produce: el Shou Sugi Ban.
Estas decisiones de diseño se ven completadas con el enfoque de eficiencia energética de vivienda pasiva, empleando como base los principios del sistema PassivHaus, y el empleo de una estructura de entramado ligero de madera de cercanía, fabricada en Gijón, en combinación con sistemas secos en todo el desarrollo constructivo del resto de la vivienda a partir de la cimentación.
El resultado es una vivienda con coste energético muy bajo, y una vivencia de absoluto confort térmico a lo largo de todo el año.
9. Casa Alemar
Edifico de la arquitecta Teresa Olivia Wigging Rodríguez Gimeno. Sus colaboradores han sido Sandra Álvarez Arias y Damián Macías Alonso (arquitectos técnicos), Miguel Macías Alonso (it2 taller de ingeniería topográfica) y Rubén García Rodríguez (constructor).
Alemar nace del gesto de la siega a guadaña. Dos curvas que se unen en la entrada a la vivienda, inspirada en los porches de las casas mariñanas, que hacia los lados despliegan los usos de la vivienda, la tenada o la cuadra. Alemar es una quintana maclada, donde los volúmenes se unen a través de este sector central y de reparto espacial que es el amplio recibidor. El gesto curvo de la vivienda protege de los vientos dominantes en esta rasa costera, y forma los dos volúmenes principales de vivienda y porche para garaje, cubriéndose a un agua acabada en chapa, como los tendejones de la vivienda tradicional.
El interior de Alemar acoge un programa de dos dormitorios, dos baños y un amplio salón-comedor-cocina, espacios todos con acceso directo desde y hacia el jardín. La zona de cochera, contiene además un cuarto para la caldera y almacén, y un corte en la planta en esta zona da acceso a la parte trasera del jardín.
El espacio de porche en Alemar se resuelve mediante una cubierta ajardinada como si de un “prao” elevado se tratase que, con forma de soportal, une el salón con el dormitorio principal, y permite circular siempre a cubierto entre las diferentes estancias de la casa.
10. Reforma de cuadras para ampliación de vivienda unifamiliar en Prieres (Caso)
Edificio de los arquitectos María Valle González y Julio Valle Alonso. Aparejador: Manuel Angel Martínez Aladro. Colaborador: Carlos Coronas (escultor)
La adecuación de dos cuadras para vivienda, se ha realizado en dos fases: la primera alberga una vivienda en tres niveles con un dormitorio, salón-comedor-cocina y un espacio multiuso en la planta inferior, con dos accesos a distinto nivel. En la segunda fase se crea otro dormitorio y un taller en la planta inferior. Se ha mantenido la piedra en las fachadas para dar continuidad con las cuadras contiguas, manteniendo los huecos existentes. en la planta inferior, abriendo la planta superior hacia el paisaje, independizando la cubierta de los muros, tal como ocurre habitualmente en la arquitectura popular. En la parte trasera se recupera la técnica del cebatu para limitar las vistas al camino.