Cincuenta y siete días después de la toma de posesión de Adrián Barbón como presidente del Principado, y cincuenta y dos días después de que los consejeros del Ejecutivo prometiesen el cargo, el Gobierno regional cerró el pasado viernes su estructura, a falta únicamente de la designación de los subdirectores generales, cargos de nuevo cuño, designados "a dedo" y que tienen como función agilizar procedimientos de la administración autonómica.
El esquema de Barbón se cierra partiendo de la autolimitación que él mismo impuso de ceñir a diez las consejerías (más la Presidencia), siguiendo el mismo número en el que ya en los albores de la autonomía se apoyó Pedro de Silva. Precisamente esa limitación complicó el diseño del Gobierno, forzando a Barbón a asumir bajo su mando el área de Cultura, Política Lingüística y Deporte que no adquiere el rango de consejería y queda como viceconsejería. Ese hecho ha obligado a un encaje para las labores de control en el parlamento de esa área, para las que queda encomendada la vicepresidenta Gimena Llamedo.
A las diez consejerías se suman siete viceconsejerías, tres más que las del Gobierno de la pasada legislatura, y la cifra de directores generales asciende a 49. En total, contando los subdirectores generales de nueva creación, el Ejecutivo incorpora una veintena de altos cargos más de los que tenía en el mandato anterior.
Son las consejerías de la vicepresidenta Gimena Llamedo (Presidencia, Reto Demográfico y Turismo) y de Ovidio Zapico, coordinador de IU (Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos) las que cuentan con un mayor número de cargos en el escalafón intermedio. Además, paradójicamente, serán las consejerías en las que recaerá el pulso político de un Ejecutivo de coalición.
El siguiente tándem lo constituyen el consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, Borja Sánchez, y la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, como eje con el objetivo de relanzar la actividad económica regional apoyándose en las nuevas tecnologías, la investigación y el cambio de paradigma industrial del Principado.
Otra dualidad de interés será la formada por la consejería de Medio Rural y Política Agraria (Marcelino Marcos Líndez) y la consejería de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios (Alejandro Calvo), obligadas a coordinarse para lograr el fin de apaciguar el descontento que los socialistas han podido pulsar en las alas en las últimas citas electorales. Marcos Líndez también tiene el reto de recobrar una confianza que en el último tramo de legislatura estuvo menguada por parte del medio rural asturiano.
La tríada social (Educación, con Lydia Espina; Salud, con Concepción Saavedra, y Derechos Sociales, en manos de Melania Álvarez) completan un organigrama que cierra la consejería de Hacienda y Fondos Europeos, que lidera Guillermo Peláez, el fichaje más joven del Ejecutivo, un valor en alza que en algunos medios se señala como probable portavoz del Gobierno, función aún no atribuida.
Juristas o ingenieros representan la mayoría en el esquema del nuevo gobierno, mayoritariamente masculino en el conjunto de los altos cargos (aunque considerando únicamente las consejerías y viceconsejerías la mayoría es femenina) de un Ejecutivo cuya edad media se sitúa en torno a los cincuenta años. Casi la mitad de los cargos proceden de Oviedo, Gijón y las cuencas mineras, y una docena nacieron fuera de Asturias.
Los últimos flecos
Aunque todos los cargos, a excepción de los subdirectores generales, están ocupados, quedan tres nombramientos por oficializar. Se trata de tres directores generales de la consejería de Ovidio Zapico.
Se trata de Jesús Daniel Sánchez, que asumirá el área de Vivienda, y de Juan Ponte, que se encargará de la dirección general de Agenda 2030.La razón está en que ambos han conseguido recientemente plazas como funcionarios de Educación, lo que les obliga a realizar prácticas para ocupar las plazas. También está pendiente la toma de posesión de Faustino Zapico como director general de Consumo, convaleciente a causa de un accidente.