"Entender el valor del dato" es la "revolución" que cambiará la economía

Los expertos enfatizan ante las empresas el campo de posibilidades que abren las estrategias para compartir información y la ayuda y financiación que ha desplegado la UE para alentar su desarrollo

Las nuevas oportunidades que abren los espacios de datos

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

M. P. / L. Landázuri

Oviedo

En un instante de su exposición, Nuria de Lama, directora de Consultoría en la empresa IDC (International Data Corporation), se preguntó "cuántas empresas comparten datos". Su respuesta, "muy pocas en Europa", da sentido a la jornada "Espacios de datos", que CTIC Centro Tecnológico y LA NUEVA ESPAÑA organizaron ayer en el Club Prensa Asturiana para dejar al descubierto una "gran oportunidad" y un enorme campo abierto de posibilidades. Más allá, los ponentes identifican el germen de una auténtica revolución en la generación de ecosistemas para el intercambio y la compartición de información entre empresas, agentes e instituciones.

Fue una tarde de "evangelización" para empresas, o más bien de enseñar a "entender el valor del dato", sigue De Lama, y de "cómo todo esto va a cambiar la mayoría de los sectores económicos". Y no es "el dato en sí mismo", sino "lo que podemos hacer con ellos" lo que sin asomo de duda "va a revolucionar la manera en la que estamos haciendo las cosas", sentencia. La experta acelera a continuación hacia un futuro que ha puesto ya muchos cimientos para hacerse presente merced a una decidida apuesta europea en la que ayuda y abre puertas "toda la regulación que ha puesto en marcha la UE y va a fomentar un desarrollo enorme de la economía del dato".

De Lama compartió escenario con los expertos de CTIC y de varias empresas tecnológicas con experiencia y trayectoria en esa nueva economía incipiente que pone el énfasis, así lo expuso en su presentación Pablo Coca, director general de CTIC, en la concepción de los "espacios de datos" como auténticos ecosistemas de soberanía, seguridad y confianza que "no quieren quedarse en meros repositorios" de información. Su enorme potencialidad procede fundamentalmente de unas posibilidades de explotación vinculadas al desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial. "Nos gusta relacionar los espacios de datos con las iniciativas públicas de open data", reseña Coca, cocinando así una combinación que marca "un hito en el que podemos completar y aditivar todo el beneficio que genera el uso de los datos públicos aportándole todo el beneficio y la riqueza de los privados de las empresas".

En su exploración del presente y su prospección del futuro, Nuria de Lama remarcó la constancia de la existencia de una mayoría de empresas que aún "no entienden cuál es el valor de los datos de los que ellas disponen y de los de terceros que pueden combinar con los suyos". La directiva respondió con un ejemplo ilustrativo a la pregunta "¿por qué interesa compartir datos de otras empresas?" Hay un caso "muy simple" a través del que "se ve muy claramente el valor", dijo, y se refirió al "reporte de emisiones de CO2", y en concreto a la obtención en ocasiones imprescindible de las etiquetas que permiten evaluar el compromiso ambiental de una compañía, como "carbon neutral" o "net zero". "Para argumentar que perteneces a una de estas categorías", expuso De Lama, "necesitas acceder a datos de consumo energético de terceros, de tu ecosistema o de fuera de él" y sucede que en la situación actual, constata la información de la que dispone, "hay una mayoría de empresas que no son capaces de reportar formalmente datos que les permitan argumentar que están dentro de algunas de estas etiquetas".

Queda dicho que para reformar este estado de cosas, en el que ahora mismo Estados Unidos "gana por goleada" a Europa, la UE "ha puesto en marcha un montón de iniciativas para fomentar los espacios de datos" y alentar las predicciones de un futuro de crecimiento. Tal y como Nuria de Lama imagina el desafío, ese progreso va a sustentarse en que "cada vez va a ser más posible pensar en un mercado único de los datos" que en algún sentido sea semejante al mercado único europeo y que utilizará como palanca para su desarrollo el de la inteligencia artificial generativa, que "hará que todo esto se desarrolle más rápido de lo que estaba previsto", señala. Hasta ahora, dicen los resultados de sus análisis, "había crecido mucho el número de empresas que proveen datos, pero no tanto el de las que los consumen". De aquí en adelante, las tendencias predicen, sin embargo, una inversión de la tendencia hacia "un progreso de los usuarios frente a los proveedores". A sus ojos, "esto indica que existe una barrera para que las empresas que tienen datos los compartan, ya sea por cuestiones de interoperabilidad o de regulación", y que ahí hay abundante margen de mejora.

Igual que en la fase de la "monetarización", donde "las empresas disponen de pocos mecanismos para cuantificar el valor de los datos que venden", o en la capacitación de los profesionales de este nicho de negocio por desarrollar que es la nueva economía del dato. De Lama predice incluso "una competencia por el talento", gobernada por la porción "muy reducida de profesionales con estas capacidades" y por la constancia de que "las empresas se van a pelear por ellos".

En el territorio de los ejemplos concretos fue Chus García, director de economía del dato en CTIC, quien expuso la actividad del centro tecnológico como líder del grupo de trabajo sobre agroalimentación dentro de la iniciativa "Gaia X España" –la propuesta de creación de una infraestructura de datos para Europa–, y desmenuzó entre otras líneas de trabajo el "espacio de datos de territorio" que CTIC ha generado en el valle de Peón, en Villaviciosa. "Hemos sensorizado todo el valle, donde prácticamente "no queda nada a lo que no le hayamos puesto un sensor", resumió, y como consecuencia de esa labor "tenemos datos, sí, pero falta una cosa muy importante: algoritmos. Necesitamos hacer cosas con esos datos", afirma, y ejemplifica con la oportunidad de desarrollar "modelos de predicción de demanda de quiénes van a utilizar la comunidad energética local, para saber cuándo guardar y soltar energía…" Deja al final sobre la mesa la posibilidad de que este espacio de datos se conecte a otros para generar "supraespacios". "Si con un espacio de datos consigo valor, imaginaos lo que ocurre cuando lo conecto a otros…"

Entrando en "la parte bonita" de todo este desafío, la responsable de la Oficina de Proyectos Europeos de CTIC, Irene López de Vallejo, habló de dinero. Porque "esto es algo que va a más y en lo que tenemos que invertir", resumió antes de desgranar las ayudas para la generación de espacios de datos que vienen de "diferentes partes del ecosistema de entidades públicas". Se detuvo en tres del corto plazo, una del Estado "enfocada a construir demostradores tecnológicos y casos de uso" y dos europeas, con una apreciable "cantidad de millones que se va lanzando periódicamente para invertir en estos espacios de datos" y en las que las comparticiones de datos han de ser transnacionales o intersectoriales.

La sanidad y el campo, dos casos prácticos de creación de valor con la información compartida

Manejo de datos para acabar con una pandemia, para ofrecer un mejor tratamiento a los pacientes, algoritmos capaces de predecir enfermedades fúngicas en los cultivos, todo ello sin descuidar el factor humano. Estas son algunas de las aplicaciones prácticas que los «espacios de datos» (utilización compartida de información para generar valor) tienen en sectores como el agrícola o el sanitario y que ayer se pusieron sobre la mesa en el acto «Espacios de datos» auspiciado por LA NUEVA ESPAÑA y CTIC.

Rubén Pérez Sobrino, director de Negocio de Seresco; Pedro Álvarez, CEO de TESIS Medical Solutions; José Manuel Alonso, experto en Open Data & Open Web de CTIC, y Nuria de Lama, directora de Consultoría en IDC (International Data Corporation), fueron los invitados a compartir en una charla conducida por María José Iglesias, responsable del Club Prensa Asturiana, cómo sus diferentes ámbitos han empezado a implementar una tecnología que, según señalaron los ponentes, va de la mano de la inteligencia artificial y brinda atractivas oportunidades económicas para las empresas.

Seresco decidió años atrás empezar a lanzar soluciones tecnologías orientadas al sector agrícola y ganadero. «Nos propusimos aportar en un ámbito en el que agrupar todos sus datos tenía todo el sentido. Es un sector que no puede quedarse atrasado en cuanto a la incorporación de tecnología», indicó Rubén Pérez Sobrino. La empresa aplicó la inteligencia artificial mediante la creación de espacios de datos. «Son datos compartidos con un millones de agricultores y también con la Administración, parte fundamental en su día a día», destacó el director de Negocio de Seresco.

Democratizar el dato parece ser la apuesta por la que también se decantan en el sector sanitario, en el que los espacios de datos se emplean de forma generalizada. Sin embargo, los expertos advierten de su complejidad a la hora de aplicar este modelo. «Uno de los grandes problemas viene de la heterogeneidad de datos entre los diferentes hospitales. Falta un concepto global de cómo usar esos datos. Igualmente, supone una gran oportunidad también de cara al paciente, ya que, al tener distintas fuentes de información, los médicos pueden tomar mejores decisiones», destacó Pedro Álvarez.

Hablar de datos y de inteligencia artificial lleva inevitablemente a abordar una cuestión inherente a este nuevo escenario: la privacidad, la ciberseguridad y la protección. Es un debate en el que los espacios de datos tienen como objetivo adaptarse a la regulación europea. «Una labor fundamental de los espacios de datos es que las empresas sean capaces de cumplir con la regulación sectorial. Para ello, es importante tener en cuenta a las pymes, ayudar a que todas las empresas, sin importar su tamaño, lo entiendan y aprendan a usar y compartir sus datos», explicó Nuria de Lama, directora de Consultoría en IDC. Para ello, los especialistas consideran necesario que en los espacios de datos haya todo un ecosistema de servicios con personal y herramientas que permitan analizar y visualizar la información. Una tarea en la que las compañías más grandes e implicadas en el big data «seamos tractores de este tipo de iniciativas, transmitiéndolo al mercado para que las empresas más pequeñas sean participes de esta revolución y no se queden por el camino», añadió José Manuel Alonso, experto en Open Data & Open Web de CTIC.

En el coloquio se ahondó en un campo aún por acotar y que presenta grandes desafíos para el tejido productivo pero también grandes ventajas. «Entender la importancia del dato es fundamental. Hay empresas que aún no han llegado a entender el valor de los datos que ellos generan. Por eso, hacen falta ejemplos, poner en valor cómo se puede usar la compartición de datos, cómo se recupera esa inversión. Al final, la motivación principal para invertir en espacios de datos es que haya necesidad de ello, las empresas necesitan ver un beneficio para invertir en ello», recalca Nuria de Lama.

Existen Cantidades ingentes de datos que ganan valor si se comparten. Es por ello que los expertos del sector abogan por promover esa compartición de información. «En el sector de la sanidad, si tenemos información de distintas fuentes de datos podemos atender al paciente desde el punto de vista más amplio, con parámetros genéticos, demográficos…así la salud de los pacientes puede mejorar mucho y también se puede ahorrar dinero compartiendo datos», subrayó Pedro Álvarez.

Con un presente en construcción, al futuro solo se le puede pedir que «los espacios de datos funcionen, que se fortalezcan y que sean capaces de garantizar privacidad y seguridad. El resto viene solo», subrayó José Manuel Alonso.

 

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