Entrevista | Francisco Javier Cuevas Maestrox Francisco Javier Cuevas Maestro | Catedrático de Física Atómica

"Falta mucho por conocer del Bosón de Higgs, hasta 2041 habrá estudios"

"Formar a los estudiantes para que hagan sus tesis y vuelvan como profesores es para mí lo más importante y gratificante"

Javier Cuevas, en la Facultad de Geología, en Oviedo.

Javier Cuevas, en la Facultad de Geología, en Oviedo. / Miki López

Cosas de la vida, ha coincidido el ingreso en la Academia de Asturias de Ciencia e Ingeniería del catedrático Javier Cuevas Maestro (Santander, 1961) con el fallecimiento, este pasado martes, de Peter Higgs, científico premio "Príncipe de Asturias" y considerado padre del Bosón de Higgs. Será la denominada "partícula de Dios" –por explicar el origen de todas las de la masa del Universo– la protagonista de su discurso de ingreso en la institución, esta tarde, a las 17 horas, en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo.

–¿Qué significa su toma de posesión en la Academia?

–Personalmente es un honor que alguien me haya tenido en cuenta para entrar y haré lo mejor posible dentro de lo que se puede hacer, como acercar la ciencia a la sociedad y contribuir en cualquier aspecto que se demande. Espero hacerlo bien. La academia nació con el objetivo de ayudar a fomentar la ciencia e ingeniería para acercarla a la sociedad. Aunque hay otros estamentos que lo hacen, la academia lo hace con el objetivo de vincular a científicos e ingenieros, algo que creo que es muy positivo, ya que lo hace desde todas las áreas de conocimiento.

–¿Cómo valora el trabajo de su grupo de investigación?

–Estamos trabajando 16 personas y es de lo que estoy más orgulloso. Lo importante es formar a los estudiantes, que hagan tesis doctorales, que salgan al extranjero y que puedan volver como profesores e investigadores. Poco a poco lo vamos consiguiendo y es lo más gratificante a todas luces. Es importante que la Universidad se enriquezca en base a ellos.

–¿Qué implicó la confirmación del Bosón en 2012?

–En 1964, Higgs y varios autores se dieron cuenta de que era necesario encontrar un mecanismo de validación. En Física hay que explicar las cosas, como en este caso, por qué tienen masa las partículas. Cuando uno profundiza en la materia y llega a las partículas elementales, éstas no están compuestas por nada, no tienen estructura. No es como un ladrillo que se trocea y su peso es el mismo que el de sus componentes. Esa idea en física fue muy perseguida. La masa del electrón afecta al tamaño de todas las cosas, a la existencia de los átomos y de la materia tal como lo conocemos, pero no se sabía su procedencia. Higgs y otros científicos propusieron la idea de que debía existir un campo a partir del cual, por interacción de las partículas con ese campo, se generaba la masa de las partículas. Esto cerraba un capítulo a la hora de entender las cosas.

–¿Y cuál es su relevancia?

–Tiene muchas propiedades. Puede ser la partícula que explique y que conecte la materia ordinaria con la materia oscura, por ejemplo. Es una nueva ventana a más cosas porque es una partícula muy joven. Se conocen algunas propiedades, pero la mayor parte no se han medido. Los trabajos de estudio se alargarán hasta el 2041, aproximadamente. Son fechas muy a largo plazo. Faltan muchos años para conocer más. El mayor problema es que el Bosón se produce pocas veces. Hace falta otro acelerador con más energía para producirlo más veces y entenderlo mejor. En lo que se piensa actualmente es en un acelerador de partículas combinadas que funcionará a partir de 2045. Hay que multiplicar la energía por diez para poder seguir avanzando. Esa es la primera fase. La segunda fase, donde se medirán las particularidades de verdad del Bosón, será entre 2070 y 2080. Hasta dentro de 50 o 60 años no tendremos grandes avances. Si no hay ninguna revolución, lo más probable es que el Bosón de Higgs domine el estudio de sus propiedades.

–¿Qué se conoce hasta ahora?

–Se conocen bastantes cosas. Con mayor o menor precisión, se sabe que el Bosón de Higgs es capaz de explicar la masa de las partículas elementales más pesadas. Pero se sabe con una precisión insuficientemente satisfactoria, del orden del 5 por ciento y en este campo es escaso. Hay que conocer con mayor precisión lo que sabemos hasta ahora.

–¿Y qué se desconoce?

–Lo más importante: si el Bosón de Higgs se da masa a sí mismo. Esta es la cuestión que todo experto diría que, en los próximos años y entre muchas cosas, es lo que hay que estudiar. Es la pregunta que hay que responder con el nuevo acelerador de partículas, aunque seguramente nos dejará a medio camino. Para tener una respuesta certera necesitaremos otra máquina nueva. Con esa propiedad se pueden explicar cosas como la estabilidad del universo como un todo, y eso es lo más importante que se quiere saber. Si el Higgs se comporta como esperamos, certificará que el universo es estable. Sino, la cosa cambia mucho.

–La investigación plantea más preguntas que respuestas.

–Al menos, tantas preguntas como respuestas. Hasta que no haya una medida del potencial, no se puede estar tranquilo a la hora de entender cómo pasan las cosas. Según se aprende surgen más preguntas. La materia oscura es otra cosa que, sin saber cómo ni por qué, puede estar vinculada al Higgs. Las partículas conocidas como visibles interactúan con los fotones y por eso las podemos ver. La materia oscura no se relaciona con ellas, pero es cinco veces más numerosa que la visible. Sin embargo aún no sabemos si el Higgs interacciona con la materia oscura. Es algo muy delicado porque es difícil de medir, pero es una idea que está en la cabeza de todo el mundo. También ronda en la cabeza que el Higgs está relacionado con la energía oscura, de la que podría ser responsable en parte. Es una nueva ventana que nos podría permitir adentrarnos en problemas que desde el punto de vista de las partículas no teníamos cómo hacerlo.

–¿Qué dificultades conlleva el trabajo con el Bosón?

–Tiene un gran problema y es que es una partícula muy inestable. Tiene una vida media de 10 elevado a menos 25 segundos. Somos capaces de ver un mili segundo, una micra, un nanosegundo. Pero esa medida es algo que nuestro cerebro no puede interpretar. El Higgs se desintegra en partículas estables que, en cambio, sí podemos interpretar. Con ello, inferimos información del Bosón a partir de las partículas en las que se ha desintegrado. A través de lo que detectamos en ese experimento, reconstruyendo hacia atrás la masa de las partículas, podemos saber cuánta masa tiene el Bosón. Estudiando la desintegración, podemos ir sabiendo si lo que esperamos es lo que se produce. Es el modo en el que entendemos su conducta. La dificultad es que en el acelerador se producen cosas mucho más abundantemente que el Bosón, por lo que hay que estudiarlas para saber si las que se producen en menor medida, como el Bosón, tienen las propiedades esperadas. Es un proceso complicado y lo que lleva más tiempo, porque se producen pocos "higgses" en comparación a otras partículas. Cuando queremos estudiar una propiedad, debemos entender el fondo del proceso en el que estamos interesados.

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