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Emoción y nervios en la llegada a Asturias de los niños saharauis: "Los primeros días son duros"

Más de 80 familias reciben a los menores que acogerán en sus casas los próximos dos meses

Niños y niñas del Sahara, a su llegada a Noreña.

Niños y niñas del Sahara, a su llegada a Noreña. / Fernando Rodríguez

Sergio Martín

Noreña

Los nervios y las ganas por abrazar a sus nuevas familias se impusieron al cansancio de un viaje que duró toda la noche y que los ha llevado desde los campos de refugiados de Tindouf hasta Madrid para continuar su travesía en autobús desde allí hasta Noreña. Un total 86 menores saharauis (46 niñas y 40 niños), de edades entre los 8 y los 12 años, pasarán los próximos dos meses en Asturias. Para algunos, ayer fue el momento del reencuentro con quienes ya los acogieron en otras ocasiones; otros conocían por vez primera el rostro de sus nuevas familias.

"Los primeros días son duros para todos, ellos echan de menos su casa y a su familia; pero poco a poco se van aclimatando y luego todo es más fácil", aseguran Mario Fernández y Covadonga López que, por segundo año, participan del programa Vacaciones en Paz, un proyecto solidario nacional que permite la acogida de niños y niñas del Sahara en verano. "Supimos de la iniciativa hace tiempo, pero lo fuimos dejando hasta que el año pasado nos atrevimos a acoger por primer vez", explica López, emocionada.

Emoción y nervios en la llegada a Asturias de los niños saharauis

El abrazo de una niña saharaui a la familia que la acoge. / Fernando Rodríguez

En Asturias, el programa está coordinado por la Asociación Asturiana de Apoyo al Pueblo Saharaui, que lleva "más de 40 años desarrollando la actividad satisfactoriamente, aunque desde la pandemia hemos tenido algunas dificultades", relata Carmen Soto, vicepresidenta de la asociación. El proyecto, que comenzó en 1979, se puso en marcha a través de la acogida de niños en campamentos gracias a Cruz Roja. Ante el éxito obtenido, quisieron involucrar a las familias "porque ellos también son embajadores de la causa", dice Soto.

Lo que buscan con este programa, según la organización, es ayudar a los niños alejándolos de las altas temperaturas que atraviesan en verano los campamentos en los que viven –que pueden llegar hasta los 55 grados– y permitir que accedan a revisiones médicas y controles de salud. "Su estancia en Asturias también les ayuda a conocer una nueva cultura, diferente a la que ellos tienen en su lugar de origen", explica Paula Bernardo, responsable del programa en Oviedo.

Emoción y nervios en la llegada a Asturias de los niños saharauis

Un cartel de bienvenida para recibir a los niños saharauis. / Fernando Rodríguez

En el momento en que llegan los menores, la asociación entrega a las familias varias hojas con palabras en hassanía, el dialecto árabe que emplean en la zona de la que provienen, para que puedan ayudarlos en su integración. "Muchos no hablan aún español, pero poco a poco empiezan a soltarse", comentan las responsables. Durante su estancia, harán actividades como ir a la piscina, a la playa, a comprar o viajarán por otros lugares de España.

Una vez que todos los niños están junto a sus familias de acogida comienzan las vacaciones que los menores disfrutarán en Asturias. Hasta el 5 de septiembre vivirán experiencias inolvidables y llenarán la maleta de recuerdos y experiencias junto a sus familias de acogida. Después, realizarán su viaje de vuelta a Tindouf, con la vista puesta en poder regresar a España el próximo verano.

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