La presencia de médicos sin especialidad obstaculiza el acceso de los residentes recién formados, denuncia el SIMPA

“Lo que nos preocupa no es la nacionalidad de esos profesionales, sino la cualificación”, destaca José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico de Asturias

De izquierda a derecha, Alba Pérez, José Antonio Vidal y Miriam Revuelta, durante la comparecencia de esta mañana.

De izquierda a derecha, Alba Pérez, José Antonio Vidal y Miriam Revuelta, durante la comparecencia de esta mañana. / David Cabo

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Oviedo

La contratación de médicos de atención primaria que carecen de especialidad está obstaculizando la incorporación de los nuevos especialistas en medicina de familia. Así lo ha denunciado esta mañana el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), cuyos responsables han puntualizado que este tipo de contrataciones, que se pusieron en marcha con motivo de la pandemia de covid-19, continúan vigentes en toda España con el visto bueno del Ministerio de Sanidad y del Gobierno asturiano.

“Lo que nos preocupa no es la nacionalidad de esos médicos, sino la cualificación”, destacó José Antonio Vidal, secretario general del SIMPA. “Hay un limbo legal que les permite seguir”, señaló el doctor Vidal, quien agregó que “la falta de especialidad se da principalmente en medicina de familia” y que en toda la región “hay menos de 20 casos”. En otras comunidades autónomas este fenómeno está más extendido, señalaron los responsables sindicales.

Tanto Vidal como Alba Pérez, presidenta de la sección de residentes del SIMPA, enfatizaron que “es nuestra obligación defender los derechos de los profesionales y la calidad de la atención que reciben los pacientes”. "Puede haber sitio para todos, pero sería mejor que a los profesionales sin especialidad se les asignara una función sin contacto directo con el paciente", planteó Vidal.

Retener a 200 nuevos especialistas

Ambos dirigentes sindicales, junto a otros compañeros, protagonizaron una rueda de prensa en la que quisieron transmitir un mensaje claro y dominante: “Es necesario que la Consejería de Salud y el Sespa hagan todo lo posible para que se queden a trabajar en Asturias los aproximadamente 200 médicos que acaban la especialidad”. Se trata de unos 60 especialistas de familia y otros 140 del resto de disciplinas que el próximo día 24 concluyen su periodo formativo.

Las mayores necesidades se registran en medicina de familia, pero también hay especialidades hospitalarias con déficits importantes, como dermatología, psiquiatría, oftalmología, radiodiagnóstico o anestesiología. Todos los gobiernos autonómicos del país pugnan por atraer a los médicos recién formados.

Plus de exclusividad y salarios

Lo que reclaman al Principado los responsables del SIMPA es una mejora de las condiciones laborales y salariales de los médicos que les mueva a quedarse en la región en la que se han formado. En el plano laboral, dándoles opciones de promoción y mejora continuada con independencia del área sanitaria en la que ejercen.

Y en el plano económico, la demanda sindical es optimizar los salarios. De manera especial, el SIMPA urge al Servicio de Salud (Sespa) a reducir el complemento salarial por dedicación exclusiva, que en Asturias es más elevado que en cualquier otra comunidad (1.026 euros brutos al mes). “Hay que facilitar que los médicos compaginen actividad pública y privada, porque la alternativa es que se vayan en exclusiva a la privada”, indicó Vidal.

Según el secretario general del SIMPA, el sueldo de un médico que se incorpora como senior es de “entre 48.000 y 52.000 euros brutos al año”. Esta cifra contrasta con “los 120.000 euros que cobran los médicos en Francia o los 180.000 en Alemania”. 

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