Los chóferes ven grandes pérdidas en los desvíos por Cantabria y Lugo: "Será un palo"

"Las empresas no querrán asumir gastos por el cambio de ruta", alertan los transportistas

Los conductores creen que el Pajares será "un caos lleno de accidentes" todos estos días

Así se circula por el puerto de Pajares: la Guardia Civil auxilia a cuatro camiones articulados que han tenido problemas de tracción

LNE

Pajares (Lena)

El desplome de la ladera que tapó por completo la puerta de Asturias por la autopista del Huerna también va a provocar un buen agujero en las arcas de las empresas ligadas al sector del transporte de mercancías. Los trastornos para estas compañías ya son importantes teniendo en cuenta que la única alternativa para entrar y salir de la región es el puerto de Pajares, siempre y cuando esté abierto y no como anoche, que cerró para el tráfico pesado debido a una suave nevada. La propia delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, ha solicitado a los chóferes que, siempre que se dé esta situación en los próximos días, antes de que reabra el Huerna, busquen rutas alternativas para acceder a la Meseta a través de Lugo o Cantabria. "Eso suena muy bonito, pero cambiar las rutas supone muchos gastos y ningún empresario va a asumirlos si no le obligan. Pajares se va a convertir en un auténtico caos lleno de accidentes", sostiene uno de los cientos de camioneros que ayer sortearon el "argayón" por la vieja nacional N-630.

Este trabajador prefiere mantenerse en el anonimato por si su sinceridad le trae problemas, pero tiene las cosas muy claras. "Además de las pérdidas económicas también se va a incrementar de manera alarmante el riesgo de accidentes, así que los máximos perjudicados vamos a ser los camioneros", afirma. "Mientras se pueda, nuestros jefes nos van a obligar a pasar por aquí", añade, mientras hace un descanso en un apartadero situado en una curva cercana a la localidad de La Romía, desde donde puede apreciarse una importante caravana provocada por la avalancha de camiones que circulan con cautela por las empinadas cuestas del Pajares, la única alternativa a la autopista sepultada bajo el argayo, que registra a diario el paso de casi 1.500 vehículos pesados.

Por arriba, José Carlos Oya, junto al parador de Pajares; el trubieco José Modesto, y Abel Calvo, al lado de su tráiler. | F. V.

Abel Calvo, al lado de su tráiler. / F. V.

Un kilómetro más arriba, en dirección al puerto, está aparcado José Modesto, un trubieco que transporta productos alimenticios en un trailer refrigerado de 17 metros y tiene como destino la nave que tiene Alimerka en Bobes (Siero). Modesto se atreve a echar las cuentas de lo que le hubiera supuesto entrar a Asturias por Cantabria partiendo desde Madrid en vez de hacerlo por Pajares. "El rodeo implica una pérdida de tiempo de por lo menos dos horas. Serían unos 160 kilómetros de más, lo que traería consigo un consumo de gasolina cercano a los cien euros, aunque eso depende de muchos factores, como por ejemplo de la carga que lleves", explica. "También hay que tener en cuenta que nosotros tenemos que hacer un descanso de 45 minutos cada cuatro horas y media, así que si se incrementan los trayectos también habría que aumentar los descansos. Además, muchos de los viajes tienen que estar en el destino a una hora en concreto porque si llegas tarde puede que no descargues hasta el día siguiente. Y un camión parado siempre supone una pérdida de dinero", añade. "Todos estos gastos hay que multiplicarlos por todos los camiones que entran y salen cada día de Asturias, así que no es ninguna broma", recalca Modesto, que ayer ya pagó las consecuencias de no haber podido regresar al Principado por el Huerna. "He tenido que parar a hacer el descanso obligatorio porque por aquí se tarda mucho más. En condiciones normales ya habría llegado de sobra", afirma.

Youssef El Khldi no paraba de mirar ayer al cielo y rezaba para que no nevase. Venía de Murcia para dejar un cargamento de plátanos en Oviedo y tenía previsto regresar en cuanto terminase. "Mi empresa me avisó de lo que había pasado en el Huerna cuando estaba en Madrid y me pasó la ruta del Pajares. Sería una faena tener que volver por Galicia o por Cantabria", asegura. El Khldi también es de los que piensa que la N-630 puede convertirse en una trampa para los transportistas. "Muchos camiones llevan ayudas de freno eléctricas, pero quienes tienen que frenar a base de pie en estas carreteras tan peligrosas pueden acabar calentando los frenos y perdiéndolos", explica el joven, que conduce un camión pesado de 17 metros y cargado con 21 toneladas.

Los chóferes ven grandes pérdidas en los desvíos por Cantabria y Lugo: "Será un palo"

El trubieco José Modesto. / F. V.

El aumento del tráfico en el Pajares se notó ayer en Casa Ezequiel, en la vertiente leonesa, el único restaurante abierto para hacer una parada en los 20 kilómetros que tiene la carretera del puerto. "Yo sólo vengo los fines de semana y hoy –por ayer– me han llamado de extra. Este comedor grande no se abre nunca y hoy está lleno", aseguraba uno de los camareros a la hora de la comida. En una de las mesas Abel Calvo descansa para después seguir viaje con su camión lleno de zumos hacia Oviedo. Calvo también considera que el argayo del Huerta es "un serio problema" para el sector. "Es mucho trastorno. Todo es una cadena. Hay que circular con mucho más cuidado, los atascos son enormes y se consumen muchas más horas al volante, así que eso de ir por Galicia o por Cantabria ya sería el acabose", sostiene.

Los chóferes ven grandes pérdidas en los desvíos por Cantabria y Lugo: "Será un palo"

José Carlos Oya, junto al parador de Pajares. / F. V.

En la misma línea se mantiene José Carlos Oya, que ayer salía del Principado en dirección a Cuenca tras haber dejado un cargamento de agua mineral cerca de Oviedo. "Evidentemente va a ser un palo económico para las empresas, pero lo peor es que estoy casi seguro de que se va a producir más de un accidente", asegura.

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