Vuelven las pioneras de las "neopandereta"

Las cinco integrantes "Herbamora", que ya en 2007 fusionaron la tradición con la electrónica, presentan su EP "286 llunes"

Las cinco componentes de "Herbamora".

Las cinco componentes de "Herbamora". / Leti Cernuda

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Oviedo

En 2007, el quinteto de pandereteras "Herbamora" sacó el disco "¡Sali, L.luna!", con el que experimentaban una combinación sonora entre el jazz, el rock o los instrumentos electrónicos, la voz femenina y el sonido ancestral de la pandereta, el instrumento tradicional más vinculado a las mujeres. En 2013 publicaron su segundo trabajo, "N’Acústicu", y ahora, tras once años de parón, vuelven a la carga con "286 llunes", donde maridan sus voces y la percusión tradicional con la música electrónica.

"Herbamora" se adelantó a su tiempo. "Tanxugueiras", el trío gallego que desató el furor nacional por la pandereta, editó su primera disco en 2018. Y los discos de los grupos "L-R", "Algaire" o las creaciones de Rodrigo Cuevas, que revolucionaron el folklore asturiano no llegaron hasta pasada la primera década del nuevo siglo. Ahora "Herbamora" ya está en sintonía con una corriente musical que, desde Asturias, proyecta una nueva sonoridad de la tradición. "Nosotras queremos que todos estos cantares que aprendimos de nuestres güeles pasen por nuestro filtro para devolverlos a la gente joven que viene detrás", explica María Vázquez, una de las cinco componentes del grupo junto con Elena Rodríguez, Paula Cristóbal, Natalia Nuño y María Vázquez.

Las cinco, cada una de ellas de un rincón de Asturias, se conocieron gracias a su participación en distintos grupos de baile tradicional. Cada una tiene su oficio –ingenieras, administrativas, enfermeras, agricultoras– y una pasión: la tradición y la pandereta: "Estamos devolviendo al pueblo lo que ye del pueblo. Nosotros hacemos cantares de mujeres que trabajaban y, mientras, estaban siempre cantando; mientras cocinaban, cantaban; mientras amasaban el pan, cantaban. Y luego bailaban y siempre había una mujer que sacaba una pandereta, una lata o una sartén y tocaba".

Fue un parón marcado "por la pandemia y por el ciclo de ser mamis". Y también por el fallecimiento de Elías García, el añorado buziquista, clave en la escena folk asturiana, que las acompañaba. Pero retornan con "con mucha ilusión", con un EP de cinco canciones. Hay un vals de Tresmonte, en el que aparece la voz de Concha‘i Clara, Concepción Rodríguez Suárez, de Tresmonte, una de las pandereteras de referencia en Asturias y abuela de Elena Rodríguez, integrante del grupo. También hay dos sones de arriba de Cangas del Narcea y de Quirós, una canción de siega de Ribadelago (Sanabria) y un baile ligero de Pajares. Se trata de un trabajo musical marcado por la "sororidad y el empoderamento colectivo", producido por Ruth Suárez, que es además la profesora de técnica vocal y canto de las cinco de "Herbamora". El EP cuenta con la colaboración de la diseñadora Cristina Redondo y la fotógrafa Leti Cernuda. Está grabado en los estudios Ovni de Llanera. "A ver si conseguimos cambiar eso que se dice, negativamente de que este es un país de pandereta. Si efectivamente tuviéramos un país de pandereta seríamos todos mucho más felices; cantaríamos, bailaríamos y sería todo maravilloso. Ese sería nuestro país de pandereta imaginado", apunta María Vázquez.

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