La icónica foto que muestra el indisoluble amor de los asturianos por la sidra: ¿dónde tomaban estos culetes en mitad de una gran nevada?

La historia de una imagen icónica del gusto por la sidra que recobra valor tras el reconocimiento de la bebida como Patrimonio Mundial

La imagen icónica de cinco hombres bebiendo sidra en plena nevada.

La imagen icónica de cinco hombres bebiendo sidra en plena nevada. / Valentín Vega

Mario Antuña

Mario Antuña

La imagen podría convertirse en uno de los iconos de la historia sidrera asturiana. Cinco hombres se mantienen impertérritos bajo una gran nevada, mientras beben sidra bien escanciada. Reúne amor por la sidra, resistencia ante la adversidad, compromiso por los productos de la tierra, compañerismo, solidaridad, amistad, buen humor... Algunos de los bienes que caracterizan el acervo de la sidra de Asturias, distinguida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Que nadie piense que es un montaje o una de las desgraciadamente recurrentes "fake news". La fotografía es real, tomada en un paisaje reconocible y con protagonistas auténticos, casi héroes ante la adversidad meteorológica, si no fuera por que seguro que estuvo promovida por el ánimo de camaradería y diversión tan sidreros.

El autor fue el reconocido fotógrafo Valentín Vega, natural de Luanco, formado en Gijón y que se asentó en El Entrego en 1951. Buena parte de su extensa obra fotográfica permanece custodiada en el Pueblo de Asturias. El lugar es el parque de La Laguna de El Entrego. ¿Cuándo? La fecha no está especificada en el original, pero es muy probable que se pueda datar en alguno de los años de la década de los 50 del pasado siglo.

Los protagonistas son cuatro clientes y un camarero de la Sidrería La Laguna, conocida en El Entrego como "el bar", ubicada frente al parque. En un guion cinematográfico se especificaría: "Exterior, día, gran nevada, sidra y festejo de amigos...".

Alrededor de una mesa transportada desde el establecimiento hostelero, al igual que la sillas, y colocadas en la entrada del parque, se encuentran, por la izquierda, Antonio Vigón, Manuel Fernández, el popular "Majillo" (con gorra), Agustín el marmolista y Saúl...; el escanciador, en manga corta, es Julio Rodríguez Camblor, "Julín", por entonces camarero. Todos residían en El Entrego, eran clientes habituales de La Laguna y compartieron durante su vida una entrañable amistad.

Si se hubiese escrito un relato sobre la instantánea, seguro que no diferiría en exceso de alguna de estas posibles líneas argumentales, intuidas conociendo el paisanaje de La Laguna. Gran nevada, frío y alguien llega a comentar que la sidra no entiende de mal tiempo cuando se trata de beberla y para demostrarlo salen a la intemperie ignorando los copos de nieve y las bajas temperaturas; o alguien aventuró de cachondeo el popular "a que no hay..." para ir a tomar unos culetes al parque.

Fuera como fuese, los cinco amigos, con madreñas, escasa ropa de abrigo y buen humor por estufa, acaban sentados alrededor de una mesa, escanciando y bebiendo, mientras continúa nevando. No para hacer la foto y volver a resguardarse con urgencia al interior del bar, no parece el caso; fíjense que sobre la mesa ya hay dos botellas, más la que escancia "Julín". Y seguro que ya puestos alguien comentaría: "Hay que llamar a Vega para que nos haga una foto". Y otro apostilló: "Ta fresquina, ta pistonuda". ¿Hay mayor demostración de devoción por la sidra? Incluso se les puede considerar los precursores de lo que hoy, de la mano de la innovación, se denomina sidra de hielo.

La imagen apareció publicada, en junio de 2023, en la página de Facebook "El Entrego en blanco y negro", que gestiona José Manuel Rodríguez Calleja, quien la recibió, a su vez, de Juan Fernando Rodríguez, "Juanfer", investigador de los aconteceres locales y que acaba de publicar el extenso volumen "Arrieros y carboneras", junto a Severino Antuña. También formó parte de una exposición anterior del Pueblo de Asturias. La fotografía permaneció todos estos años en manos del camarero, Julio Rodríguez Camblor, fallecido en 2022, quien se acabaría convirtiendo en un reputado empresario en sectores como la construcción y los hormigones.

El propio Julín se la entregó a Juanfer, custodio de buena parte de la memoria en blanco y negro de El Entrego. Así perduró una imagen icónica de la cultura sidrera merecedora de su banda sonora: "Echa otru culete, a ver si escampa".

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