Me quedo en el pueblo

Pedro Carballido y María Costa, unidos frente al mar por Asturias y por el diseño

El gijonés y la barcelonesa dejaron atrás sus trabajos para dedicarse de lleno en Candás a la artesanía textil y a la pintura, con creaciones singulares de estilo retro que no dejan a nadie indiferente

María Costa y Pedro Carballido, con algunos de los artículos de su tienda Pimponeti Art, en Candás.

María Costa y Pedro Carballido, con algunos de los artículos de su tienda Pimponeti Art, en Candás. / Ana Paz Paredes

Candás (Carreño)

Cerca del puerto de Candás abrieron este año su establecimiento Pedro Carballido Garrido y María Costa Surós. Desde lejos podría parecer una tienda más de souvenirs y recuerdos de Asturias, pero basta detenerse en su escaparate para percatarse enseguida de que allí lo que se crea dista de lo habitual: camisetas donde Yoda viste de asturiano, toca la gaita y reza "AsturWars" o la de "Cazafartures", donde el emblemático fantasma se dispone a comerse un chuletón acompañado de sidra asturiana, son algunos de los diseños retro, como a él le gusta definirlos, de Pedro Carballido, pero tiene muchos otros donde por supuesto Candás, Asturias o Perlora tienen su protagonismo. Firma su obra con el nombre de Pimponeti Art, y pronto tendrán su nueva página web al contar con el kit digital.

Su historia es la de unos emprendedores que decidieron dejar atrás sus empleos para abrir su propio negocio tras haber expuesto su obra en diferentes mercados. Las ventas y el apoyo del público les animaron a abrir su tienda en Candás, fruto de un cambio total de vida de Pedro Carballido, de Gijón. Este, que estudió mecánica naval, trabajó un tiempo como marinero en el puerto deportivo. "Luego me fui dos años a Londres, donde trabajé de todo: cocinero, camarero, y cuando volví me incorporé a la empresa familiar de energías renovables", dice. Fue en 2018 cuando el gijonés decidió retomar el rumbo de su vida. "No me gustaba lo que hacía, llegué a tocar fondo y dejé el trabajo. Empecé a cuidarme, a buscarle un sentido a lo que hacía y encontré en el dibujo y la pintura mi auténtica vocación. A partir de los primeros cuadros se me ocurrió incorporarlos a camisetas, tazas y otros objetos y participé con ellos en Pasearte, un mercado que se celebra aquí en Candás. Fue tan gratificante que decidimos seguir adelante hasta que abrimos la tienda", dice.

María Costa es la cara visible ante el público; tiene don de gentes, es una enamorada de Asturias y no dudó en dejar atrás Barcelona, donde teletrabajaba vendiendo paneles solares, para estar junto a su pareja. "Cuando me trasladé aquí estuve teletrabajando un año hasta que arrancamos con la tienda", dice ella, quien se afana en mostrar a los clientes artículos retro, como unas tazas singulares y únicas donde Pedro ha tratado de reproducir, con un estilo muy personal, marcas "que hicieron historia en nuestra infancia y juventud". Fácil tomarse un café en un tanque que pone La Tila; detergente Colón, leche Lagisa, Simago o un carrete fotográfico.

Viven y trabajan disfrutando de lo que hacen y donde quieren, en Candás. Ambos creen posible emprender en el medio rural, sin embargo avisan de que "antes es preciso estudiar el sitio donde lo harás y si encaja tu modelo de negocio. Y lo más importante: que te guste lo que haces", afirman.

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