Entrevista | Antonio Trevín Lombán Expresidente del Principado y exdelegado del Gobierno, habla con LA NUEVA ESPAÑA tras hacer público que padece un cáncer de páncreas
"Ahora sé que mi agenda personal me la marca la quimioterapia"
"Conoces el cáncer a través de otros, pero cuando te afecta personalmente la cosa es completamente diferente", afirma Antonio Trevín, quien ayer hizo público que sufre un tumor de páncreas

Antonio Trevín, en una imagen de archivo. / LUISMA MURIAS
Antonio Trevín Lombán (Avilés, 27 de febrero de 1956) acumula un currículum político de notable envergadura: presidente del Principado (1993-1995), delegado del Gobierno en Asturias (2004-2011), diputado nacional (2011-2017), alcalde de Llanes (1999-2004)... Ayer, hizo público que sufre un cáncer. "Y además en el páncreas, que no es el más liviano precisamente", matizó. Maestro de profesión, Trevín es actualmente portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Llanes. Pocas horas después de dar a conocer su enfermedad, ofrece a LA NUEVA ESPAÑA una entrevista en la que, con singular serenidad, relata sus primeras semanas de convivencia con un tumor que confía en ver cronificado.
-Ha anunciado su enfermedad citando lo que escuchó en una conferencia al catedrático e investigador Carlos López Otín: "Mire primero a quien tiene a su derecha y después a quien tiene a su izquierda. Uno de los dos o usted acabará teniendo cáncer".
-A López Otín le escuché en dos conferencias, hace unos años. Lo que dijo aquel día no se me había olvidado. Lo que él pretendía era dar un cierto tono de normalidad, dentro de lo que significa la enfermedad. Y hoy se lo agradezco.
-¿Cómo se enteró de su diagnóstico?
-Me lo diagnosticó, en una revisión más o menos rutinaria del estómago, un médico que además es amigo, Antonio Linares. Es del pueblo de mi padre y hay una relación personal, aparte de la profesional. También es el médico de mi mujer. Padezco del estómago desde hace años y siempre me había tratado él. En este caso, empezó a pedir diferentes pruebas y análisis. Hubo una cosa que no le gustó demasiado y encargó pruebas más específicas y fue cuando salió que era cáncer de páncreas.
-¿Cómo se lo comunicó?
-El médico me llamó a mí, pero estaba comunicando. Entonces llamó a mi mujer y se lo dijo. Ya digo que tiene mucha confianza personal con los dos. Fue mi mujer quien me lo comunicó. Pero cuando yo colgué el teléfono, antes de que ella me lo dijera, ya me imaginé de qué iba. Estábamos pendientes de una prueba específica y, al ver la cara que ponía Luisa, me di cuenta de que era la confirmación de la posibilidad que me había avanzado el doctor Linares.
-¿Usted tenía sintomatología digestiva?
-Sí, pero tampoco grave. Al cáncer de páncreas lo llaman el asesino invisible porque muchas veces no da la cara hasta que está avanzado. Lo que tenía era algunas molestias de malas digestiones, mucha hinchazón en el estómago. No tenía dolores, pero sí pequeñas molestias de forma continua.
-¿Cómo se encuentra?
-Pues anímicamente muy bien. Y desde el punto de vista de la enfermedad, muy a gusto con el equipo del HUCA que me trata. Especialmente con la oncóloga, la doctora Jiménez Fonseca, que me da una referencia profesional de total seguridad. Lo que haces es ponerte sus órdenes y cumplir disciplinadamente lo que te indica. Y además con el agradecimiento de tener una buena guía en toda esta singladura.
-¿Ahora está con quimioterapia?
-De momento, quimioterapia, y después seguramente radioterapia.
-¿Y qué tal?
-Llevo poco tiempo todavía, un mes, lo que son cuatro sesiones. La quimio siempre es la quimio. Ya la conocía de manera indirecta con mi padre, que falleció hace más de cincuenta años, y con mi primera mujer, que falleció hace más de diez. Sabes que, a partir de la quimioterapia, tu agenda personal la marca la quimio. Y entonces sabes que tienes ese día, y dos o tres días más, en los que debes procurar no tener más agenda que la tuya personal.
-¿Por qué decidió hacerlo público ahora?
-Lo tenía preparado desde hace algunas semanas. Tengo una cierta presencia en redes sociales y me pareció un buen medio para contarlo. En esa página que tengo en Facebook tengo previsto ir relatando la evolución de la enfermedad. Igual que a mí me ayuda leer reflexiones y libros de otros enfermos, pienso que mi experiencia puede ayudar a otros que vengan detrás. Puedes dar algunas pistas de por dónde van las cosas. Y luego aportar reflexiones sobre aspectos vitales… Y también recuerdos y contenidos políticos, aunque supongo que serán minoritarios…
-¿Va a ser eso que se llama un cuaderno de bitácora?
-Una especie de cuaderno de bitácora, efectivamente. Empezaré ya. Conoces el cáncer a través de otros, pero cuando te afecta personalmente la cosa es completamente diferente. Si puedo ayudar a alguien, será estupendo. El otro día, la oncóloga me hizo un razonamiento muy interesante. Me preguntó si había mucha gente en la sala de espera. Le dije que sí. Y me respondió: "Pues no es que haya más enfermos de cáncer que antes; lo que hay es muchos enfermos de cáncer que viven mucho más tiempo". Esto es un elemento fundamental: se está cronificando la enfermedad, los tratamientos funcionan… Hay un factor de esperanza.
-Tiene asumido el cambio…
-Mi vida cotidiana cambia por completo. Todos sabemos que estamos aquí un tiempo finito, que esto se acaba, pero esto es un aldabonazo más de aviso, y lógicamente te hace reflexionar y ver la vida con otra perspectiva. Y también vivirla con otra perspectiva. Tratas de vivir con más intensidad los buenos momentos, que también los hay. Les das un tono vital mucho más intenso. Y los días malos vas aprendiendo a gestionarlos.
-¿Va a dejar alguna actividad?
-Hasta ahora y próximamente, no. Pero con el tiempo habrá que ir despidiéndose de algunas cosas o de bastantes. Es verdad que el ritmo será completamente diferente, mucho más tranquilo. Mi única responsabilidad es el Ayuntamiento de Llanes, pero tengo un magnífico equipo de concejales, muy jóvenes y muy preparados, y es bueno que vayan asumiendo mayores responsabilidades.
-¿Se prepara para un proceso de meses o incluso de años?
-Por las sensaciones que me está dando la oncóloga, creo que ésta es una batalla de tiempo. La estrategia va más por cronificar la enfermedad, y eso significa vivir con ella el tiempo que te resta. Hay que tenerlo claro e ir aprendiendo a gestionarlo, algo que se aprende más rápido de lo que parece. Para mí, esta etapa es cosa de dos con Luisa, mi mujer, la otra parte vital.
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