Vuelco al censo en Asturias, que gana con fuerza habitantes tras 13 años en picado

La constante llegada de inmigrantes da un "balón de oxígeno" demográfico a la región, pero su estructura poblacional "seguirá muy envejecida", según los expertos

poblacion

poblacion

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

Después de trece años en caída libre y sin freno, los datos de población de 2023 y 2024 le han dado a Asturias un respiro demográfico. La llegada de más inmigrantes (fundamentalmente, colombianos y venezolanos) ha hecho que la línea de la gráfica deje de mirar, por fin, hacia abajo y empiece a apuntar hacia arriba. En concreto, en el último año, el Principado ganó 3.539 habitantes, con una subida de inmigrantes de 6.758. Si se comparan los datos de 2024 con los de 2022, año en el que el Principado tocó fondo con 1.004.960, la población regional creció en 4.639 personas. Dicen los expertos que el leve ascenso "nos da un balón de oxígeno, pero no nos podemos engañar": la estructura demográfica, con pocos niños y muchos ancianos, "seguirá siendo la misma a corto y medio plazo". Es decir, "se coge impulso, pero los números rojos continúan".

El geógrafo Daniel Herrera, investigador del Observatorio del Territorio de la Universidad de Oviedo, afirma que "casi pase lo que pase" la demografía asturiana se mantendrá como está y solo cabe "adaptar nuestro funcionamiento" a esa nueva realidad de región envejecida. De momento, apunta Herrera, "los inmigrantes extranjeros no representan un porcentaje elevado en la región, son el 6% respecto al conjunto nacional" y, aunque llegasen más, el aumento que producirían en la natalidad sería tan leve que no tendría apenas impacto en la pirámide. Sucede otra cosa, según el experto: los países de los que proceden esta nueva población "están disminuyendo sus tasas de fecundidad y, cuando llegan a España, esa tasa aún baja más rápido".

El investigador Ícaro Obeso, del grupo de Estudios Jurídico-Sociales sobre Territorio y Desarrollo Urbano Sostenible de la Universidad de Oviedo, prefiere ver el vaso medio lleno. "El aporte de habitantes viene de la inmigración y es población adulta en edad de trabajar, que redundará en más críos, porque formarán una familia aquí", expresa. Eso, claro está, si Asturias logra mantenerlos. El reto, subraya Daniel Herrera, es que esa población "se integre y se quede". Eso dependerá, dicho está, del ciclo económico, pero también de otros factores en los que el Principado puede meter mano, como mejorar la calidad de vida de sus ciudades y pueblos, y favorecer el asentamiento de comunidades extranjeras. "Hay que evitar que sean ciclos de ida y vuelta. Las recetas mágicas aquí no existen y la inmediatez tampoco", remarca Herrera.

Con todo, la ganancia de población es un pasito en la buena dirección. Más aún cuando dos años atrás se daba casi por hecho que Asturias bajaría del millón de habitantes. Hoy conforman la región un total 1.009.599 personas, según los datos del INE de 2024. De ellas, 949.269 son de nacionalidad española y 60.330, extranjera. Según las últimas cifras de migraciones disponibles, correspondientes a 2023, el Principado atrae a más población de la que se marcha. Y no solo de fuera del país, sino también de dentro. Así, en 2023 Asturias fue la segunda región, después de la Comunidad Valenciana, que más población nacional atrajo. En términos totales, la comunidad recibió 11.986 personas más de las que se fueron al extranjero o a otros puntos de España.

Asturias gana población tras trece años en picado.

Asturias gana población tras trece años en picado. / LNE

Las cuentas demográficas, explica Daniel Herrera, dependen de cuatro factores: nacimientos, defunciones, emigración e inmigración. Los dos primeros son "más estructurales", o lo que es lo mismo, "tardan más en cambiar". Los dos últimos "se producen de manera más rápida", porque dependen fundamentalmente de cuestiones económicas. Pero éstos van más rápido tanto para bien como para mal. Es decir, "si hay un frenazo económico, volveremos a la situación anterior", a la de pérdida de población, como aclara Ícaro Obeso. La socióloga y profesora de la Universidad de Oviedo Marta Ibáñez cree que muchos de los inmigrantes que llegan a nuestra comunidad lo hacen para cuidar a una población claramente envejecida, buena parte de ellos procedentes de Latinoamérica. El año pasado Asturias perdió 826 niños de 0 a 4 años y, en cambio, ganó 455 ancianos de 90 a 94 años. De igual forma, el grupo de edad más numeroso, el de 45 a 49 años, sigue engordando, con 378 más. "Y ahora empezará a entrar en edad de jubilación la generación del baby boom", recuerda Ibáñez, a la vez que "la esperanza de vida sigue aumentando". La investigadora ve un filón para Asturias en la llamada silver economy, la economía centrada en los mayores.

65.730 menos en este siglo

Pese a que el Principado le ha dado la vuelta a la tortilla, al menos en número de habitantes, la región lleva perdidos en lo que va de siglo 65.730 residentes. Son casi la población de Siero y Villaviciosa junta. En 2009, Asturias alcanzó el pico de 1.085.285 habitantes y, a partir de ahí, inició su descenso hasta 2022. En 2010 fueron 948 menos; en 2011, 3.802; en 2012, 7.929; en 2013, 17.124; en 2014, 23.533... Y en 2022 se perdieron 80.329 personas. Con el punto de inflexión de 2023 y 2024, aún estamos a 75.690 habitantes de las cifras de 2009, que seguramente nunca lleguen. La proyección que el INE hace para 2039 es que Asturias se quedaría con unos 967.000 habitantes. Gracias al reciente proceso de llegada de inmigrantes, la bajada del millón se produciría en 2031. Habrá que ver si se cumple.

Por lo pronto, las defunciones siguen ganando la partida a los nacimientos. En 2023 hubo 202 menos alumbramientos que el año anterior. En concreto, fueron 4.545, que si se comparan con los registrados diez años atrás salen 2.126 bebés menos. Por su parte, defunciones se registraron 924 menos en 2023, con un total de 13.012.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents