El día en que Moriyón expuso a Cascos frente a un juez: "Su vida se podía seguir por sus tiques, de la mañana a la noche"

"No hay dinero B aquí", dice el exlíder de Foro, que niega problemas económicos

Enrique Lanza: "Los temas económicos se pasaban de puntillas por la dirección"

Segundo día del juicio a Cascos: el exministro asegura que no vino a Asturias "a lucrarse" y Moriyón advierte que "todo en Foro pasaba por él"

M. G. Salas / A. Domínguez

Francisco Álvarez-Cascos gobernaba Foro Asturias "en todos los órdenes" y en el partido "era quien mandaba". Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, actual presidenta del partido forista y quien inició la denuncia contra el fundador por presunta apropiación indebida de fondos, dibujó ayer en la segunda sesión del juicio contra el que fuera presidente del Principado el relato de un controlador de manual. Moriyón afirmó que Cascos controlaba en todos los aspectos la organización, tanto política como económicamente, mientras que el resto de dirigentes se sometían sin cuestionamiento a una obediencia ciega para "no tener follones".

La presidenta de Foro abrió las intervenciones de testigos en la segunda sesión del juicio de la Audiencia Provincial contra el exlíder del partido. Vino a ratificar lo expresado en la denuncia por presunta apropiación indebida: que Cascos cargaba al partido sus gastos personales y que no existía ningún control ajeno al líder. Y aunque hubiese una aparente estructura económica en el partido, a la postre todo pasaba por las manos de Cascos.

Moriyón negó incluso que existiese un sistema de control económico interno: "En otoño de 2019 nos llegó una carta del Ministerio de Interior en la que se nos daba 15 días para nombrar tesorero, que llevaba advirtiéndonos desde 2011, y que si no nos disolvía el partido", afirmó la actual presidenta de Foro.

La alcaldesa de Gijón afirma que "se podía seguir" la vida de Cascos "de la mañana a la noche" por los tiques que entregaba

Mientras que Álvarez-Cascos afirmó que internamente todo el mundo estaba informado de todas las decisiones (su defensa, el abogado Luis Tuero se encargó de exhibir actas de comisiones directivas), Moriyón afirmó que de nada se informaba o si se hacía era de aquella manera, porque nadie se enteraba.

La presidenta forista aseguró que no recordaba la comisión directiva en la que se aprobó la instrucción interna sobre la auditoría y la tramitación de los gastos de representación; afirmó que desconocía si Pedro Leal era la persona encargada del control legal interno de esas cuestiones o quien se encargaba de los contratos de arrendamiento de sedes del partido. Tampoco recordó haber asistido a ninguna reunión en la que se abordase la rescisión del contrato de la sede en Madrid que el partido alquilaba a una empresa vinculada a Cascos. No sabía si el líder del partido cogía o no vacaciones, ni cuál era el sistema por el cual se le compensaban gastos o se le remuneraba.

Sí tardó en conocer la alcaldesa de Gijón que dos veces a la semana Cascos se traslada a Madrid para estar con sus hijos, pero tampoco sabía si esos viajes se cargaban al partido o constaban como personales. Solo lo descubrió después, al comprobar la contabilidad. "Me pareció extraño, yo no concibo un presidente de comunidad autónoma que se desplace de Asturias a Madrid dos días a la semana", señaló.

"Yo lo que sé lo sé a raíz de la auditoría interna que nos dice que el señor Francisco Álvarez-Cascos percibió unas retribuciones del partido de en torno a unos 200.000 euros, entre todos los conceptos, con hotel aparte y chófer aparte".

Moriyón relató cómo accedió a la realidad contable del partido tras abandonarlo Álvarez-Cascos en 2019, al descubrir una deuda de 350.000 euros que puso en riesgo el futuro de la formación. Moriyón explicó que tras el "descalabro electoral" de 2015 (cuando Foro pasó de 13 diputados autonómicos a tres), y los malos resultados de 2019 (quedó con dos parlamentarios), ella misma pidió conocer las cuentas: "Nos enfrentábamos a una deuda por gastos de campaña de 350.000 euros y nos enfrentábamos también a cerrar el partido", explicó Moriyón al tribunal presidido por Javier Domínguez Begega.

Carmen Moriyón: "Cascos mandaba en Foro en todos los órdenes; todo pasaba por él"

Mónica G. Salas / A. Domínguez

Ella misma fue la primera en revisar las cuentas y pudo comprobar cómo a través de los tíquets que Álvarez-Cascos pasaba al partido "se podía seguir su vida, desde la mañana a la noche, porque eran gastos absolutamente personales".

La preocupación de Moriyón fue en aumento, según su relato, cuando vio que el partido abonaba con anterioridad a Cascos 5.000 euros mensuales, y cuando descubrió el alquiler de la supuesta sede del partido en Madrid a la empresa Cinqualium, inicialmente propiedad de Álvarez-Cascos y luego transferida a su entonces esposa, María Porto. "Me metí en internet y busqué, y vi que esa empresa estaba vinculada a la señora María Porto", explicó Moriyón.

La actual presidenta de Foro Asturias testificó ante el tribunal para trasladar dos ideas básicas: primera, que ella no tuvo conocimiento hasta 2019 de la contabilidad real del partido, y, segunda, que Álvarez-Cascos hacía y deshacía a su antojo, por lo que la decisión de pagarle sus gastos, muchos de ellos de carácter personal, había sido de él mismo.

Un ejemplo: Moriyón relató cómo cuando ella ya era presidenta de Foro Asturias (fue elegida en un congreso del partido en 2018), quiso hacer una campaña promocional de la candidatura en las redes sociales. "El colmo es que fui a pedir un dinero, una miseria, para promocionar en redes las publicaciones, y se lo pedí a Rosario Cabal (contable del partido) y me dijo: ‘Carmen, ¿sabes que eso tiene que autorizarlo Francisco?’. Francisco era vicepresidente y para no tener follones no hubo promoción en redes".

La alcaldesa de Gijón aseguró que "todo pasaba" por Álvarez-Cascos incluso cuando ella era presidenta. En los órganos internos del partido, como las comisiones directivas, no había debate. "En modo alguno", ratificó Moriyón. Allí se informaba del presupuesto del partido, pero sin detalles. "Se aprobaba una relación de ingresos y gastos; se leía y se aprobaba", sin específicar cuanto correspondía a dietas o a conceptos diversos.

"Todo pasaba por él y en las comisiones directivas no había debate", declara

"Se lo voy a resumir: hasta el año 2019, yo confiaba plenamente en la honorabilidad y en las capacidades del líder", admitió Moriyón. Esa fe ciega se resquebrajó "cuando Francisco Álvarez-Cascos se va a Madrid, desaparece de escena y nos encontramos, el secretario general (Adrián Pumares) y yo, con el hecho de tener que afrontar una deuda de 350.000 euros; se nos cayó el mundo encima", afirmó. No fue hasta 2019, pese a haber sido elegida presidenta en 2018, cuando Moriyón toma "las riendas reales". Hasta entonces no vio "ningún documento interno".

Moriyón señaló que la revelación del rosario de gastos que el partido pagaba a Cascos supuso un shock. "Empecé a preguntar: ¿Quién es Paco Martínez? Y supe que era una franquicia (de bolsos), no era ningún señor". Y todo aquel listado resultaba revelador, porque eran "gastos pequeños, en el hotel, de comprar unos cargadores en un chino, hacer la compra ordinaria de casa", dijo Moriyón.

Incluso relató cuando Álvarez-Cascos, tras los malos resultados de las europeas de 2014 (a las que Foro concurrió), le pidió una reunión privada para pedirle que transfiriese los 40.000 euros que tenía en la cuenta corriente el grupo municipal de Foro Gijón al partido. "Le dije que en 2015 habría elecciones y que queríamos tener dinero para afrontar la campaña sin recurrir a créditos; pero me dijo que hacía falta el dinero y que hiciera una transferencia". Al final, tras una reunión "tensa y difícil", Moriyón accedió a transferir parte de los fondos a las cuentas regionales del partido.

La defensa de Cascos también citó las denuncias que Moriyón tuvo por la gestión de fondos del partido en Gijón, que ella atribuyó a una campaña de afines a Cascos. En todo caso, Moriyón afirmó que en los inicios de Foro ella era una recién llegada a la política: "Estaba tan asustada que en el 2011 no recuerdo ni sé por dónde andaba; bastante tenía, que se me caía el ayuntamiento encima todos los días".

"No hay dinero B aquí", dice el exlíder de Foro, que niega problemas económicos

Francisco Álvarez-Cascos se dedicaba "fulltime", las 24 horas del día, sin descansos ni vacaciones a Foro Asturias. Y exigió como única condición para liderar el proyecto que se le cubriesen sus gastos para poder atender las visitas programadas semanales con sus hijos. Así lo aseguró el expresidente del Principado, acusado por el partido que él mismo fundó de apropiación indebida de fondos que la fiscalía eleva a 181.648 euros. Aquel acuerdo no tuvo constancia documental porque Foro estaba fundado por "gente de palabra, y se mantuvieron los compromisos adquiridos de palabra".

En su declaración ante el juez, en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial, Álvarez-Cascos afirmó que ni siquiera él mismo reclamó compensaciones: "Acepté lo que me propusieron", dijo, y él mismo promovió que todos los dirigentes de Foro se bajasen los sueldos en 2015 cuando el partido atravesaba dificultades económicas por los malos resultados electorales. "Luego, cuando se pagaron las deudas, se aprobó volver a los niveles retributivos, pero yo no me lo subí", aseguró.

Cascos: "Yo no vine a Asturias a forrarme ni a lucrarme, solo vine a servir"

A.D.

La acusación de Foro, representada por el abogado Luis Llanes, abrió la sesión continuando con el interrogatorio y las primeras preguntas que se ciñeron a saber si algunos de los gastos pasados (comidas, desplazamientos o incluso la compra de un tresillo) estaban justificados. También sobre lo que Cascos consideró "gastos de representación".

La contabilidad de esos gastos, según Cascos, se hizo en Foro por el mismo sistema que él utilizaba en el ministerio de Fomento. "Yo no vine aquí a forrarme ni a lucrarme, ni con ningún otro ánimo que el de servir", aseguró. También señaló que nunca tuvo tarjeta del partido, ni jamás tuvo poderes para acceder a las cuentas bancarias ni claves informáticas. "En Foro no hay un solo gasto opaco ni suntuario; no hay dinero B aquí", afirmó en otro momento, a preguntas de su defensa.

Afirmó que utilizaba sus vehículos propios para desplazamientos vinculados a su actividad política, por lo que acordó con el partido que este abonase la gasolina y el mantenimiento, lo que explicaba los gastos de talleres mecánicos pagados por Foro. Y no utilizó él mismo el coche del partido, porque "conducir un vehículo que no es el propio requiere habilidades especiales y yo no soy conductor profesional".

"No vine a lucrarme, sino a servir", dice el exlíder de Foro, que niega que tuviese problemas de dinero

Atribuyó también algunos gastos en regalos a la "norma de estilo" de Foro de ser agradecido a los colaboradores y las facturas de floristerías (alguna a un establecimiento propiedad de su hija) a que "lamentablemente tuvimos que dar muchos pésames". "Un dirigente político tiene que cuidar su imagen y el respeto a los demás, cuidar las formas para transmitir prestigio", dijo Cascos.

Negó, además, que tuviera problemas económicos personales por los que tuviera que financiarse a través del partido y que, simplemente, pasaba los tiques a la contable del partido, a la que atribuyó junto a los dirigentes que tenían firma mancomunada, la decisión de qué gastos se le abonaban o no. Aseguró que de todo ese procedimiento fue informada la comisión directiva del partido, en una instrucción que regulaba esos gastos. Y resaltó que en todo momento las cuentas del partido fueron fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas sin que hubiese reparos relevantes.

"Nunca hice ninguna exigencia, y algunos gastos no se me abonaron", aseveró. Eso sí, admitió que Foro le hizo un préstamo personal que devolvió al año, porque el partido era "mi empresa". Inmediatamente lo aclaró: "Yo no tenía otro medio de vida".

Enrique Lanza: "Los temas económicos se pasaban de puntillas por la dirección"

"En Foro todo lo decidía, tanto en el ámbito político como en el económico, Francisco Álvarez-Cascos". Así de tajante fue ayer, en su declaración ante el juez como testigo, Enrique Lanza Morán, vicesecretario de organización de Foro Asturias y uno de los fundadores del partido. Lanza trató de desmontar (como minutos antes hizo Carmen Moriyón) la tesis del expresidente del Principado de que él no llevaba el timón económico del partido. Nada más lejos de la realidad, según el integrante de la actual comisión directiva. En pocas palabras, Cascos era el mandamás y nada se hacía sin su control: "Ejercía tanto la presidencia como la secretaría general", declaró.

A preguntas del fiscal, Lanza expuso cómo funcionaba entonces el sistema de pagos en Foro. "Charo Cabal solo era la contable y la tramitadora. Los tíquets unas veces los pagábamos Pelayo Roces y yo, y otras Charo y yo, dependiendo de la época. Pero la autorización siempre venía de arriba: de Cascos y Pelayo Roces en el origen y, a partir de 2015, de Cascos. Nunca nadie tomó una decisión económica más que él, que ellos", aseguró. Es más, añadió, "los temas económicos se pasaban de puntillas por la comisión directiva; nunca se trataron en la comisión".

A Enrique Lanza tampoco le consta que se hubiera pactado las condiciones económicas a las que aduce Cascos para pasar viajes y comidas para ver a sus hijos. De la misma forma, negó tener conocimiento de una sede en Madrid. "No existió esa sede. No tenía ni correo ni teléfono. Incluso en un informe propio (de Cascos) figuran las 21 sedes de Foro y no nombra la de Madrid", comentó.

Luis Tuero, abogado del acusado, sacó el tema del kilometraje. Lanza contó que él nunca pasó gastos hasta 2014, año en el que se lo autorizó Álvarez-Cascos, a 0,19 euros el kilómetro. "Yo viajaba con él, pagaba los cafés y todo lo que se tomaba. Mis gastos eran los gastos del señor Álvarez-Cascos en Asturias. Íbamos juntos. Yo no andaba por ahí a mi bola". Aquí Enrique Lanza, con gesto de enfado, se despachó a gusto: "¿Cómo iba a cobrar Cascos desplazamientos si tenía coche y chófer y aquí, en Asturias, lo llevaba yo?".

El letrado pasó entonces a preguntarle por los "no descansos" del exvicepresidente del Gobierno de España, quien declaró en el juicio que en aquellos años no tenía "ni vacaciones ni horas en blanco", que trabajaba "full time". "¿Alguna vez vio usted descansando al señor Álvarez-Cascos?", abrió interrogantes Luis Tuero. "Hombre, como todo el mundo. ¿Qué pasa que aquí no descansa nadie? ¿La gente trabaja día y noche o cómo es?", contestó Lanza irritado. El abogado volvió a la carga: "Le pregunto si alguna vez el señor Cascos cogió vacaciones". Respuesta: "Cogía días para ir a pescar o para ir a donde le daba la gana, como todo el mundo. ¿O es que hay alguien que trabaja 365 días 24-7?". "Bueno, parece que este señor (Cascos) sí lo hacía", reaccionó el letrado del acusado. A lo que Lanza remató con un: "¿Quién lo dice?".

El abogado Luis Tuero cambió de tercio y le preguntó por la propuesta de bajada de sueldo de Cascos en 2015. "No es que fuese propuesta de Cascos. Es que, tras el desastre electoral de pasar de 12 diputados a 3, teníamos una deuda de cerca de 300.000 euros y había que pagar a proveedores. Así que tuvo que bajarse el sueldo a 5.000 euros. Yo no sabía el sueldo que tenía anteriormente, de ello me enteré en la auditoría", confesó. Para terminar, el letrado de Cascos quiso que Lanza se pronunciase por el rechazo de Cascos a solicitar una indemnización por su salida del partido. El vicesecretario de Foro espetó: "¿Pero por qué va a pedir un finiquito si él pide la baja en junio de 2019? Cuando ve los resultados, se coge la jubilación, se censa en Madrid y se marcha".

El testimonio de Lanza vino a incidir en que con Francisco Álvarez-Cascos o vas con él o contra él. "En 2019 le llevé por primera vez la contraria, porque quiso hacer un congreso para echar a Carmen Moriyón. Y como le dije que no, hoy estamos aquí", señaló.

Antes que Lanza intervino también como testigo Laura Fuentes Fernández, que trabajó de abril de 2017 a noviembre de 2018 como secretaria en la sede central de Foro. Mayoritariamente, según concretó, lo hizo los sábados por la mañana y, entre octubre y noviembre de 2018, estuvo a jornada completa. Fuentes, citada por la parte de la acusación, acreditó lo mucho que trabajaba Cascos: "Trabajaba todos los días de la semana y a cualquier hora; también los sábados. Bajaba a Madrid con regularidad y, mientras viajaba, también nos llamaba y trabajaba. Que yo supiese nunca cogió vacaciones. Trabajaba todo el tiempo e incluso domingos".

Durante ese año largo, Laura Fuentes trabajó codo con codo con Rosario Cabal en la oficina. "Alguna vez Charo Cabal nos decía que pagásemos los tíquets. Firmaban un papelito, percibían el dinero y ya está. Los gastos del diario se pagaban en dinero, teníamos una caja", precisó. A preguntas del fiscal, Fuentes dijo no poder saber si había una fiscalización de esos tíquets: "Charo decía lo que podíamos pagar y lo que no".

El juicio suma otra sesión: "A este ritmo, no acabamos ni para Semana Santa"

El juicio contra Francisco Álvarez-Cascos por apropiación indebida sumará un día más (el 20 de enero), debido a la extensa declaración del expresidente del Principado, que habló durante tres horas en la primera sesión, la de este martes, y otras dos en la jornada de ayer. Ello obligó al magistrado de la sala tercera de la Audiencia Provincial, Javier Domínguez Begega, a trasladar al día 16, a las 9.00 horas, las declaraciones de tres testigos previstos para este jueves y, a su vez, habilitar una nueva sesión para el 20. De esta manera, el juicio sumará un total de siete jornadas, siendo la última la del 29 de enero.

"A este ritmo no acabamos ni para Semana Santa. No quiero preguntas reiterativas, porque el señor Cascos se manifiesta muy generosamente", apercibió en un momento dado el magistrado al abogado de Cascos, Luis Tuero. Contra todo pronóstico, el exfundador Foro quiso contestar "a todas las preguntas" del juicio (del fiscal, del abogado de Foro, de su propio letrado y del juez) y lo hizo largo y tendido. Eso ya convirtió la sesión del martes en una exclusiva declaración de Cascos. Y ayer solo pudieron intervenir dos testigos propuestos por la Fiscalía: Carmen Moriyón y Enrique Lanza.

Ayer, tras la declaración de la alcaldesa de Gijón y producirse un receso de diez minutos, el abogado Tuero se quejó al magistrado a propósito de que los testigos estaban escuchando las grabaciones del juicio, entre otras vías, a través de lne.es, que habilitó un directo sobre la vista. "Y qué quiere que haga", replicó Javier Domínguez Begega. "Solo hace falta conectarse a una tablet para saber lo que está pasando. Entonces, ¿vamos a decirles que no lo hagan, que no vean lo que está pasando? Yo tengo competencias de esa puerta para dentro, de ahí para fuera no", apuntó el juez.

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