Heladonas para los que madrugan

Cuando la topógrafa Susana García salió este martes bien temprano de su casa en el concejo de Cudillero para iniciar su jornada se quedó helada por partida doble: el termómetro del coche marcaba menos tres grados, una temperatura no muy atractiva para empezar a trabajar al aire libre como es su caso.

También el de Adolfo Miranda, acuicultor en Somines (Grado), que tuvo que soportar él más frío que las truchas que cría: la temperatura ambiente era de menos dos grados, mientras que el agua de las piscinas marcaba 6. Pero ni a García ni a Miranda, así como a otros miles de trabajadores y profesionales asturianos madrugadores, les quedó más remedio empezar su jornada laboral bajo cero, en medio de las primeras "heladonas" del año.

Han tardado en llegar pero lo han hecho con ganas y, como muchos explican, quizás la falta de costumbre haya hecho que el frío se haya percibido de forma más intensa. Una cosa u otra, la cuestión es que esos que madrugan para trabajar ya se pueden abrigar bien –y no coger frío para evitar resfriados y facilitar las cosas a los virus gripales–, porque de aquí al fin de semana, según la Agencia de Meteorología, así será: con mínimas bajo cero y máximas que no remontarán mucho pese a los cielos despejados que se prevén.

Este martes el récord helador se lo llevó Pola de Somiedo, donde despertaron a 4,2 grados bajo cero. Pero en el concejo suroccidental están acostumbrados y no fue muy duro, asegura el alcalde, Belarmino Fernández Fervienza. "A veces llegamos a 10 o 12 bajo cero. Si sigue unos días es cuando aparecen las heladas", explica.

En Lena no anduvieron lejos, con menos 3,6 grados; 3,5 en Piloña, 2,2 en Amieva y 2,1 en Degaña. La niebla ayudó a mantener el mercurio parado en niveles tan bajos y en muchos sitios costó despejar. Las grandes ciudades también han visto temperaturas bajo cero, como Oviedo, con 1,2 y Gijón, con 1,3. Pero todos los registros muy lejos de Cuéllar (Segovia), récord en España con menos 12.2 grados.