Opinión
El análisis del congreso del PSOE asturiano: adiós a viejas batallas y un círculo que se cierra 30 años después
Barbón, Lastra y Huerga comenzaron su actividad política como aliados en las Juventudes Socialistas, pero las batallas internas del PSOE los colocaron en trincheras internas distintas hasta hoy

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Juan Plaza
"Hoy acaba todo, hoy empieza todo", escribía este sábado en su cuenta de Instagram Adriana Lastra, que afronta nueva etapa como vicesecretaria de acción política de la FSA, principal cargo orgánico tras Adrián Barbón. Acompañaba esa frase una fotografía de la propia Adriana con Pablo García Pando, quien durante tres legislaturas fue alcalde de Caravia (1999-2011). El mensaje de Lastra resume una historia secreta asociada a este 34º congreso de la FSA: la de viejos amigos de juventud que se reconcilian políticamente tras décadas de permanecer en trincheras diferentes dentro del partido.
Adriana Lastra, Adrián Barbón, Luis Fernández Huerga (nuevo secretario de organización de la FSA) y el propio Pando iniciaron su actividad política en Juventudes Socialistas. La escuela del PSOE, en la que la vida y la militancia se vivían con intensidad y pasión, propició ya entre ellos debates, alianzas y vivencias, muchas de ellas al calor del albergue José Mata, en Peñamayor.
Las viejas fotografías permiten ver a los dirigentes que hoy mantienen las principales responsabilidades en el PSOE asturiano con sus caras aniñadas. Adriana Lastra, con pelo corto, incluso se permitía algún mechón colorado. Hubo amistad y militancia. Avilés y Laviana votaron juntos en el congreso de Juventudes de Blimea de de 1997, contra la candidatura que quedó ganadora, liderada por Guillermo Martínez. Pero aquella alianza terminó quebrándose por las batallas internas en el PSOE.
La más decisiva fue la fractura interna con la que llegó la FSA al 27º congreso autonómico del 2000. La falta de entendimiento entre el entonces presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y el SOMA de José Ángel Fernández-Villa llevó al partido a un enfrentamiento que aún hoy algunos dirigentes recuerdan con crudeza. La discrepancia estaba llamada a resolverse en un congreso de cuerpo a cuerpo. El avilesino Álvaro Álvarez, afín a Areces y en el sector renovador, fue quien reunió el mayor número de avales; Javier Fernández, con el respaldo del SOMA, logró en el último minuto inclinar la balanza a su favor por solo 19 votos.
Aquel momento convulso separó a los viejos amigos de Juventudes. Adriana Lastra y Adrián Barbón se alinearon con el sector guerrista de Javier Fernández; Luis Ramón Fernández Huerga y Pablo Pando respaldaron a Álvaro Álvarez y los renovadores. Y las líneas se distanciaron internamente, aunque entre los cuatro siempre hubo correcta camaradería más allá de las diferencias.
La "leyenda negra" avilesina
La agrupación socialista de Avilés tiene sobre sus hombros una "leyenda negra" forjada en las últimas batallas internas. Siempre que hay primarias, los avilesinos se alinean con quien las pierde; después se convierten en una de las agrupaciones más leales para el ganador.
Javier Fernández logró reconstruir el partido internamente y no ejerció una posición de rodillo sobre Álvaro Álvarez, quien mantuvo el poder local en Avilés. Con el tiempo, Álvaro Álvarez dejó el testigo interno a Luis Ramón Fernández Huerga, un dirigente discreto y fiable.

Última jornada del congreso de la FSA / Juan Plaza
En las primarias entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, los dirigentes de la agrupación avilesina se inclinaron por Díaz. En las posteriores primarias asturianas entre Adrián Barbón y José María Pérez "Josechu", también se decantaron por el segundo. Tres apuestas de tres perdidas. "Las últimas primarias en las que estuvimos con el ganador fueron las de Borrell", reconocían ayer entre risas. Aquello fue en 1998. El PSOE ha gobernado en el Consistorio avilesino toda la democracia salvo un paréntesis entre 1995 y 1999.
Con todo, Barbón tampoco castigó a los avilesinos; al contrario, propició la entrada de Huerga como diputado en la Junta y le nombró portavoz adjunto. Su ascenso interno ahora a secretario de Organización cuenta con un amplísimo respaldo en el partido. Es el puesto de más relevancia interna al que accede un socialista avilesino en la historia reciente. Que ocurra en un congreso que se celebró en Avilés, presidido por la alcaldesa Mariví Monteserín y en un año en que el PSOE de Avilés celebra 125 años de historia casi parece una guinda predispuesta. Ese círculo de casi 30 años se cierra: "Hoy acaba todo; hoy empieza todo".
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