Bimenes, la agrupación socialista "gala" que se resiste al imperio de Barbón: "La FSA no ye mala; ye peor"
El expresidente honorífico del PSOE yerbato, José María Sierra, protagonizó en el 34º congreso regional del partido la única intervención duramente crítica con dirección regional y emitió el único voto contrario a la gestión del partido

Bimenes, la agrupación socialista "gala" que se resiste al imperio de Barbón: "La FSA no ye mala; ye peor" / LNE
Estamos en el año 2025. Toda la FSA está ocupada por el imperio barbónico. ¿Toda? ¡No! Una agrupación poblada por irreductibles yerbatos resiste todavía y siempre a la hegemonía del emperador de Laviana.
"En Bimenes, la FSA no ye mala, ye peor; ye mucho peor. Es una porquería". José María Sierra, expresidente honorífico del PSOE de Bimenes, a punto de cumplir 74 años, se atrevió el pasado sábado a pronunciar estas palabras a pocos metros de Adrián Barbón, micrófono en mano y ante un auditorio con más de 300 compromisarios socialistas que casi unánimemente respaldaron al líder socialista asturiano.
No, no fue sacado en volandas por los servicios de seguridad. Pero fue el único voto en contra de la gestión de la dirección del partido; la única voz discordante en un congreso regional llamado a ser de unidad. ¿Cómo se llega a esa situación que asemeja a la insólita resistencia de la aldea de Astérix, lo que explica la licencia al inicio de esta crónica? Ahí va la historia.
La agrupación socialista de Bimenes, con poco más de una veintena de afiliados, se ha convertido en la "aldea gala" contra la que tropieza el afán del renovado secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Adrián Barbón, por mantener pacíficas las aguas internas del partido. No es novedad, otras direcciones regionales también tropezaron allí.
Adrián Barbón logró un sólido respaldo en el 34º Congreso regional, celebrado en Avilés los días 17, 18 y 19 de enero. La nueva Ejecutiva, integradora y que reúne a los principales valores del partido, obtuvo un apoyo del 91% de los compromisarios. El informe de gestión de la Ejecutiva saliente concitó un respaldo aún mayor, del 97%: de los 357 delegados presentes en la votación, 346 votaron a favor, diez se abstuvieron y uno voto en contra.
Todos respaldaron a Barbón. ¿Todos? ¡No!
¿Quién se atrevió a contradecir la aplastante mayoría para convertirse en una solitaria y testimonial muestra de oposición interna en el partido? Su nombre es José María Sierra y tiene a sus espaldas 48 años de militancia en el PSOE. En su día fue incluso proclamado presidente honorífico de la agrupación municipal de Bimenes. Pero ahora el partido está fracturado en el concejo, con una mayoría que se siente agraviada por la FSA, y una minoría, que conforma básicamente el único concejal socialista en Bimenes, Jairo Ordiales, alineado con la dirección del partido.
La crisis de los socialistas yerbatos es un cóctel que lleva agitándose desde finales de 2022 con tres expedientes disciplinarios por medio. Y toda esa tensión estalló públicamente en el congreso regional de Avilés con la dura intervención de José María Sierra, elegido por la mayoría como único compromisario por Bimenes en el cónclave. Allí soltó la amarga queja de más de dos años de desencanto. Pidió la palabra y subió al escenario del auditorio del Niemeyer, para hablar desde el micrófono colocado en el centro del proscenio. Detrás, alineada, la Ejecutiva saliente rodeaba a Adrián Barbón.
«Con Hitler de cabeza de partido, el PSOE ganaría en Bimenes»
"Buenas tardes. Si me trastabillo os pido perdón porque esta es la primera vez en 48 años que hablo en público en algo del PSOE", comenzó Sierra. Su intervención, que a continuación se reproduce de manera literal, fue grabada por uno de los asistentes y el contenido circula entre afiliados socialistas asturianos.
"Soy de Bimenes, que es como sabéis, y si no os lo digo yo, un pueblo que siempre ha votado al socialista, hablamos del 70%. Incluso, si pusieras a Hitler de cabeza del partido, el PSOE ganaría en Bimenes", añadió Sierra, despertando ya numerosos murmullos entre el público.
"Dicho esto, estoy muy contento de lo que estoy viendo aquí. Parece ser que esto va miel sobre hojuelas, va todo de puta madre. Funcionamos muy bien", continuó en claro tono irónico. Dicho esto, prosigue: "Yo quiero ser la piedrecita en el zapato. No voy a hablar a nivel nacional: estoy contentísimo con nuestro presidente. No voy a hablar a nivel de Asturias, que parece ser por lo que todos estáis diciendo, que va de puta madre". Más ironía evidente, aunque por las reacciones de algunos compromisarios se extendía la duda de si Sierra hablaba totalmente en serio o no.
"Voy a referirme a Bimenes. En Bimenes, la FSA no ye mala, ye peor; ye mucho peor. Es una porquería. Es decir, hay malo, muy malo, y peor... y la FSA", continuó mientras ya crecían algunas protestas.
"Lo único que pido es que esta nueva Ejecutiva que entre, por favor sepa que Bimenes existe. Y no pase lo que está pasando, que van allí nuestros directivos por Bimenes y cagan y mean por nosotros, por el PSOE. Que nos cuesta un huevo luchar allí por mantener esto. Nada más", concluyó Sierra mientras arrancaban algunos aplausos.
¿Qué está pasando en el PSOE Bimenes?
Sierra no llevaba preparada su intervención, la fue pensando a medida que bajaba las escaleras del auditorio de camino al escenario. Pero en su cabeza estaban los acontecimientos de los dos últimos años en la agrupación local: una historia de desavenencias personales, con un punto rocambolesco, que agita la vida de un grupo de poco más de veinte afiliados.
No todo lo que Sierra afirmó puede darse por cierto. Por ejemplo, el PSOE no consigue la alcaldía en Bimenes desde hace dos décadas. Eso sí, en las últimas elecciones generales, el la candidatura socialista logró el 42,5% de los votos, frente al 23,35% del PP y el 19,62% de Sumar. En las últimas autonómicas, los socialistas consiguieron el 51,44% de las papeletas, muy por encima del 16,45% que obtuvo el PP, que fue el segundo partido. Es cierto que el PSOE obtiene buenos resultados en el concejo, pero no en las municipales.
Y todo arranca en una crisis que se produjo en el año 2002 y que guarda ciertos paralelismos con la actual. Veinte años después, vuelve a planear la sombra de la intervención directa de la sede de Santa Susana en las decisiones de la agrupación local.
En 2002 el PSOE yerbato se fracturó. Entonces, Alejandro Canteli fue expulsado del partido tras promover junto a Emilio González una moción de censura contra quien entonces era alcalde, el también socialista Arturo Ordóñez. Aquella sorprendente batalla interna, que hizo pasar la alcaldía de Ordóñez a Emilio González, terminó con la expulsión de este último y de Canteli, que decidieron formar su propio partido, el Bloque Independiente de Bimenes (BIB). El Bloque arrasó en las siguientes elecciones, logrando siete de los nueve concejales. Y volvió a arrasar en las siguientes, manteniéndose en el poder hasta los comicios de 2015.
Intervención directa de la FSA en 2015
En aquella cita electoral de 2015, la dirección regional intervino la agrupación. Los socialistas de Bimenes, que habían ido reconstruyendo el partido tras la fractura de 2002, decidieron presentar como candidato al joven Aitor García, entonces secretario de Organización del partido. Pronto comenzaron los rumores de que la dirección regional quería que fuese Alejandro Canteli, el otrora concejal díscolo, quien encabezase la candidatura, volviendo así a la agrupación.
Jesús Gutiérrez, que era en aquellos tiempos secretario de Organización de la FSA, acudió a una tensa asamblea en la que afirmó que ya era hora de cauterizar las viejas heridas, pese a que el sentir de la agrupación era otro. La dirección regional terminó por imponer su situación y Aitor García, que aspiraba ser el candidato dimitió.
El resultado del experimento fue un fracaso. Alejandro Canteli se quedó rozando la alcaldía con los dedos, porque una alianza a tres entre el Partíu Asturianista, IU y el partido Xente Yerbato, consiguió el gobierno pese a que el PSOE había sido el partido más votado. Ocupó la alcaldía otro Aitor García (distinto del dimisionario socialista), que concurría con el Partíu Asturianista (PAS). Tras la decisión de que esta formación no concurriese a las elecciones, quien aún hoy sigue siendo regidor de Bimenes, formó el partido Asturianistas por Bimenes, procedente de la disolución del PAS.
Un Alcalde que sintoniza con Barbón, pero no con los socialistas locales
Aitor García, el actual alcalde, lleva encadenados tres mandatos consecutivos, los dos últimos con mayoría absoluta. El PSOE no consigue levantar cabeza y en las últimas elecciones, la FSA (totalmente distinta a la que intentó la operación anterior, con diferentes gestores, algunos de ellos incluso se enfrentaron a Jesús Gutiérrez en otras batallas) intentó hacer un experimento similar.
Es conocida la afinidad entre Adrián Barbón y Aitor García y son recurrentes las ocasiones en las que el líder socialista acude a Bimenes a participar en actividades municipales, como la Fiesta de la Oficialidá que se celebra en el concejo yerbato.
En 2022, la agrupación socialista comenzó a preparar la candidatura electoral y acordó internamente una lista que encabezaría quien era secretario de Organización, Jairo Ordiales. Faltaba mucho para las elecciones municipales y desde la FSA se les trasladó que aguardasen un poco. Meses después, comenzaron las discrepancias internas y la dirección regional pidió que se renegociara una lista de consenso.
Fue en una reunión de la ejecutiva local en la que, según relata el sector crítico del que forma parte Sierra, tanto la secretaria general, Vanesa Montes, como la secretaria de Política Municipal, Soraya Montes, trasladaron que había que recomponer la lista y que debería encabezarla el alcalde, Aitor García, pese a no pertenecer al PSOE. Los tres primeros puestos serían también para afines al regidor, mientras que Jairo Ordiales tendría que ocupar el cuarto puesto.
Aquella propuesta no fue trasladada directamente por la dirección regional (como sí ocurrió en 2015, enunciada en persona por Jesús Gutiérrez), sino que se comunicó por vía interpuesta, pero parte de la militancia de Bimenes, sabiendo de la buena relación entre Barbón y el alcalde yerbato, no dudaron de cuál era el origen. Se negaron: "La FSA quería saltarse a los afiliados de Bimenes, poniendo en la lista a gente que durante años ha estado atacando al PSOE", argumentaron.
Se convocó una asamblea. La supuesta lista encabezada por Aitor García no apareció por ningún lado y se terminó aprobando la que lideraba Jairo Ordiales, como se había previsto en un principio.
No se vayan todavía, aún hay más lío
La historia podría parecer la de una victoria de la militancia frente al aparato, pero cabía más división, por difícil que parezca. El resultado electoral dejó a los socialistas con un concejal, mientras que Aitor García aún superó su marca y logró siete ediles: una barrida en toda regla.
Y es a partir de ahí cuando se produce otra vuelta de tuerca en la historia. Pese a que inicialmente las relaciones entre Aitor García y Jairo Ordiales fueron explosivas (hubo hasta un incidente en el día de la toma de posesión), Ordiales terminó también distanciándose de sus apoyos en el partido.
De pronto, relatan los críticos, Ordiales dejó de abrir la sede. Era el único que tenía llave, por lo que los afiliados más veteranos informaron a la entonces vicesecretaria de Organización de la FSA, Rita Camblor. Los críticos comenzaron a manifestarse ante su propia agrupación. Aunque se produjo un encuentro entre Camblor y Sierra para tratar de arreglar las cosas, lo cierto es que no se produjo ningún avance e incluso se bloqueó la afiliación de nuevos integrantes.
La relación entre la mayoría del partido y el concejal está quebrada y la dirección de la FSA terminó expedientando a tres afiliados del sector crítico tras denunciar el portavoz municipal haber sido insultado. José María Sierra es uno de esos expedientados. Y ahora el concejal Jairo Ordiales cuenta con el respaldo de la dirección regional.
La división es tal, que se ha dado incluso la situación de que Barbón acudió a una espicha en el concejo acompañando al asturianista Aitor García y a algunos afiliados socialistas, y en cambio no se dirigió a la mesa que ocupaban los militantes que controlan mayoría del PSOE de Bimenes. Porque lo que es evidente es que el sector crítico, que ha vuelto a tomar el control de la sede, tiene la mayoría, porque la agrupación eligió al "díscolo" José María Sierra como representante en el congreso de Avilés. Y allí expuso todo el malestar de parte de la militancia.
La batalla interna está lejos de apaciguarse en Bimenes y todo parece indicar que el próximo congreso local que allí se celebre se convertirá en campo de batalla para que el imperio barbónico doblegue a los insurrectos yerbatos. En las últimas dos décadas, los experimentos en el PSOE de Bimenes no le han salido bien a la FSA, ese partido que hoy respalda unánime a Adrián Barbón. ¿Todos? ¡No!
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