El narco "Piuki", ante el juez en Asturias: "He sido traficante, pagué mi condena; he conseguido salir del mundo de la droga"

La fiscal Antidroga mantiene seis años y nueve meses de cárcel para el ovetense Jorge Márquez Pereira, por la "operación Shelter" de julio de 2023, en la que los agentes se incautaron de seis kilos de cocaína

El pontevedrés Jacobo Portabales, suministrador de la droga, acepta ocho años y medio años de prisión, y el "químico" de la red, otro tres

"Yo era un chico al que le gustaba la fiesta y colocarse", se justifica Efrén H. R., quien confiesa que acaba de tener una hija y no la conoce por estar en la cárcel

Dos de los acusados junto al letrado Jorge García Gómez, al final del juicio.

Dos de los acusados junto al letrado Jorge García Gómez, al final del juicio. / Luis Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

El juicio contra la red de Jorge Márquez Pereira, alias "Piuki", relacionado en su día con el mayor alijo de "speed" de Asturias, 37 kilos, y el pontevedrés Jacobo Portabales, "El Gordo", finalizó este miércoles, después de varias vistas desarrolladas desde principios de este mes de diciembre. La fiscal Antidroga mantuvo seis años y nueve meses de cárcel para "Piuki", quien, en su última palabra aseguró no haber delinquido: "Soy inocente, he sido traficante, pagué mi condena. Tengo un pasado malo, feo, pero es pasado. Soy consciente de que la genet habla de mí. He conseguido salir del mundo de la droga, me ha costado mucho, pero lo que conseguido gracias a mi pareja y a Salud Mental".

En el juicio, la fiscal modificó la pena respecto a Portabales y al "químico" de la red, Carlos Miguel F. L., quienes aceptaron su culpabilidad. El primero, que se enfrentaba a once años de cárcel, defendido por José Ramón Sierra, aceptó penas que suman ocho años y medio, así como una multa de 1.170.000 euros. El segundo, defendido por José Manuel Fernández González, se conformó con tres años de prisión.

Efrén H. R. también aseguró en su última palabra que era "inocente, no hay ninguna prueba, todo son conjeturas". Al escucharse en las grabaciones que se han oído este miércoles, dijo ver sólo "a un toxicómano del que siento vergüenza". Trató de enternecer al los magistrados diciéndoles que estaba en la cárcel desde 2023: "Acabo de tener una hija a la que no conozco". Y se describió a sí mismo: "Yo era un chico al que le gustaba la fiesta y colocarse".

Ana García Boto, abogada de "Piuki", Guillermo Calvo, letrado de Efrén H. R., y Jorge García Gómez, defensor de Roberto G. V., incidieron especialmente en la nulidad de las actuaciones. Consideran que las escuchas no se motivaron, ni fueron controladas por el juez instructor y el ministerio público. Añadieron que las sonorizaciones del BMW caleteado de Portabales se habían realizado sin estar visadas por el Letrado de la Administración de Justicia, por lo que deben anularse, ya que general una gran indefensión, indicó García Gómez, quien negó que su defendido estuviese relacionado con el tráfico y fuese la persona grabada hablando de "caballo" con Portabales. Ninguno de los tres acusados, indicaron, estaban relacionados con el tráfico de cocaína. Las escuchas fueron, indicaron, "prospectivas", esto es, solo buscando pescar algún delito. La droga que se encontró en casa de "Piuki" (15 gramos de cocaína y una cantidad inferior de heroína), la había dejado allí Portabales "abusando de su confianza", como demuestra, dijo Boto, una carta remitida más tarde por el vigués en la que le pedía perdón por habele metido en "aquel lío".

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