Mittal impone condiciones: los factores de los que dependen la planta verde de Gijón y la acería eléctrica de Avilés
El presidente de la multinacional se muestra abierto ante Pedro Sánchez a valorar un segundo horno eléctrico en Avilés, pero dentro de una negociación en la que también entrarían otras acerías en Europa

Gobierno de España
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere "garantizar el futuro" de las plantas de ArcelorMittal en Asturias y ayer analizó en Davos con la familia Mittal la situación de los planes de descarbonización esbozados para las factorías de Gijón y Avilés. El presidente de la multinacional, Lakshmi Mittal, dejó claro que en Europa las plantas con hidrógeno verde como la proyectada para sustituir uno de los dos hornos altos de Gijón siguen en suspenso y que un cambio de decisión pasa, en primer lugar, por las medidas que contenga el plan de acción sobre el acero que la Comisión Europea está preparando. Sí está abierta la compañía a avanzar en la electrificación de sus acerías en Europa, un plan que se ha iniciado en Gijón con las obras del horno híbrido de arco eléctrico y que los Gobiernos de España y de Asturias quieren extender a la planta de Avilés con un segundo horno. La multinacional sí tiene interés en negociar ese proyecto, pero al igual que lo hace con los gobiernos de Alemania, Bélgica y Francia para la electrificación de sus acerías. Hay competencia.
Pedro Sánchez mantuvo ayer su quinto encuentro en Davos (tras los de 2019, 2020, 2022 y 2023) con el presidente de ArcelorMittal, Lakshmi Mittal, y con el CEO de la compañía, Aditya Mittal. En esta ocasión, también estuvieron presentes en el encuentro, entre otros, el CEO de ArcelorMittal Europa, Geert Van Poelvoorde, y el director del Departamento de Asuntos Económicos del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España, Manuel de la Rocha.
"Reunión constructiva con el presidente y el CEO de ArcelorMittal, con quienes he abordado la presencia y futuro de la compañía en España en el actual contexto geopolítico", expresó tras el encuentro Pedro Sánchez. "Seguiremos trabajando próximamente con la compañía para garantizar el futuro de las plantas de ArcelorMittal en España", añadió.
Ese futuro pasa por el plan de decarbonización de las factorías de Asturias. El Gobierno y la multinacional habían acordado un plan valorado en más de 1.000 millones de euros que incluía la sustitución de uno de los hornos altos de Gijón por una planta de reducción directa de mineral de hierro (sistema DRI) con hidrógeno verde y la instalación de un horno híbrido de arco eléctrico también en Gijón para la división de productos largos. Solo el segundo de esos proyectos está en marcha con una inversión de 213 millones de euros. La multinacional decidió el pasado noviembre dejar en suspenso todos sus proyectos del plantas DRI en Europa –pese a tener asignados 450 millones en ayudas europeas para la planta de Gijón– al considerar que no se dan las condiciones de mercado y respaldo para que esas inversiones sean viables. Lakshmi Mittal dejó claro ayer en Davos que sobre este aspecto no hay novedades y que el primer hito para un cambio de postura es el contenido del plan de acción sobre acero que la Comisión Europea anunció que presentará el próximo mes.
Consciente de las dificultades del proyecto del DRI, el Gobierno de España está centrando los esfuerzos en convencer a ArcelorMittal en la apuesta por una segunda acería eléctrica, pero en este caso en Avilés y para la división de productos planos. Con ella, según la tesis del Gobierno, se avanzaría en la descarbonización, se conservaría la mayor capacidad productiva posible en Asturias para evitar fuertes recortes cuando finalice en 2026 la vida útil del alto horno A de Gijón y garantizaría por vía indirecta que Asturias acceda a una planta DRI cuando mejoren las condiciones del mercado porque habría demanda de prerreducidos de hierro de dos acerías y no solo de una.
Los dirigentes de ArcelorMittal comparten la necesidad de avanzar en la electrificación de las acerías, pero es un planteamiento a nivel de Europa. Negocian con España, pero también con Alemania, Bélgica y Francia para electrificar sus acerías de Bremen, Gante y Dunkerque. El orden está en disputa.
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