El proyecto Sprint reducirá el desperdicio alimentario y redefinirá el consumo

El Centro Tecnológico Asincar participa en la iniciativa junto a otras entidades

De izquierda a derecha, Luis Tuya (ARTIEM), Nerea Sánchez (Abamovile); Cristina Viera (Asincar), Nohora Martínez (Innovaasturias), Romina Fernández  (masymas), Christian Robeldo (CIS Robotics) y Chema Gil (CREDA).

De izquierda a derecha, Luis Tuya (ARTIEM), Nerea Sánchez (Abamovile); Cristina Viera (Asincar), Nohora Martínez (Innovaasturias), Romina Fernández (masymas), Christian Robeldo (CIS Robotics) y Chema Gil (CREDA).

R. S.

El Centro Tecnológico Agroalimentario, Asincar, participa en el proyecto Sprint, que se puso en marcha el pasado mes de junio y en el que también intervienen Innovasturias, supermercados Masymas, y las empresas Abamovile y CIS Robotics, además de la cadena hotelera balear ARTIEM Hotels y el centro de investigación catalán CREDA. El objetivo general de este proyecto se dirige a transformar patrones de consumo y reducir el desperdicio alimentario en estos tres escenarios: hogares, supermercados y hoteles.

El pasado martes se celebró un taller interactivo para presentar el proyecto que tendrá lugar en el edificio del RIDEA (Plaza de Porlier, 9, Oviedo) en el que se han realizado diferentes dinámicas sobre desperdicio alimentario organizadas por los socios. En estas dinámicas se han presentado prototipos de la tecnología a aplicar y estrategias aplicadas que contribuyan a la reducción del desperdicio alimentario, así como actividades enfocadas a abordar datos y falsos mitos con relación al consumo de alimentos. Se ha hecho especial énfasis en las buenas prácticas identificadas a lo largo del estudio y se definirán distintas medidas que contribuyan a un mejor aprovechamiento de los alimentos destinados a consumo humano. De esta forma se conseguirá un mejor aprovechamiento de los recursos, así como un cambio hacia una sociedad con una cultura basada en prácticas sostenibles y con un menor impacto en el medio ambiente.

Ante una crisis alarmante

Cada día se tiran en el mundo 1.000 millones de platos de comida; 783 millones de personas pasan hambre y un tercio de la humanidad enfrenta inseguridad alimentaria. Cada año se desperdician 59 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale a 131 kilogramos por persona. Este problema tiene impacto social, y ambiental, ya que representa el 16 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario de la UE.

El proyecto ha sido financiado por el programa Single Market Program de la Comisión Europea, tiene una duración de dos años y un presupuesto superior al medio millón de euros.

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