Nervios e ilusión en el examen del MIR en Asturias: 1.811 jóvenes culminan ocho meses de estudio

Las pruebas se están desarrollando este sábado en las facultades de Derecho y Medicina y el Aulario de de Ciencias Jurídico Sociales de la Universidad de Oviedo

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Cientos de médicos, enfermeros, psicólogos... se han congregado este sábado en el campus del Cristo de Oviedo para realizar las exigentes pruebas selectivas de Formación Sanitaria Especializada, que incluye el MIR (Medicina), EIR (Enfermería), QIR (Química), PIR (Psicología), FIR (Farmacia), BIR (Biología) y RFIR (Física). El examen comenzó a las cuatro de la tarde. Los aspirantes comenzaron a entrar en las aulas a las tres. Todo eran nervios y buenos deseos entre examinandos.

Se trata de un examen de cuatro horas y media de duración para el que se han preparado en algunos casos desde abril, mayo o junio un total de 1.811 aspirantes en Asturias para un total de 11.943 plazas: 9.007 de Medicina (1.340 aspirantes en Asturias, 15.106 en toda España); 2.171 de Enfermería (297 candidatos de Asturias, y 10.023 en el conjunto del país); 352 de Farmacia (15 aspirantes de la región y 1.483 en todo el país); y 274 de Psicología (104 candidatos asturianos y 3.874 en toda España). Hay 25 plazas de Química y 7 aspirantes de la región (248 en todo el país), y 63 de Biología para 30 candidatos en Asturias (1.154 a nivel nacional). Otros 18 aspirantes hicieron el examen de Radiofísicos, que cuenta con 51 plazas a las que se presentaron 322 candidatos en todo el país.

Los que llama la atención en Asturias es la gran cantidad de candidatos de fuera de la región. Marta Mariño, de Ferrol, explicó que vino a hacer el MIR porque su hermana lo hizo en Asturias y le aseguró que había muy buen ambiante para realizar la oposición. "En Oviedo me he sentido genial", aseguró. Atrás quedan 8 meses de estudio a razón de 10 o 12 horas diarias. "Hay que tener muchas ganas y mucha fuerza de voluntad", explica. Su amiga barcelonesa María Molina añade que es tan importante "la cabeza" como los conocimientos. De hecho, "intentan preparar nuestra actitud frente al examen". Cuentan con un tutor que no solo les orienta en las materias, sino en la forma de encarar el examen. "Nos han aconsejado 24 horas de descanso antes del examen, solo salir a hacer un poco de deporte o de paseo", añade Marta Mariño.

María Molina estaba acompañada de su padre, el internista Marcos Molina, su madre, Lolita Guerrero (otorrinolaringóloga) y su hermana, Ana Molina, residente, una familia que trata "de no hablar de medicina". María añadía que "lo importante no es la medicina, sino la familia, sin ella no hubiésemos podido preparar este examen". El resto del "grupo de la biblio", que es donde se conocieron y labraron su amistad, lo componían la mallorquina Laura Pascual, la almeriense Marina Campos, el granadino Álvaro Acosta y el barcelonés Gerard Salvador.

María Pérez Boente, de Ponte Areas (Pontevedra), es otra médico que ha pasado los últimos siete meses, desde junio, en Oviedo, preparándose en una academia de la ciudad. Como indicaba poco antes del examen, la preparación ha sido exhaustiva, ya desde sexto de carrera, en la que se dedicaban ya cuatro horas a la preparación del MIR. Desde junio, la dinámica ha sido mucho más exigente: "Te levantas a las ocho y media de la mañana, desayunas, y estudias hasta la una y media de la tarde.Después haces deporte, que es muy importante. Unos hacemos pilates, otros zumba, otros cycling. Por la tarde, dos horas de clase", describió. María ha sido preparada por la academia MIR Asturias. "Se portaron superbién. Asturias está muy bien para preperar el MIR porque hay más sedes, es más presencial, más humano, no es como las academias online. Además, este viernes nos hicieron una despedida, ha sido superemocionante. Los médicos que nos han preparado nos han contado sus experiencias, te dan tranquilidad", indica.

María Pérez, primera por la derecha en la fila de abajo, junto a otros médicos del MIR procedentes en su mayoría de Galicia.

María Pérez, primera por la derecha en la fila de abajo, junto a otros médicos del MIR procedentes en su mayoría de Galicia. / Irma Collín

María Pérez explica que la gran competitividad que hay se debe a que se presenta mucha más gente. Esta joven es una excepción a la regla, ya que querría ejercer, en su zona, la medicina de familia, una especialidad que requiere de mucha entrega personal y que está en crisis desde hace unos años, aunque también le encantaría ser traumatóloga.

Otra de las aspirantes, Celia Fernández, de Salinas (Castrillón), acudió al examen del MIR con sus padres, los también médicos Roberto Fernández, estomatólogo, e Irene Rubio, rehabilitadora. La joven contaba que llevaba preparando el examen ocho meses, desde junio. "Estudiaba entre doce y catorce horas diarias. Había días mejores y peores", indicó, con muchos nervios. En los últimos meses realizó los llamados "simulacros", exámenes parecidos al MIR, que es de test. Su padre indicó que hizo "el MIR hace treinta años y no había esta presión. Ahora se exigen mucho más".

Loreto Iglesias, antes del examen de Psicología.

Loreto Iglesias, antes del examen de Psicología. / Irma Collín

Pero no solo eran médicos los que se examinaban este sábado. La luarquesa Loreto Iglesias Rico, de 27 años, se presentó al PIR, esto es, el examen para los psicólogos. La joven se mostró crítica. "Hay muy pocas plazas, 274 para casi 4.000 aspirantes, son insuficientes", dijo. Ha sido año y medio de preparación, "mucho esfuerzo, diez horas diarias al principio, doce horas a partir de la mitad de preparación".

Lucía Peláez.

Lucía Peláez. / Irma Collín.

Lucía Peláez, ponferradina, lleva preparando el examen de Química (QIR) desde el mes de abril, "ocho horas diarias de lunes a sábado". Le gustaría obtener una plaza de bioquímica clínica y análisis, pero las plazas ofertadas son muy pocas, "27 para 240 aspirantes, casi una para cada diez".

Jennifer Priede.

Jennifer Priede. / Irma Collín

La gijonesa Jennifer Priede, de 28 años, se presentó este sábado a su cuarto EIR, el examen de enfermería. Su queja es similar a las de las anteriores. "Hay 2.100 para diez mil aspirantes. Yo soy matrona, tengo la especialidad de ginecología, y cada vez sacan menos plazas. No contratan donde deben, como en planificación familiar", señaló. La joven indicó que está preparando el examen desde mayo, desde que acabó la residencia. "Es intenso, una carrera de fondo, porque el examen es tipo test y pueden preguntar cualquier cosa. Hacen preguntas raras, por ejemplo cuántos decibelios debe tener un helicóptero sanitario o qué tipo de extintor debe utilizarse para apagar un fuego en un hospital. Es importante haber hecho exámenes durante la preparación", añade. La suerte está echada.

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