"No puede decirse que se pretenda hacer política desde los tribunales"

Perteneciente a una estirpe arraigada en la judicatura, cree que "el Fiscal General del Estado debería dimitir"

Miguel Colmenero, en una ponencia que ofreció en Luarca.

Miguel Colmenero, en una ponencia que ofreció en Luarca. / Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Llueve en Sevilla y Miguel Colmenero Menéndez de Luarca (72 años), que vive en esta ciudad andaluza, no puede evitar sentir nostalgia de Asturias, origen de su familia. Se jubiló en abril 2023 siendo magistrado del Tribunal Supremo, pero su labor cerca del Derecho continuará hasta febrero porque no cesó como presidente de la Junta Electoral Central. Su padre ejerció como fiscal. Su abuelo paterno, como juez. El Miguel niño tenía clara su futura profesión y el Miguel adulto cumplió un sueño. Dice que algo trabajó la suerte, pero en su discurso aflora la dedicación, el rigor y la ética. Atiende por teléfono a este diario.

–En febrero llegará por fin el esperado descanso.

–Me jubilé en abril de 2023, pero desde julio de 2020 presido la Junta Electoral Central y sigo haciéndolo porque este es un órgano permanente y no cesa hasta que no haya otra constituida. Está compuesto por ocho magistrados del Tribunal Supremo que designa por sorteo el Consejo del Poder Judicial y por cinco catedráticos de distintas materias que debe nombrar el Congreso en los primeros noventa días después de constituir el Parlamento. Si no lo hace el Pleno, lo tiene que hacer la mesa del Congreso, que es en lo que están ahora, parece ser.

–En los últimos años asistimos a diversas polémicas que han hecho dudar al ciudadano de la honestidad institucional. ¿Está politizada la Justicia?

–Yo me voy a referir a la Justicia que tiene su órgano superior en el Tribunal Supremo. Podríamos decir que está politizada si pudiéramos afirmar que, con carácter general, los jueces toman sus decisiones por razones partidistas. Y no creo que sea así. Las sentencias judiciales en general y las del Tribunal Supremo, en particular, creo que demuestran palpablemente que no importa si benefician o perjudican a unos u otros partidos. No se argumenta a ese nivel. Y no puede decirse que se pretenda hacer política desde los tribunales.

–La imagen que se traslada del mundo judicial es que es influenciable.

–Sí es importante la imagen que se ofrece. La ida y vuelta a la política traslada a veces una imagen que puede interpretarse como una vinculación a un partido, y eso, al final, repercute negativamente. Creo que las asociaciones judiciales y fiscales deben ser cuidadosas en no dar una imagen de seguidismo a los intereses de los partidos, aunque coyunturalmente puedan coincidir con sus planteamientos o con las soluciones que propongan. La independencia de criterio es aquí especialmente importante. Además, creo que hay que evitar el acceso a cargos de responsabilidad de personas excesivamente polarizadas, pues transmiten una imagen del pensamiento y de la forma de operar de los jueces o fiscales que no se corresponde con la de la generalidad, más reposada y equilibrada.

–¿Apoya reformas para que sean los magistrados quienes decidan los nombramientos?

Me parece bien que los elija el Consejo General del Poder Judicial, aunque volviendo al sistema inicial de elección de sus vocales, acompañado de un sistema electoral que garantice la presencia de los no asociados. La presencia de la visión política ya está garantizada con los ocho vocales que nombran el Congreso y el Senado. Por otra parte, la exigencia de mayorías cualificadas exige el acuerdo, lo cual, bien entendido, llevaría a la elección de personas admisibles por todos, no como "cambio de cromos", sino como acierto en la elección de los candidatos.

–¿Por qué la dicotomía entre progresistas y conservadores? ¿Cree que estos conceptos deberían superarse?

–Son etiquetas que simplifican el acercamiento a la personalidad y a la forma de pensar del juez o fiscal del que se está hablando. Probablemente sería más correcto analizar lo que esa persona o ese tribunal ha decidido y cuales son sus argumentos y dejar que el ciudadano opine por su cuenta si le parece bien o mal, aunque no sepa decir si es conservador o progresista. Es un adulto, y se supone que puede razonar. El uso de la etiqueta provoca la adhesión o el rechazo por contagio El que se siente progresista tenderá a rechazar una resolución que se le presenta tachada como conservadora y el revés. Esa forma de operar no contribuye a formar una opinión pública libre e informada.

–El magistrado del Tribunal Supremo, Luis Hurtado, investiga al fiscal general de Estado, Álvaro García Ortiz, por una presunta revelación de secretos. ¿Qué opina de esta situación y qué solución propone?

–Me siento muy vinculado al ministerio fiscal porque formé parte durante unos 25 años. Y me duele la imagen que se está dando. Tengo la seguridad de que la inmensa mayoría de los fiscales, sea cual sea su ideología, su forma de pensar, se acercan a los asuntos en los que tienen que intervenir desde posiciones que les permitan una valoración neutral de los hechos en función de las pruebas disponibles y una interpretación de la ley aplicable con arreglo a los cánones generalmente aceptados, sin que se dejen condicionar por los efectos negativos o positivos que pudieran producirse en ámbitos políticos. La discusión en este momento no debe centrarse en determinar si los hechos que vamos conociendo en las causas que aparecen en los medios de comunicación son o no constitutivos de delito. Eso ya lo decidirán los tribunales cuando proceda. Ahora lo que importa es si lo conocido es aceptable en un funcionamiento democrático de las instituciones. Desde esa perspectiva, opino que lo mejor para el ministerio fiscal sería que el Fiscal General, porque lo representa, presente su dimisión, sin que eso pueda interpretarse como aceptación de culpabilidad por la comisión de delito alguno.

–En el CGPJ debería presentar en febrero una propuesta para la elección de los nuevos vocales jueces. ¿Será posible? ¿Qué cree que falla?

–Como principio, creo que sería necesario que quienes se dedican a la política asuman con honestidad que el sistema democrático exige, como contrapeso efectivo de los otros poderes, un poder judicial no trufado de intereses políticos. En cuanto al sistema de elección de los vocales del Consejo, creo que el inicialmente establecido, hasta 1985, era más conforme con las exigencias europeas, en el sentido de que, si existe ese órgano, como órgano de gobierno de los jueces, la mayoría de sus miembros debe ser nombrada por elección de los mismos.

–¿Qué opina de la reforma de la acusación particular?

–El momento elegido para presentar esta modificación no me parece el más adecuado (por los procedimientos que investigan hechos que han tenido lugar en el entorno familiar y político del Presidente del Gobierno). La ley debe ser la expresión de la voluntad popular y debe estar encaminada a satisfacer el interés general. La ley nacería entonces deslegitimada, con los consiguientes efectos negativos. Creo que la mayoría, por diversas razones, ha criticado los indultos de Biden y Trump en EE UU. Quizá ayude aplicar aquí las mismas ideas.

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