La gran calima de 2022 no tuvo riesgos para la salud, según la Universidad

A. G.-O.

La intensas tormentas de arena sahariana, o calimas, que suelen generar cierta alarma social por la cantidad de material radiactivo que pueden contener son cada vez más frecuentes. En concreto, el continente europeo sufrió en marzo de 2022 un fenómeno intenso que duró varios días y que acaba de ser estudiado por la Universidad de Oviedo y la Universidad París-Saclay. Los resultados de dicho trabajo demuestran que su origen estaba en el sur de Argelia, no transportaba altos niveles de material radiactivo y este, al contrario de lo que se suele afirmar, no estaba relacionado con las pruebas de bombas nucleares realizadas por Francia en el desierto argelino en los años 60 del pasado siglo.

Este estudio se organizó con una llamada a través de redes sociales para fomentar la colaboración ciudadana en la recogida de muestras a lo largo de diversos países europeos. Los investigadores analizaron la composición mineralógica y geoquímica de todas las muestras, además de un análisis detallado de la concentración de 31 elementos químicos y de isótopos de plomo en una selección de localidades. El trabajo acaba de ser publicado en la revista Science Advences de la Academia Americana para el Avance de las Ciencias-AAAS.

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