Entrevista | Begoña Cueto Iglesias Relatora de la comisión asesora para el salario mínimo interprofesional del Ministerio de Trabajo y catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo
"No espero cierres ni despidos por la nueva subida del salario mínimo"
"Entiendo a los empresarios, pero los trabajadores deben poder vivir dignamente", asegura la profesora ovetense tras un intenso trabajo de tres meses que cristalizará mañana con la aprobación del incremento del salario mínimo

Begoña Cueto, a la derecha, entrega el informe de la comisión del salario mínimo a Yolanda Díaz en el Ministerio de Trabajo.

Begoña Cueto, exvicerrectora y catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, forma parte desde el pasado octubre de la comisión asesora creada en 2019 por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para las sucesivas subidas del salario mínimo interprofesional. Hace días, entregó en Madrid, en calidad de relatora ("cara visible") de este órgano, el documento técnico que avala el aumento del 4,4 por ciento (hasta los 1.184 euros brutos al mes) que el Gobierno aprobará mañana. La ovetense rechaza que se den efectos negativos para el empleo y el mantenimiento de empresas.
-¿Quién y por qué le llamó para ser integrante de la comisión?
-La comisión, creada en 2019, renovó tres puestos a finales de 2024. Me llamaron en octubre y la primera reunión la tuvimos a finales de noviembre. En ella, hay representantes universitarios, de los ministerios de Economía y Trabajo, de la Agencia Tributaria y de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. Somos doce. El órgano lo creó la vicepresidenta Yolanda Díaz cuando llegó al cargo para afrontar su compromiso de aumentar el salario mínimo. Desde entonces, su objetivo central es ver cómo se acerca el salario mínimo en España al 60% del salario medio, de acuerdo a las recomendaciones de la Carta Social Europea. A mí me llaman porque me conocen en ámbitos académicos, quiero pensar que por mis investigaciones. Además, ahora soy vicepresidenta de la Asociación Española de Economía del Trabajo.
-¿Y por qué es la relatora?
-Decidió el Ministerio. Ejerzo un poco de portavoz, por así decir. Por eso, me tocó presentarle a la Vicepresidenta el informe.
-¿Cómo trabaja la comisión?
-En la primera etapa, mucho antes de mi llegada, se elaboraron dos informes que vieron la luz en 2020. Fue un trabajo muy importante de revisión de fuentes de información porque calcular el salario medio no es sencillo. Esos informes fueron fundamentalmente metodológicos, de revisión de fuentes: la encuesta de estructura salarial, la encuesta trimestral de coste salarial... Después, se fijó la senda de crecimiento para ir acercando ese salario mínimo al 60 por ciento del medio.
Aunque la decisión es del Ministerio, no preveo que en adelante haya aumentos tan intensos como ahora
-Y usted, ¿qué ha hecho en estos tres meses largos?
-Tras la renovación del pasado mes de octubre, nos recibió la Vicepresidenta y nos fijó la tarea: calcular cuánto debía subir este año el salario mínimo para seguir en la senda iniciada en 2020 hacia el 60%.
-¿Cuánto queda para llegar a ese 60%?
-Ya hemos llegado. Y, si no, estamos en el 59% largo. Pero hay que tener en cuenta que, para calcular ese 60%, no sólo hay que ver dónde está el salario mínimo sino también cómo van evolucionando los salarios. Y evolucionan por subidas que puede haber y también por la composición de la población trabajadora. Conforme tenemos más complementos de antigüedad o y más gente cualificada, los salarios aumentan al margen de la propia subida salarial. Ahora, hemos propuesto un salario mínimo para 2025 en base a datos de 2024.
-¿Realizar ese cálculo es una cuestión meramente estadística?
-No. Hay que hacer más trabajo de lo que parece. Calcular el salario medio no es fácil. Repito que hay que tener claras las fuentes de información y que la pandemia lo cambió todo, así que los datos no fueron estables un tiempo. El documento que hemos hecho es muy técnico, pero incluye otros aspectos. No es una cuestión solo del tanto por ciento. Nosotros hacemos una propuesta y luego es el Ministerio, en la mesa del diálogo social, el que toma la decisión política. Nosotros propusimos una subida de entre el 3,4% y el 4,4%.
-Y el Ministerio optó por el máximo. ¿Acertó?
-Hay que tener en cuenta, insisto, en que es una propuesta para 2025 en base a datos de 2024, así que puede resultar comprensible esta elección.
-Es la cuarta subida, ¿habrá una quinta?
-Si el objetivo es mantener el salario mínimo en el 60%, a partir de ahora debería ir subiendo conforme aumentan los salarios. El mayor crecimiento que se ejecutó fue el de 2019 (22,3%), cuando el salario mínimo llevaba mucho tiempo sin subir, en niveles muy bajos. En 2020, fue menor (5,6%); en 2021, no se subió por la pandemia; en 2022 (3,6%) y 2023 (8%) volvió a incrementarse.
-¿No habrá entonces más subidas del salario mínimo por encima del ascenso del salario medio?
-Decidirá el Ministerio. Pero yo no esperaría subidas tan intensas como hasta ahora. La idea es mantenerse en ese 60% para conservar el poder adquisitivo.
No recibimos ninguna instrucción de la Vicepresidenta
-¿Qué opina de las críticas de la patronal a estas constantes subidas?
-Las entiendo en el sentido de que para los empresarios supone un incremento de los costes laborales. Pero creo que el salario mínimo debe tener un nivel suficiente para que la gente pueda vivir con dignidad.
-¿No se destruirá empleo?
-Las evaluaciones nos están diciendo que no está teniendo mucho impacto en términos de empleo. Sí que tuvo al principio un pequeño efecto negativo, pero ya está absorbido. Además, hay que aprovechar la coyuntura económica positiva para que mejoren las condiciones laborales de la gente con menos salarios. No creo que esto provoque mucho paro en base a estudios ya publicados. La OCDE nos dice que los salarios más bajos subieron un 6%, con efectos muy positivos para combatir la desigualdad, y que la pérdida de empleo fue de un 0,5%. Los incrementos a partir de ahora no deberían ser tan intensos.
-¿Tampoco provocará cierres, especialmente, en empresas pequeñas?
-A las empresas les va a aumentar los costes laborales. Pero eso también puede ser un incentivo para la productividad. Las empresas pequeñas con pocos trabajadores son las que tienen menos posibilidades de hacer esto. Pero, una vez que está absorbido el impacto de 2019, yo no esperaría cierres ni despidos como consecuencia de la subida de ahora.
-¿Hasta qué punto estas subidas ayudan a paliar la desigualdad?
-Ayudan, claro. Tenemos índices de desigualdad muy elevados y la principal fuente de ingresos de la población española son las rentas del trabajo. Aumentar los salarios por la parte de abajo contribuye a reducir la desigualdad. Y, además, cuanto más salario tiene la gente, más consume. La Ministra incidió en que un gran objetivo es reducir la desigualdad.
-¿Han calculado a cuántos trabajadores beneficiará?
-En España, el porcentaje de trabajadores que reciben el salario mínimo es muy pequeño, aunque los datos no son aún muy claros. No es fácil calcularlo porque hay temporalidad, parcialidad... Se habla de un 10%, aproximadamente. Dicho esto, está elevándose ese porcentaje. Eso cambia el perfil hacia trabajadores de más edad y con cierta experiencia. Tenemos que calcular cuántos trabajadores tienen salario mínimo y cómo es su progresión. Porque, con la experiencia laboral, ese salario debería ir incrementándose. Los economistas hacemos mucho hincapié en acompasar los salarios a la productividad.
-Y esta medida, ¿no provocará que la empresas, dentro de su capacidad, contengan o congelen subidas en el resto de sueldos para evitar un incremento de la masa salarial?
-Ese es un tema que debe afrontar la negociación colectiva. A medida que el salario mínimo sube, puede haber un desplazamiento. Es decir, que los convenios colectivos pueden generar un efecto dominó. Se verá.
-¿Recibió la comisión asesora alguna instrucción por parte del Ministerio?
-No. La Vicepresidenta nos recibió en la primera reunión que tuvimos para darnos la bienvenida y nos dijo que teníamos plena autonomía. Me consta que se lo ha leído y que ha preguntado mucho, como jurista que es, pero no hemos tenido ningún tipo de intervención.
-¿Qué hará la comisión a partir de ahora?
-Ahora toca seguir el impacto de la subida. Haremos una reunión próximamente para hacer un seguimiento de los efectos del salario mínimo en diferentes ámbitos. El trabajo no será más liviano, pero habrá menos presión porque ya no hay tantas urgencias.
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