A Estrasburgo con el móvil

Adrián Barbón viajó de Asturias a Estrasburgo (Francia) para poder entrevistarse con comisarios europeos y la primera conversación que tuvo fue por teléfono, ya que Stéphane Séjourné, el mandamás en Industria, no llegó a tiempo para verse en persona con el jefe del Ejecutivo asturiano.

Hablar, hablaron, pero a distancia y sin foto ni apretón de manos por eso de lo ajustado de la agenda y el ritmo vertiginoso de la alta política, que nada tiene que ver con la regional, más de andar por casa, de aquí te pillo aquí te mato. Las palabras existieron, pero no hubo ni storie de Instagram ni foto en la red X (antes Twitter) de Elon Musk, que es lo que ahora verdaderamente se busca en política, de izquierda a derecha y en los extremos, en estos tiempos de inmediatez.

El teléfono deslució, pero solo en parte, la primera visita de Barbón a una sede comunitaria desde que es presidente del Principado. Con Teresa Ribera, con la que comparte partido, sí se vio en persona, así como con Iraxte García, la jefaza de los socialistas en Europa y con Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo.

Ribera, muy poco valorada en Asturias por su posición respecto al lobo, no dijo ni mu tras verse con Barbón. Recuerden que los socialistas asturianos no querían ni verla por la región en la campaña para las europeas, por si las moscas. Aquellos comicios los ganó el PP, por cierto, también en la región. Ahora, aunque la opinión de muchos socialistas sobre Ribera siga siendo la misma, toca hacer de tripas corazón, porque la exvicepresidenta del Gobierno es una mandamás en la Comisión y cada papel que pasa por su despacho tiene valor.

Nuestro Presidente, sea por teléfono o por señales de humo, anda pues por Estrasburgo haciendo contactos para intentar que la industria asturiana no se vaya al garete, pendiente de cada anuncio de Arcelor, que últimamente solo da quebraderos de cabeza. Por teléfono y en persona.

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