Los peligros en las carreteras de la región

Aumentan los accidentes con animales en Asturias: estos son los nueve puntos negros

Los siniestros, más de 1.300 al año, aumentaron un 60% en el último decenio

La DGT plantea utilizar las cámaras de Tráfico para detectarlos

Aumentan los accidentes con animales en Asturias: estos son los nueve puntos negros

Aumentan los accidentes con animales en Asturias: estos son los nueve puntos negros / LNE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Oviedo

La Dirección General de Tráfico (DGT) apuesta por implantar nuevas tecnologías para el control de jabalíes en las vías, así como por avisar a los conductores para prevenir accidentes ante la presencia de animales. Todo por el incremento de los accidentes relacionados con el paso de fauna salvaje por las carreteras. Lo señalaba anteayer en La Coruña el subdirector general de la Dirección General de Tráfico (DGT), Francisco José Ruiz, quien aseguró que van a incorporar a las cámaras de Tráfico un sistema que permite detectar, entre otras cosas, si hay animales en las carreteras principales.

De esos sistemas podría beneficiarse Asturias, que, aunque no es la región donde más accidentes con animales se registran en España –hay más, por ejemplo, en la vecina Castilla y León–, sí sufre graves daños a causa de los mismos. En Asturias se han incrementado los siniestros un 60 por ciento en el último decenio, sobrepasando ya los 1.300 por año, frente a los 800 de 2013.

En la región hay hasta nueve tramos de especial incidencia de accidentes con animales salvajes, que además están indicados por Tráfico con señales verticales. Se trata de tramos en los que se han registrado más de diez accidentes de estas características, y en los que se ha registrado al menos un herido. Casi la mitad de estos tramos están en el Occidente de la región. En la carretera de Galicia (N-634), los tramos se sitúan a la altura de Otur y El Bao, en Valdés. En la vertiente asturiana de la carretera nacional que une Barres (Castropol) con Villagarcía de Arosa (Pontevedra), la N-640, hay otros dos tramos, a la altura de las localidades de Viladeveye y Riodesiares, ambas en Castropol.

En la "Y" (A-66), los accidentes con animales se concentran especialmente en el nudo de Serín (Gijón) y en Santa Rosa (Llanera). En la carretera nacional de la costa (N-632) hay otros dos tramos con concentración de accidentes con animales. Se trata de un kilómetro de la variante de Avilés y otro pequeño tramo entre el puente del Nalón y Muros. Finalmente, en la carretera de Santander (N-634) hay otro tramo con alto número de accidentes a la altura de la localidad sierense de Lieres.

En 2022, se registraron un total de 37 heridos en accidentes con animales. Tres de ellos tuvieron que se ingresados en hospitales. En 2023, la cifra de heridos descendió a al menos 22. Desde 2016, los accidentes de este tipo se han incrementado más de un 15 por ciento, lo que da idea del creciente problema.

El problema es que la mayor parte de los accidentes se producen en carreteras secundarias, que no siempre están señalizadas. La responsabilidad de los siniestros con animales ya no se atribuye automáticamente a los conductores, como ocurría hasta hace muy poco, y de hecho ya se responsabiliza a las administraciones, y también a los cotos de caza, por no tener perfectamente cerrados sus recintos para impedir el paso de la fauna. Recientemente una magistrada de Madrid condenó a Transportes por no haber garantizado la seguridad de las vallas de la Autovía de Grado (A-63) e impedido que un jabalí irrumpiese en la calzada, causando un choque con una conductora, que al final recibió 8.000 euros de indemnización.

La presencia de jabalíes ya es algo habitual en la mayor parte de los municipios asturianos, y el riesgo de accidente por estos animales afecta a todos.

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