El oro de las monjas de Belorado, valor seguro

Las monjas cismáticas del monasterio de Santa Clara de Belorado, en Burgos, no han llegado con una mano delante y otra detrás a Asturias. Pese a la clausura, están muy bien enteradas de qué se cuece en el mundo y cómo se hacen los negocios.

En pandemia no se anduvieron por las ramas y apostaron por un clásico valor seguro: el oro. En el preciado metal invirtieron de aquella todos sus ahorros logrados con la venta de dulces –la inestabilidad internacional les preocupaba– y en enero vendieron sus onzas, no de chocolate, sino de oro puro. Menuda operación digna de Wall Street: compraron a entre 45 y 60 euros y ahora vendieron a 76,5 euros, según contaba un diario nacional días atrás, que también desvelaba que están siendo investigadas por ello.

La cuestión es que con ese dinerillo se han convertido en emprendedoras rurales en Asturias, tal y como ellas mismas han explicado a través de su jefe de prensa. Ahora cuentan las horas para abrir su hotel y restaurante en Arriondas, donde se ganarán la vida hasta poder volver (o no) a Belorado.

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