El panorama de un colectivo de enorme impacto social

La sanidad asturiana afronta el mayor relevo generacional de su historia: 2.800 médicos tienen entre 55 y 69 años

La escasez de profesionales agudiza la competencia entre pública y privada y lleva a los gobiernos central y autonómico a impulsar normas opuestas

Asturias afronta el mayor relevo generacional de médicos de la historia

Asturias afronta el mayor relevo generacional de médicos de la historia / LNE

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Oviedo

Asturias afronta el mayor volumen de jubilaciones de médicos de toda su historia. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que se basa en los profesionales adscritos al Colegio de Médicos de Asturias, cerca de 2.800 colegiados en Asturias (el 37 por ciento del total) tienen entre 55 y 69 años, lo que invita a pensar que en los próximos años van a ser muy numerosas las despedidas de la carrera profesional: el mayor volumen, en la sanidad pública; pero también en la privada. De esa cifra global de médicos, casi 1.450 son mujeres y en torno a 1.320, hombres.

Quince años críticos. Algunos de los médicos situados en la citada franja etaria ya han colgado la bata por razones de edad y también por esa frontera de la etapa laboral que marcan los 65 años (edad de jubilación ordinaria, por ejemplo, en el Servicio de Salud del Principado, Sespa, aunque cada vez se registran más excepciones en forma de prórroga). Sin embargo, la mayor parte del citado contingente seguramente lo haga entre el momento actual y 2035 o 2040. Lo que vendría a suponer, en los próximos 15 años, un promedio cercano a 185 jubilaciones anuales en el conjunto de los sectores laborales en los que se desempeñan los médicos colegiados en Asturias.

El doctor-boom de los años años 70 del siglo pasado. Esta concentración de médicos en la banda de edad que va de los 55 a los 69 años indica a las claras lo que fue un doctor-boom derivado, entre otros factores, de la actividad de una Facultad de Medicina de Oviedo, que inició su actividad en el curso académico 1969-70 y que en aquella primera etapa admitía cada año a 1.000 nuevos alumnos. Precisamente este año, 2025, celebran los 50 años de su graduación los integrantes de la primera promoción de la Facultad.

Un recambio con incógnitas. Este relevo generacional de los médicos presenta en Asturias variables antiguas y nuevas que lo convierten en un proceso muy interesante, no exento de incertidumbres y necesitado seguramente de una especial atención habida cuenta la relevancia social de este colectivo profesional. Por un lado, tenemos especialidades médicas que en las que se registra un déficit de profesionales. Entre ellas figuran medicina de familia, anestesiología, psiquiatría, radiodiagnóstico y dermatología. Estas carencias repercuten de manera muy directa en las alas de Asturias.

La sanidad privada se mueve. La escasez en algunas de estas disciplinas médicas va unida a una mayor demanda de especialistas por parte de la sanidad privada. Según José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), las especialidades en las que se concentra el interés del sector privado son dermatología, anestesia, radiodiagnóstico, psiquiatría, oftalmología, cardiología y medicina estética. Otras disciplinas con especial demanda privada en los últimos tiempos son anatomía patológica, urología, otorrinolaringología y psicología. La sanidad privada asturiana está poniendo sobre la mesa ofertas cada vez más jugosas para captar médicos. El máximo responsable del SIMPA habla de retribuciones que son "entre un 12 y un 20 por ciento" más elevadas que las de la privada de las regiones limítrofes.

La formación de médicos se flexibiliza. Por otro lado, tenemos un ritmo de formación de médicos sujeto a limitaciones. En el momento actual, en la Facultad de Medicina ingresan cada año 165 alumnos en el primer curso, muchos menos de los que aspiran a cursar estos estudios. Durante bastantes años, la cifra de alumnos admitidos fue de 100, hasta que se vio que con este ritmo resultaba imposible dar respuesta al volumen de jubilaciones y a las exigencias del mercado. Uno de los factores limitantes se centra en las posibilidades reales de ofrecer una formación práctica de alto nivel. Pero el panorama de la formación universitaria parece estar a punto de dar un vuelco en la región. Como gran novedad, la Universidad Europea, de titularidad privada, ha anunciado su intención de construir en Gijón su sede en el Norte de España, con un campus para 3.500 estudiantes y con una oferta académica que incluye un grado de Medicina. Al tiempo, el grupo sanitario Quirón proyecta, también en Gijón, un hospital con 93 habitaciones individuales y que, en cierta medida, podría establecer sinergias formativas con el nuevo grado de Medicina.

Médicos públicos, privados y mixtos. En Asturias hay un total de 7.386 médicos colegiados. De ellos, 3.308 son hombres y 4.078 son mujeres. De esa cifra global de facultativos, 5.711 están en activo y 1.775 están jubilados. De los 5.711 que se hallan en activo, 3.896 (un 68 por ciento) trabajan en la sanidad pública asturiana, o sea, forman parte de la plantilla del Servicio de Salud del Principado (Sespa). La mayor parte de ellos desempeñan este trabajo en régimen de exclusividad, y 193 –cifra oficial facilitada por la Consejería de Salud– lo compaginan con la sanidad privada.

Principado y Ministerio, en direcciones opuestas. La Consejería de Salud prepara, para implementarlo este mismo año, un cambio normativo que facilite a los médicos simultanear los ejercicios público y privado. Es otra manera de dar respuesta a la citada escasez de médicos en algunas especialidades. ¿Cómo se hará? Penalizando menos desde el punto de vista salarial a los médicos del Sespa que también ejercen en la privada, que actualmente sufren un descuento en su nómina de 1.000 euros brutos mensuales (14.000 al año), la cuantía más elevada de las 17 comunidades autónomas del país. Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad, comandado por Mónica García Gómez (ministra de Sumar), ha decidido remar en la dirección opuesta, con una propuesta de Estatuto Marco de las profesiones sanitarias que promueve la dedicación exclusiva a la sanidad pública y obstaculiza la posibilidad de compaginar ambos regímenes. El desenlace de estas dos líneas de acción tendrá consecuencias sobre el mercado de los médicos en Asturias y, desde luego, también sobre el relevo de los 2.800 facultativos que se jubilarán en los próximos 15 años.

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