La lucha contra el narcotráfico en la región

"Piuki", el narco del mayor alijo de speed en Asturias, volvió a las andadas: nueva condena por traficar con los gallegos

En el mismo juicio, Jacobo Portabales aceptó una condena de seis años de cárcel por tráfico de drogas y otro año por tenencia ilícita de armas

Un agente de la Policía Nacional saca un paquete de cocaína del interior del BMW de Portabales. | POLICÍA NACIONAL

Un agente de la Policía Nacional saca un paquete de cocaína del interior del BMW de Portabales. | POLICÍA NACIONAL

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Oviedo

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a cinco años de cárcel a Jorge Márquez Pereira, alias "Piuki", en relación a un alijo de seis kilos de cocaína –con un valor de 1,2 millones de euros– intervenido en julio de 2023, durante la llamada "operación Shelter". Es la segunda gran condena que recibe "Piuki", detenido en 2012, cuando era el líder de la "banda de los surferos", por el mayor alijo de "speed" en Asturias, 37 kilos, más otros 33 de hachís. Tras cumplir condena en la UTE, este ovetense de 48 años salió a la calle "limpio" –según él mismo declaró–, pero con el tiempo quiso volver a los "negocios" y se puso en contacto con Jacobo Portabales Alves, vigués de 44 años, y con una condena previa de 5 años por la Audiencia Nacional, que pasó a suministrarle cocaína. Portabales tenía un BMW X6 al que le había habilitado una caleta encima de la rueda delantera izquierda.

En el mismo juicio en el que ha resultado condenado "Piuki", Jacobo Portabales aceptó una condena de seis años de cárcel por tráfico de drogas y otro año por tenencia ilícita de armas, una condena rebajada en atención a su drogodependencia. De no haberse declarado autor de los hechos, se arriesgaba a 11 años de prisión.

El coruñés de 43 años Carlos Miguel Francos Larrosa, el "químico" de la red, aceptó una condena de tres años de cárcel por un delito de tráfico de precursores, esto es, sustancias para cortar la droga.

Otros dos acusados rechazaron llegar a un acuerdo con la fiscal antidroga, Ana María Méndez. Se trata de Efrén Herranz Rubio, ovetense de 41, también con antecedentes. Acudía al coche de Portabales para coger droga, y en su vivienda, la Policía Nacional encontró 4.000 euros en efectivo –él dijo que era el peculio de la cárcel y lo que había cobrado del INEM– y cinco gramos de cocaína. Según él, los tenía en casa por su recaía, pero esta versión no ha convencido a la magistrada ponente Ana Álvarez Rodríguez y a los otros integrantes del tribunal.

Finalmente, el mierense, aunque residente en Gijón, Roberto García Vaquero, de 32 años y con antecedentes, ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel, ya que frecuentaba también el BMW de Portabales y tenía en casa 2.600 euros de dudosa procedencia.

Aunque condena a los acusados de un delito de tráfico de drogas que causan grave daño, no les considera integrantes de una organización criminal. Los acusados han estado defendidos por los letrados Ana Boto, José Manuel Fernández González, Jorge García Gómez, José Ramón Sierra y Guillermo Calvo.

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