Cerveza y queso, la pareja que bien mezclada es apoteósica

Los maestros cervecero y quesero Ricardo "Semilla" Aftyika y Aitor Vega diseñan hasta 16 combinaciones en las que los dos productos se potencian y complementan

Ricardo "Semilla" Aftyka y Aitor Vega, con queso y cerveza.

Ricardo "Semilla" Aftyka y Aitor Vega, con queso y cerveza. / David Cabo

Mariola Riera

Mariola Riera

Olloniego (Oviedo)

Pues sí. La cerveza y el queso pueden hacer una pareja formidable, aunque a priori parezca que no y se tienda a pensar en el vino o en la sidra como la mejor opción de acompañamiento. "¿Cómo no podríamos encontrar alguno de los 84 estilos definidos de cerveza que encajen con un queso?", invita a reflexionar Ricardo "Semilla" Aftyka.

El maestro cervecero argentino, afincado desde hace años en Asturias, y el maestro quesero Aitor Vega diseñaron juntos y tras muchas horas de trabajo hasta 16 combinaciones distintas –ocho cervezas y 16 quesos–, "alucinantes", cuyo maridaje explicaron durante una cata organizada por la Asociación Asturiana de Sumilleres.

"Hay mezclas apoteósicas", describe Vega, que confiesa haberse llevado "sorpresas increíbles" junto a Aftyka, medalla de oro en 2023 en la World Beer Cup, algo así como el mundial de la cerveza. "A veces nos cerramos a que los quesos son fuertes o las cervezas son suaves, y existe un abanico de sabores, potencias, aromas, texturas en ambos mundos que es maravilloso. He aprendido mucho con Ricardo. Pon un cervecero en tu vida", añade con humor el quesero.

Aftyka cree que las dudas de que ambos productos encajen bien se debe al desconocimiento. "El problema es que cuando pensamos en cerveza solo pensamos en una, la industrializada que es una variación generalmente de mala calidad de la especialidad pilsner, estilo que nació en la ciudad homónima de la República Checa y se ha expandido hasta ser la bebida más consumida en el mundo después del té y el café. Pero el mundo de la cerveza es riquísimo y amplio, donde encontramos productos con 3% de alcohol o 14% de alcohol, con efervescencia de un cava o con la textura de un licor, con sabores a afrutados y hasta con trazas de café y chocolate, producto del tostado de las maltas utilizadas en su elaboración...".

Las preferencias de los maestros. En su opinión, las mejores combinaciones se originan "cuando ambos productos por separado son buenos, pero al ponerlos juntos se potencian". Sus tres ejemplos: Santa Amber y el queso Tomme de Rion, con licor de nuez, así que "el alcohol y los frutos secos de la malta de la cerveza generan una potencia tremenda y despiertan los aromas y el sabor del queso"; la Tripel Karmeliet, una cerveza de abadía Belga, "especiada y muy afrutada es un espectáculo con el Valle Oscuro Picurriellu"; y El Matador Imperial Stout, "una cerveza de postre, oscura, con más de 10% de alcohol que asemeja a un licor de crema moka, que logra un maridaje perfecto con el queso Glost Noruego, recordando la experiencia de una tarta de queso con chocolate". Para Aitor Vega han sido una "sorpresa increíble" cinco parejas que nunca olvidará por la buena mezcla que hacen: Geuze con queso Praizal Afinado; Santa Amber con Cyprien con licor de nuez Rodolphe Le Meunie; Orval con queso gamonéu; Karmeliet con pría tres leches rojo; y El Matador con Ekte Geitos.

Lo prohibido a la hora de mezclar cerveza y queso. "Lo único prohibido es no hacer la experiencia", dice sin dudar Ricardo Aftyka. El maestro quesero aconseja no "unir sabores que une tape al otro, lo perfecto es que se complementen. Ejemplo: una cerveza muy suave no se podría poner con un queso muy fuerte, porque éste pasaría por encima de la cerveza como si nada... O al revés".

Consejos de experto. "El mundo de la cerveza es tan o más rico que el de otras bebidas", explica Aftyka. "Hay cervezas que pueden ‘emular’ otras bebidas que en la cabeza de la gente son más fáciles de maridar. Así organizamos esta cata con aperitivo, entrante, cuatro principales, pre-postre y postre en un menú de ocho pasos. Hay que buscar las cervezas que podrían reemplazar a cada uno de estos productos y así el maridaje resultará más fácil". Aitor Vega anima a "estar abierto a probar cosas porque nunca sabemos donde está lo que encaja". Se pone él mismo de ejemplo: "Llevo toda una vida dentro del mundo del queso, pero en cuanto a maridajes no sé absolutamente nada... Y es que cuando crees que lo sabes todo viene algo y te rompe todos los esquemas como nos ha pasado con esta cata que ha sido sorprendente". Así que no lo duda: "Mi consejo es que probemos, que disfrutemos, que busquemos lo que nos gusta y sobre ello ‘bailemos’".

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents