Tendrán que decidir si sigue en prisión el hombre que mató al guardia civil que evitó una masacre en una carrera ciclista en Asturias
El caso aún permanece en el Juzgado de Pravia, pendiente de su paso a la Audiencia
LNE
Yago Troncoso, el presunto homicida del guardia civil de tráfico Dámaso Guillén al arrollarlo con un vehículo del que acababa de apoderarse en Beifar, será conducido en pocos días al Juzgado de Pravia para comparecer en una vista en la que se decidirá si se prorroga la prisión provisional que se dictó en abril de 2023. El próximo día 1 se cumplen dos años de su detención y puede prorrogarse la prisión provisional por otros dos años, en tanto se celebra el juicio. El caso va un tanto retrasado, y aún no ha pasado a la Audiencia Provincial, donde presumiblemente será juzgado el presunto homicida.
La vista para prorrogar la prisión provisional debería haberse celebrado este viernes en Pravia, un juzgado que está sin juez titular. El juez sustituto que llevaba un tiempo en el juzgado tiene otro destino y la jueza que está al frente ahora ha preferido posponer la vista.
Presumiblemente, tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares, solicitarán que se prorrogue la prisión. La defensa, que ha pedido la excarcelación de Troncoso en otras ocasiones, al considerar que sufre una enfermedad mental y que su lugar es un centro donde pueda seguir tratamiento, volverá a solicitar presumiblemente la salida de prisión.
Por ahora se desconoce cuánto piden las acusaciones, pero será condenas de homicidio en su tramo más alto, sin que se descarte una acusación por asesinato. La acusación particular, asesorada por el letrado Carlos Hernández Fierro, estima que Troncoso acometió premeditadamente al agente.
Los hechos ocurrieron en el transcurso de una carrera ciclista para jóvenes. Dámaso Guillén, agente de la Guardia Civil de 48 años, formaba parte del equipo de la agrupación de Tráfico encargado del dispositivo de la carrera. Su muerte se produjo cuando se interpuso ante la alocada conducción de Yago Troncoso, que se dirigía hacia el pelotón ciclista. La acción de Dámaso Guillén, andaluz de nacimiento pero que estaba destinado en Asturias, evitó así lo que pudo haber sido una gran masacre.
Yago Troncoso se dio a la fuga tras el atropello mortal hasta que el amplio despliegue de la Guardia Civil en la zona dio con su paradero.
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