El futuro del Tallerón tras su compra por Indra: 146 empleados se integrarán en una filial para fabricar blindados

La operación del Tallerón no se riñe con la búsqueda de terrenos que está realizando el consorcio Tess Defence para otra planta de producción de vehículos

Indra compra El Tallerón de Duro Felguera para fabricar blindados

Yago González / Amor Domínguez

Yago González

Yago González

Oviedo

Indra anunció este jueves que comprará a Duro Felguera su taller de calderería pesada en Gijón, conocido popularmente como el Tallerón y formado por 146 trabajadores en plantilla que se integrarán en la multinacional española de defensa, que destinará las instalaciones a la fabricación vehículos blindados de combate. Así lo avanzó el presidente de Indra, Ángel Escribano, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para explicar los planes de la compañía, a cuyo mando el empresario madrileño llegó hace dos meses.

Escribano afirmó que la futura factoría incorporará a los empleados del Tallerón, ya que su especialización en calderería pesada y bienes de equipo puede adaptarse a la construcción de blindados militares. La fabricación de estos vehículos es una de las apuestas estratégicas de Indra, y Asturias es el territorio elegido por la compañía para llevarla a cabo. De hecho, la multinacional ha constituido una filial denominada Land Vehicles "para concentrar en la región toda la capacidad fabril de vehículos", aseguró el ejecutivo durante su intervención en la comisión mixta de seguridad nacional de la Cámara Baja.

La operación del Tallerón no se riñe con la búsqueda de terrenos que está realizando el consorcio Tess Defence (del que Indra es el socio mayoritario, y al que también pertenecen Santa Bárbara Sistemas, Sapa y Escribano Mechanical & Engineering) para ubicar en Asturias otra planta de producción de vehículos, y donde Langreo destaca como uno de los concejos con posibilidades.

El directivo madrileño enmarcó la adquisición del Tallerón en el contexto de la negativa de General Dynamics a vender a Indra su negocio de vehículos blindados, con una fábrica en Trubia (Oviedo). "La pena es que, al comprar la fábrica de Gijón, tendremos que competir contra nosotros mismos", lamentó Escribano en referencia a la actividad de la planta trubieca, propiedad del grupo estadounidense General Dynamics. "Con nosotros mismos me refiero a todos los españoles, que ya no somos dueños de esa plataforma [de construcción de blindados]", argumentó el presidente de Indra, que advirtió varias veces a lo largo de su comparecencia del retroceso de la tecnología española y europea en los contratos internacionales de armamentro, frente a potencias como Estados Unidos.

Soplo de aire fresco

La venta del Tallerón es, por su parte, un pequeño soplo de aire fresco para Duro Felguera, que acaba de prorrogar durante otros tres meses (hasta el 11 de junio) el preconcurso de acreedores al que se acogió en diciembre. Dentro de la reestructuración que está realizando la ingeniería asturiana para encontrar una salvación a sus graves dificultades financieras, la venta de la nave de calderería pesada siempre fue una opción sobre la mesa para obtener liquidez.

De hecho, hace dos semanas Javier Escribano, presidente de EM&E y hermano de Ángel Escribano, visitó el Tallerón en compañía de autoridades del Principado. En un principio se comentó la posibilidad de que las instalaciones albergaran el centro productivo que EM&E proyecta en Asturias, pero finalmente el comprador ha sido la multinacional dirigida por su hermano. EM&E, la empresa familiar de los Escribano, es accionista de Indra.

El anuncio de la compra fue recibido positivamente por la plantilla de Duro y, sobre todo, la del Tallerón. "Las informaciones aún son prematuras, pero hasta donde sabemos, estamos moderadamente optimistas, porque venimos de una situación complicada y ahora se ve una salida", señaló a este periódico Javier Rodil, presidente del comité de empresa de Duro Felguera Calderería Pesada.

Ángel Martínez, al frente del comité de Duro Felguera S.A., mostró su "alegría" por sus compañeros: "Con esta operación el futuro de los trabajadores queda más despejado". Martínez remarcó que el Tallerón "goza de muchas ventajas para la actividad que quiere realizar Indra, ya que los empleados están especializados en calderería y soldadura, y la nave cuenta con un embarcadero propio para destinar las piezas a cualquier parte del mundo".

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