Entrevista | María Calvo Presidenta en funciones de FADE y candidata a las elecciones

"Trabajaré aún más para ser la voz única de las empresas"

"Es bueno que la economía asturiana se abra al exterior y capte inversiones, pero a veces se ha prestado más atención a las compañías de fuera que a las de la propia región", afirma la empresaria gijonesa

María Calvo, el pasado viernes, en su despacho presidencial de FADE, en Oviedo. | FERNANDO RODRÍGUEZ

María Calvo, el pasado viernes, en su despacho presidencial de FADE, en Oviedo. | FERNANDO RODRÍGUEZ

Yago González

Yago González

Oviedo

La presidenta en funciones de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo Carvajal (Gijón, 1975), vive días intensos desde que la semana pasada anunciara la convocatoria de elecciones en la patronal, a las que se presentará para revalidar su cargo otros cuatro años. En los comicios, que tendrán lugar el 11 de abril, competirá con el empresario José Manuel Ferreira, vicepresidente primero de la Cámara de Comercio de Oviedo.

-¿Por qué ha convocado elecciones?

-Pues, en primer lugar, porque tocaban. Como ya expliqué en su momento en la junta directiva, el mandato vencía en el mes de julio, pero esto obedecía a una circunstancia excepcional derivada de la convocatoria del mandato anterior. Siempre pensé que el verano no era el mejor momento para hacer elecciones en una organización empresarial. La convocatoria, por tanto, tenía que hacerla necesariamente en apenas dos meses, y pensé que con el entorno y los retos que tenemos actualmente en Asturias, era necesario que quien resulte elegido aborde cuanto antes todos esos desafíos y llegue a la próxima asamblea general de junio con un equipo hecho. No nos podíamos permitir prolongar en exceso y más de lo necesario una situación que podía ser de cierta interinidad en FADE. Pero siempre, y como no podría ser de otra manera, con pleno respeto a los plazos legales y a lo que establecen los estatutos de la organización, dando capacidad a que haya una elección democrática a la que puedan concurrir las candidaturas que lo estimen conveniente.

-Usted anunció la convocatoria electoral el pasado día 4. Once días atrás, Femetal ya había aprobado el apoyo a su candidatura, y esa misma semana, la patronal constructora, CAC-Asprocon, hizo lo mismo. Esto ha sentado mal al candidato rival y a varias empresas de la construcción.

-Como he dicho, todo el mundo era conocedor de que este año, a más tardar en los próximos dos meses, tenía que convocar elecciones. Y, por tanto, me parece lo normal que las asociaciones empresariales tomen su postura. De todas formas, lo que quiero dejar claro es que desde FADE queremos velar en todo este proceso por que la organización salga fortalecida y por que los empresarios salgan fortalecidos de todo el proceso, y no al contrario. En ese sentido, creo que el barullo no ayuda a este objetivo, y desde mi candidatura vamos a abordar toda esta campaña con elegancia, con pleno respeto a las normas y los procedimientos. Y, por tanto, yo no voy a ser la que entre en conflictos que no conducen a nada.

-Este pasado viernes, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, participó en un acto con usted y con el consejo ejecutivo de FADE. Ferreira ha protestado por considerar que se trata de un acto electoralista que contraviene los estatutos de la patronal.

-No tengo constancia formal de la protesta y estoy segura que la junta electoral dará una respuesta adecuada a lo que digan los estatutos de FADE, y eso me da tremenda tranquilidad. En todo caso, el acto formó parte de la actividad habitual tanto de FADE como de CEOE, y en ningún momento se hizo referencia ni valoración alguna al proceso electoral. E insisto en que desde mi candidatura no contribuiré en ningún caso a un ruido innecesario y perjudicial para FADE y para los empresarios, siendo así coherente con mi mandato actual y mi programa para estas elecciones.

-¿Es malo para la unidad de los empresarios asturianos que haya dos candidaturas?

-No, para nada. Es absolutamente democrático que se presenten candidaturas, en eso no hay ningún problema ni ningún reproche.

-Usted y el candidato alternativo son empresarios del mismo sector y se conocen desde hace años. ¿Tienen buena relación personal?

-Sí, tenemos buena relación.

María Calvo. | FERNANDO RODRÍGUEZ

María Calvo. / FERNANDO RODRÍGUEZ

-¿Usted tiene confianza en que va a ganar?

-Bueno, si he dado el paso es porque obviamente he sentido el apoyo fundamentalmente del equipo de FADE con el que he estado trabajando estos cuatro años. Todos hemos considerado que merecía la pena terminar el trabajo que comenzamos en 2021. Hemos avanzado en la modernización de la organización y, sobre todo, en poner encima de la mesa temas muy relevantes para el empresariado asturiano, con una voz única, unida e independiente. Ese es el proyecto que hemos tenido estos cuatro años y ahora, si cabe, lo abordaremos con más fuerza. Porque presidir una organización empresarial también va dándote experiencia, y por tanto ahora estamos en una mejor situación para culminar nuestro proyecto.

-¿Qué balance hace de su primer mandato?

-El principal eje ha sido ser la voz única e independiente de los empresarios. Eso lo hemos conseguido, poniendo encima de la mesa temas que, cuando llegué en 2021, no tenían la importancia que merecían. Por ejemplo, la dificultad de encontrar personal en distintos sectores, algo que en un primer momento prácticamente negaban los sindicatos. También el reto de simplificar las normas y reducir la burocracia, así como tener una fiscalidad que nos permita competir en igualdad de condiciones con el resto de comunidades autónomas. En estos temas, hemos sido un referente en el mundo empresarial.

-¿Y a nivel interno, en la propia FADE?

Pues también me siento orgullosa de lo que hemos conseguido. Hemos avanzado en la modernización de la organización, adaptándonos a lo que las asociaciones y las compañías requerían. Por ejemplo, hemos dado un impulso a la digitalización. Pienso que los socios de FADE se han sentido cómodos y acompañados.

-En este primer mandato, ¿se ha sentido escuchada por el Gobierno de Asturias?

-La interlocución ha sido buena, pero luego los hechos no han acompañado todo lo que nos hubiera gustado. En algunos asuntos sí ha habido ciertos avances, aunque tímidos, como en la mejora de la formación orientada al empleo para que los sectores tengan personal cualificado. En lo que respecta a la reducción de la burocracia, hay algunos intentos, pero aún queda muchísimo por hacer. Y la gran asignatura pendiente es la fiscalidad. Agradecemos, sin duda, la interlocución con el Principado, y el diálogo siempre ha sido la razón de ser de FADE, pero en el próximo mandato aspiro a contribuir aún más a que todos estos problemas se solucionen y hacer de Asturias un territorio más amigable y atractivo para las empresas.

-¿Ya tiene elaborado su programa de acción para los próximos cuatro años?

-Estos temas de los que estamos hablando ya son un esbozo. Sobre todo aspiramos a ser un faro estratégico de Asturias y contribuir a elevar un poco la mirada. A veces sentimos que estamos en el cortoplacismo político y que falta una estrategia clara y, sobre todo, medidas concretas que estén pensadas para el medio y largo plazo, y teniendo en cuenta a todos los sectores. Queremos que la región tenga una industria competitiva, un turismo de calidad y alto valor añadido, un comercio que dé vida a las ciudades, un transporte que solucione los retos logísticos, que el sector tecnológico contribuya al progreso de Asturias... Y todo esto, insisto, desde la unidad de las empresas, desde la independencia, y desde la solvencia y el rigor. Esto último creo que también nos lo hemos ganado en FADE en estos años.

-¿Qué otros objetivos tiene?

-Me gustaría tener mayor presencia nacional e internacional, porque las decisiones que afectan a las empresas asturianas no se toman únicamente aquí, sino en Madrid y en Bruselas. Ya participamos muy activamente en CEOE y tenemos relación con diputados nacionales y europeos, pero tenemos que abordar esa cuestión. Si gano las elecciones, probablemente viaje más a esas ciudades.

-¿Es difícil, como presidenta de la patronal, conciliar los intereses de los diferentes sectores de la economía asturiana?

-La clave es escuchar a todo el mundo. Yo, escuchando y estando cerca de todos, no he visto tantos intereses directamente enfrentados. Si continuamos haciendo esto, no debería haber, y de hecho no ha habido, excesivos conflictos. En lo que sí me he centrado y seguiré centrándome es en las empresas que están aquí, que crean empleo aquí y que producen aquí. Desde luego, hay que atraer inversiones, y es muy sano que el tejido empresarial evolucione. Pero hay veces que hemos sentido que se prestaba más atención a las empresas que venían de fuera que a las de aquí. Insisto, por supuesto que es bueno abrirse al exterior, pero si tenemos un entorno favorable a la actividad empresarial, serán rentables las de aquí y vendrán otras de fuera.

"Lo importante es tener fábricas de defensa, y no tanto su nacionalidad"

-En estos cuatro años, ¿la situación más difícil que ha tenido que afrontar Asturias ha sido la suspensión de la principal inversión descarbonizadora de ArcelorMittal, así como la debilidad general de la siderurgia?

-Lo más difícil está siendo la situación general de la industria y, dentro de ella, la de la siderurgia y la electrointensiva. Hay consenso en que Asturias quiere seguir siendo una región industrial y que es la actividad que más retos tiene. Fuimos de los primeros que, hace dos o tres años, advertimos de que esta transición justa tenía que ser justa y que había que acertar con los tiempos y con los recursos que se daban a las empresas para que así fuera, ya que de otro modo se destruiría tejido industrial. Pedimos al Gobierno del Principado que esto se lo tomara muy en serio y, junto con él, intentar influir en Madrid e incluso en Europa.

-Y hablando de Europa, ¿cómo valora su papel en esta situación?

-Creo que ha sido más lenta de lo que nos hubiera gustado, pero no ha sido porque no lo hayamos advertido. Por ejemplo, el "Informe Draghi", bienvenido sea, pero cuando se publicó parecía que lo que decía era nuevo, cuando nosotros ya llevábamos mucho tiempo advirtiendo de los riesgos que corría la industria europea. Ahora tengo un optimismo moderado al respecto, porque creo que los últimos acontecimientos geopolíticos pueden propiciar que Europa tome definitivamente cartas en el asunto.

-Precisamente la situación geopolítica es lo que está impulsando un gasto público masivo en el sector de la defensa, donde Asturias despunta con varios proyectos para construir fábricas de blindados. ¿Es la defensa la gran esperanza industrial de la región?

-La industria de la defensa es una oportunidad clara para Asturias. Bienvenidos sean proyectos como esos. Tras la pandemia de covid y la guerra de Ucrania, en Europa nos hemos dado cuenta de que la autonomía estratégica es muy importante. En el ámbito energético, sin duda, pero también en la defensa, donde no podemos depender de terceros. Y que Asturias esté situada como uno de los lugares a los que puede venir esa industria, nos parece una gran noticia. Porque no se trata solamente de seguir invirtiendo más en defensa, que es algo inevitable y necesario, sino que se haga en producción nacional.

-Entonces le parece bien que la española Indra quiera comprar Santa Bárbara, propiedad de la estadounidense General Dynamics.

-Bueno, yo creo que lo importante es que la producción se haga en España y, si es posible, en Asturias. La nacionalidad del capital ya es otra cuestión. Por ejemplo, es muy bueno que Indra haya adquirido el Tallerón de Duro Felguera, contribuyendo a aliviar en parte la situación de la ingeniería .

-¿Le preocupa la situación de Duro y de otras ingenierías?

-Sí, porque generan muchísimo empleo de alto valor. No todas tienen la misma situación, y tenemos que contribuir a que el sector sea sostenible a medio plazo.

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