Pepe Ron y Carlos Gallego, cocineros "orgullosos" con un sol Repsol que dedican a sus equipos y vecinos

Blanco y Los Llaureles, en Cangas del Narcea y Torazo, se estrenan en la guía gracias a una cocina "doméstica con reinterpretación actual"

Pepe Ron y Carlos Gallego

Pepe Ron y Carlos Gallego / Guía Repsol

Mariola Riera

Mariola Riera

Oviedo

Muy vinculados al territorio y al producto de cercanía, integrados en el vecindario y con base familiar. Son las características que comparten Blanco y Los Llaureles, los restaurantes a los que corresponde este año el mérito de engrosar en Asturias la ya de por sí concurrida Guía Repsol, en la que este 2025 lucirán un total de 33 soles que hacen brillar más que nunca los fogones regionales. Pepe Ron, con su Blanco (Cangas del Narcea), y Carlos Gallego, con Los Llaureles (Torazo, Cabranes), han logrado cada uno un sol, distinción que recogieron la noche del lunes en una gala celebrada en Santa Cruz de Tenerife.

Orgullo, satisfacción y mérito de todo el equipo. Los cocineros también coinciden en la primera valoración del reconocimiento, que realizan a LA NUEVA ESPAÑA durante el viaje de vuelta de Canarias a Asturias. En lo que difieren Blanco y Los Llaureles es en su andadura, la del primero mucho más extensa, pues el cangués suma ya 65 años desde que lo abrieron los padres de Pepe y Quique (sumiller y sala), Pepe Ron y Engracia Linde. El segundo tiene una trayectoria de 15 años, un tiempo que ha servido al madrileño Carlos Gallego para ganarse el aplauso de la clientela y ahora también de la crítica.

"Estoy muy contento y orgulloso por mí, pero también por mi hermano, mi socio y por todo el pueblo. Hacemos mucha comunidad, recojo muchas ideas de la gente para plasmar en los platos y entiendo que el sol Repsol servirá algo para atraer turismo a Torazo y devolver todo lo que ellos me dan", señala agradecido Gallego. Aprendiz con Sergi Arola, era cocinero en Doha (Catar) cuando su hermano José Antonio se trasladó a Asturias para abrir un hotel en la aldea de Cabranes, distinguida en 2008 con el premio "Pueblo ejemplar" de Asturias. "Yo le asesoraba y le mandaba ideas desde allí para darles un menú a los clientes que se hospedaban. Poco a poco tuvo mucho éxito la cocina y acababa yendo más gente por la comida que por dormir. Así que decidí venirme", recuerda el cocinero. "Todos mis ahorros acabaron en el restaurante, del que también es socio Carlos Miguel Bacallá".

Cree Gallego que sus salidas en el último año a distintos eventos culinarios le han servido para que el nombre de Los Llaureles llegara a oídos de los críticos. Pero también el boca a boca entre la clientela, según admite, tiene mucho que ver con un premio "maravilloso" que distingue una cocina que él define como "un lienzo en blanco". Y lo explica: "Empiezo de cero y recojo ideas de las paisanas del pueblo, tan pronto versioneo la boroña de Torazo como incluyo una receta con ortigas que me cuentan. Todo eso, influido por lo que aprendo en mis viajes, observaciones o cursos es la cocina de Los Llaureles".

El sol Repsol que brilla también por primera vez en Cangas del Narcea es una "inyección de moral tremenda" en palabras de Pepe Ron, quien no se olvida de su madre, Engracia, una de las personas a la que puede atribuírsele el mérito de entrar en la guía. "Ahora retirada, de forma merecida, no puedo olvidar a la ‘jefa’, que está muy contenta y satisfecha con la distinción. Pero tampoco olvido al resto. Porque esto no es cosa de un chef, sino de todo un equipo y un trabajo de muchos años".

El reconocimiento llega al Blanco en un momento "buenísimo", destaca Ron, quien tuvo cerrado en el último año para acometer una ambiciosa reforma. "Esto es como la guinda del pastel, nos pone muy contentos y nos anima a seguir. El sol Repsol, junto a la estrella Michelin, son algo que a cualquier cocinero que aprecie su oficio le presta recibir, es un orgullo".

En el Blanco, destacan los críticos de Repsol, "reinterpretan la cocina doméstica". En Los Llaureles, aseguran, hay un "protagonismo vegetal que se explica con su localización, en plena Comarca de la Sidra, entre prados, valles frondosos y bosques autóctonos".

Y antes de acabar, más coincidencias: ambos son dos "casas de comidas". En la guía señalan este año como tendencia dentro de la gastronomía española ese concepto que "propone un vuelco en la relación entre cocineros y comensales, remite a proyectos donde el cariño y el conocimiento del oficio crean un clima relajado y convierten cada mesa en un refugio en el que olvidarse de todo lo que no sea disfrutar". Toda una invitación a hacerlo en Blanco y Los Llaureles.

El reparto de soles

  • TRES SOLES Casa Marcial (La Salgar, Parres) y Casa Gerardo (Prendes, Carreño).
  • DOS SOLES Auga (Gijón), Casa Fermín (Oviedo), El Corral del Indianu (Arriondas, Parres), El Retiro (Pancar, Llanes), La Huertona (Ribadesella), Real Balneario (Salinas, Castrillón) y Regueiro (Tox, Navia).
  • UN SOL Blanco, Los Llaureles, Alenda (Villaviciosa), Ca Suso (Oviedo), Casa Belarmino (Manzaneda, Gozón), Casa Pilar (Llanes), Tataguyo (Avilés), Del Arco (Oviedo), Casa Farpón (Argüelles, Siero), El Molín de Mingo (Peruyes, Cangas de Onís), Farragua (Gijón), Ferpel (Ortiguera, Coaña), Gunea (Castrillón), Güeyu Mar (Vega, Ribadesella), La Pondala (Gijón), Married (Llanes), Mestura (Oviedo), Centro (Puerto de Vega, Navia), Monte (Feliz, Lena), Pedro Martino (Oviedo), Quince Nudos (Ribadesella), Roble (Pola de Lena), Yume (Avilés) y Éleonore (Salinas, Castrillón).
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