Juzgado por vejar e insultar al primer preso que cambió de sexo en Asturias: "Eres un travelo, te voy a rajar"

M. L. L. fue el primer recluso en Asturias que solicitó, y obtuvo, el cambio de sexo registral. Sin embargo, este simple gesto le sumergió en una pesadilla en el centro penitenciario. Durante meses recibió los insultos, las vejaciones y las amenazas vertidas por otro recluso, hasta que, harto de desprecios, decidió denunciarlo. La Fiscalía instruyó el asunto como un delito de odio y de discriminación, que se ha terminado juzgado en la mañana de este martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias.

El interno denunciante, al que defiende el letrado Pedro Paulino Sánchez, declaró en la vista que le designaron como preso sombra de otro recluso. Según indicó en el juicio, el otro recluso, al enterarse que había cambiado de sexo en el registro, comenzó a atosigarle con insultos y amenazas. "Me decía: ‘Eres un travelo’, y luego me amenazaba: ‘Te voy a rajar’", declaró en la vista. La situación se prolongó durante cuatro o cinco meses, según indicó el recluso, sometido a un constante desprecio. También fue discriminado por otros reclusos, a quienes ha denunciado.

B. M. B, el acosador, que fue trasladado por las autoridades carcelarias a la prisión de Villahierro, en Mansilla de las Mulas, por estos mismos hechos, declaró por videoconferencia en la vista de este martes. El recluso negó los hechos e indicó que no siente animadversión alguna por las personas transexuales.

M. L. L. está encarcelado por delitos de violencia de género y acoso. No ha cambiado de nombre ni ha iniciado tratamiento alguno para modificar su aspecto exterior y retirar su genitales masculinos. Su petición de ser trasladado al módulo de mujeres fue rechazada, aunque está ingresado en la enfermería.

El ministerio público mantuvo su petición de un año de cárcel para el acusado, así como el pago de una multa de 2.160 euros. Además, reclamó una indemnización para la víctima de 1.000 euros por daño moral. El letrado de la acusación particular mantuvo por su parte su petición de 15 meses de cárcel, más una multa de 2.430. La víctima reclama una indemnización de 1.500 euros.

No es el único recluso que ha cambiado de sexo en Asturias. Hasta seis lo solicitaron. Otro se cambió de sexo con el único fin de evitar la cárcel, tras haber sido condenado por un delito de violencia de género, pero ingresó de todos modos en abril del año pasado. Se trata de un recluso que se llamaba José María y que cambió su nombre por el de María José, sin cambiar de apariencia exterior ni retirarse los genitales masculinos.