El mensaje a los asturianos del consejero Borja Sánchez, que sufre cáncer de colon: "¡Hay que hacerse los cribados! Si tienes algo, te lo pillarán a tiempo"

"Mi tumor no da síntomas; yo tuve suerte de tener una inflamación intestinal", confiesa el titular de Ciencia, recién incorporado en el Principado, tras estar tres meses de baja

VÍDEO: El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, concede en exclusiva una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA tras su baja por un cáncer de colon

Jimena Aller

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

"¡Hay que hacerse los cribados! Si tienes un tumor, te lo pillarán a tiempo". Es el mensaje que Borja Sánchez, consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, lanza a la población asturiana, tras estar casi tres meses de baja por un cáncer de colon. Su batalla contra el tumor aún será larga, de "años", y por delante tiene cuatro meses de quimioterapia. Aun así, el pasado martes decidió volver a su despacho en el Principado. "Me veo con fuerzas para estar al cien por cien, las vueltas al 20% no las concibo", declaró a LA NUEVA ESPAÑA en una entrevista concedida en exclusiva.

"El pasado 31 de marzo fue el Día Mundial del Cáncer de Colon y la consejera de Salud decía que la participación en los programas de cribado habían aumentado, pero que eran del 34%. ¡Hay que hacerse los cribados! Te pueden pasar tres cosas. Lo normal es que no tengas nada. La segunda opción es que te detecten una lesión antes de ser tumoral, es decir un pólipo. En ese caso, te echas una siesta, te hacen la colonoscopia y sales nuevo. Y la última posibilidad es que tengas algo y entonces te lo pillarán a tiempo. En tumores como el mío, anticiparse cada mes cuenta. Yo no hubiese llegado a un programa de cribado (empieza a los 50 años)", aseguró.

Borja Sánchez tiene 46 años y su tumor es silencioso, no suele dar síntomas. Y tampoco es genético. Por eso, se siente ante todo "afortunado". "La suerte que tuve es que el tumor colaboró para que hubiese una oclusión intestinal. De hecho, mi oncólogo me dijo: 'Si lo llegas a tener cinco centímetros más abajo, cuando hubiese dado señales, ya te hubiese perforado el colon o se hubiese extendido a otro órgano'". Por esa inflamación intestinal acudió en enero al hospital. Allí le dieron el duro diagnóstico y a los pocos días fue operado de urgencia.

VÍDEO: El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, concede en exclusiva una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA tras su baja por un cáncer de colon

Jimena Aller

"Sospecha que algo tenía, pero uno nunca piensa en un tumor. Piensa en piedras en la vesícula, en una enfermedad inflamatoria intestinal… La sensación fue la de cuando estás en una montaña rusa. Esa adrenalina que sube... Quedé en shock. Luego ya entró el cerebro racional y sabía que en la mayoría de casos son tumores que están localizados, que hay muchísimos tratamientos, que tenemos un sistema sanitario excelente… Y eso me tranquilizó", relató a la NUEVA ESPAÑA.

En estos meses, Borja Sánchez ha recibido infinidad de mensajes. Muchos de apoyo y otros tantos para confesarle: "Yo también tengo cáncer". A ellos, a los que están pasando por lo mismo, les dice que se "informen". "Hay que documentarse de todo: ¿qué te miden los marcadores?, ¿cómo ha sido tu cirugía?, ¿cómo es tu tipo de cáncer?, ¿en qué estadío está? Esa información hay que tenerla, porque da tranquilidad. Y me estoy dando cuenta, por los mensajes que recibo, de que mucha gente que pasa por un tratamiento no sabe en realidad lo que les están poniendo", lamenta.

En su caso, su tratamiento es doble. Así lo explica: "Consiste en dos moléculas. Una se llama oxiloplatino (es platino) y se administra por vía catéter venoso. Lo que hace es interferir en la recopilación del material genético de la célula. De tal forma que, cuando una célula se divide muy rápido, esta molécula interfiere y la célula muere. La otra molécula se llama capecitabina, se administra en pastillas y es un antimetabolito. Lo que hace es parar el metabolismo de la célula".

Los efectos secundarios que sufre son, asegura, "perfectamente controlables". "Sobre todo, en los días siguientes al tratamiento, tengo hipersensibilidad al frío, al acumularse el platino en los nervios periféricos. En las yemas de los dedos tengo calambres. Es como si tuviese los dedos llenos de alfileres. Y luego también tengo cansancio, a veces pérdida de memoria pero muy leve, alguna náusea…". A consecuencia de todo este proceso, Borja Sánchez ha perdido 14 kilos.

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