Crónica de la dimisión de Belarmina Díaz tras el siniestro minero de Cerredo: aplausos de todos los consejeros (menos uno), el abrazo de Barbón y una tregua en la crisis de Gobierno

La ya exconsejera, que el viernes descartó su marcha, anuncia su adiós por sorpresa en la Junta tras dar explicaciones durante veinte minutos

Díaz atribuye su salida a un "ataque permanente y personal" del PP y Vox y asegura que "en ningún caso será un obstáculo para la investigación"

VÍDEO: La consejera de Transición Ecológica, Belarmina Díaz, se despide tras su dimisión

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Oviedo

El Gobierno regional atraviesa una crisis evidente por el accidente de la mina de Cerredo, en el que fallecieron cinco mineros. Belarmina Díaz, consejera de Industria, anunció este martes en el pleno de la Junta General su dimisión "irrevocable" como titular de la Consejería. Pocas horas antes, el lunes por la tarde, la propia Díaz le había comunicado en privado su decisión al presidente del Principado, Adrián Barbón, que prevé nombrar un sustituto en las próximos días y celebrar la toma de posesión la semana que viene. El jefe del Ejecutivo y líder de la FSA informó este mismo martes a Izquierda Unida (IU), socio de Gobierno, de la dimisión de Díaz. Lo hizo durante la celebración del Pleno, pocos minutos antes de que ella misma lo diese a conocer al Parlamento. La dimisión da tregua al Gobierno regional, especialmente a la parte socialista, después de días con mucha presión política por las incógnitas alrededor del accidente. Este movimiento también alivia a IU, que ha expresado que aparca las exigencias de una comisión de investigación en la Junta.

La ya exconsejera anunció su marcha por sorpresa en el segundo turno de su intervención en la Junta, interpelada por el Partido Popular (PP) por el accidente de la mina de Cerredo. Su dimisión se produjo 16 días después del grave suceso en el que fallecieron cinco mineros, con la presión de la oposición y de su socio de Gobierno en aumento y la petición de comisión de investigación en marcha para "investigar y depurar las posibles responsabilidades sobre la gestión del Gobierno en los últimos años que ha desembocado en el accidente". Díaz apenas ha estado dos meses en el cargo: tomó posesión como consejera a mediados de febrero, tras la marcha de Nieves Roqueñí a la presidencia El Musel, ascendiendo a la cúspide de la Consejería desde la dirección general de Minería.

Su marcha se produce en el peor momento del Gobierno del PSOE e IU en la actual legislatura, después de las dudas suscitadas respecto a las posibles errores de la administración en torno al yacimiento minero y la actividad supuestamente ilegal, de extracción de carbón, que realizaba la compañía Blue Solving, que operaba en la mina con un permiso para investigación que le había dado la Consejería. Díaz compareció por la mañana en dos turnos. En el primero, de veinte minutos, dio cuenta de los últimos datos conocidos sobre el accidente. "De haber existido alguna sola señal de ilegalidad, hubiésemos actuado en la mina", aseguró. "Mi compromiso está con la verdad, con saber qué pasó, por qué ocurrió el mortal accidente y determinar quienes fueron los responsables de ese fallecimiento. Esa promesa la tienen también las familias. Lo ocurrido no puede, ni debe quedar impune", insistió.

Díaz comunicó su salida el lunes por la tarde a Barbón, que ayer la abrazó en el Parlamento

Nada parecía indicar, a priori, que anunciaría su dimisión minutos después, pese a que en los mentideros políticos se barajaba esa posibilidad ya la noche del lunes. Ella misma la había descartado el pasado viernes durante una comisión parlamentaria que fue muy criticada por todos los grupos salvo por el PSOE. Tras esa primera intervención, en la que no estaba presente Adrián Barbón, que se incorporó después al pleno, los grupos de la oposición cargaron contra el Gobierno y contra Díaz, a la que le restaba un último turno. PP, Vox y Foro, volvieron a reclamar su dimisión, e IU y Covadonga Tomé se mostraron críticos. Aunque en las reacciones de Adrián Pumares (Foro) y Tomé hubo un matiz: los dos miembros del grupo mixto, antes de conocer su dimisión, reconocieron a la Consejera un cambio positivo respecto a la comisión del pasado viernes. El diputado Gonzalo Centeno (Vox) la describió como un "cadáver político".

Fue en su última intervención, en la que no tenía límite de tiempo, en la que Belarmina Díaz anunció su marcha, para sorpresa de la mayoría de los diputados presentes, que la escuchaban con gestos de estupefacción.

"Mi compromiso está con la verdad, con saber qué pasó", dijo Díaz antes de anunciar su dimisión

La Consejera se fue con unas breves palabras que llevaba por escrito y que leyó. "Desde hace dos semanas, tanto el PP como Vox están politizando el accidente mortal de la empresa Blue Solving. Señor Alonso (diputado del PP), señor Queipo (presidente del PP), señor Centeno (diputado de Vox). No tienen interés en saber lo que ocurrió el 31 de marzo", destacó. Acto seguido se dirigió directamente al presidente del PP. "En particular usted señor Queipo, al que le tendí mi mano, sin ni siquiera recibir respuesta. A ustedes no les importa por qué se produjo la explosión de grisú de Blue Solving. Tan solo les interesa ejercer un ataque permanente y personal contra mi persona, que ni yo ni mi familia merecemos. Pues bien, les anuncio que ayer por la tarde (por el lunes) he presentado mi dimisión irrevocable al presidente del Gobierno de Asturias, Adrián Barbón. Gracias, Presidente, por haber confiado en mí, pero como bien sabes, acepté el cargo para trabajar por y para Asturias. Desde el accidente, mi único objetivo era investigación, verdad y justicia y tengo claro en ningún caso voy a ser un obstáculo para la investigación, ni para conocer la verdad, ni para que se haga justicia. Muchas gracias", aseguró Díaz.

La derecha prevé que la comisión de investigación se celebre, pero Tomé guarda silencio

Su intervención fue respondida con aplausos por parte de los consejeros (a excepción de Ovidio Zapico, de IU) y los diputados socialistas. Barbón, que se acababa de incorporar al Pleno, se levantó, caminó desde su asiento al escaño de la ya exconsejera y la abrazó durante unos segundos, mientras seguían los aplausos de su bancada. Acto seguido, Díaz abandonó el hemiciclo y en los pasillos de la Junta recibió abrazos de varios miembros del Gobierno, visiblemente afectados. Barbón lo hizo poco después, tras tener un rifirrafe con los diputados del PP, y acompañó a la salida a la ex titular de Industria.

La dimisión de Díaz sume al Gobierno en una grave crisis política en Asturias, al tiempo que la clarifica, y deja la comisión de investigación que está en marcha en un limbo. PP, Vox y Foro, tras conocer el adiós de la Consejera, afirmaron que la citada comisión parlamentaria sigue adelante pese a la salida del Gobierno de Díaz. En cambio, Covadonga Tomé, cuyo voto es en este contexto necesario para que la comisión vea la luz, fue la única representante que no se pronunció. Si la diputada del grupo mixto renuncia a apoyar la comisión, la constitución de la misma es imposible.

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