Una drástica regeneración del servicio asturiano de minas: la misión del consejero Borja Sánchez tras la dimisión de Belarmina Díaz
El Gobierno encomienda al Consejero una total reorganización del servicio que debía tutelar la explotación de Cerredo
Las competencias en FP pasan a Educación

Borja Sánchez y Adrián Barbón, en el acto de firma de la ley de Ciencia / A. G.-O.

El hasta ahora consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, Borja Sánchez, asumirá las competencias en Industria tras la liquidación de la consejería de Transición Ecológica, Industria y Comercio que hasta ahora ocupaba Belarmina Díaz. Al atragantón que supone al área de Borja Sánchez incorporar un área de especial complejidad y densidad (máxime en pleno proceso de transición energética y cambio de paradigma), el que ha sido uno de los principales apoyos personales de Adrián Barbón en su Ejecutivo tendrá además la misión de llevar a cabo una auténtica "regeneración" en el área industrial, en especial en el servicio de Minas. Se trata de un servicio cuya diligencia y celo han quedado en entredicho tras el grave accidente minero del pasado 31 de marzo en Cerredo, en el que murieron cinco trabajadores y otros cuatro resultaron gravemente heridos.
Esa era, tras haberse producido la dimisión de Belarmina Díaz, una de las reclamaciones de Izquierda Unida, socio del PSOE en el Ejecutivo, para echar el freno a la posible comisión de investigación en la Junta General, que registró el PP con el diputado de Foro Adrián Pumares después de que la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, se mostrara partidaria de activar ese instrumento de indagación parlamentaria sobre el accidente de Cerredo.
La revisión del servicio de Minas estará también orientado con las directrices que traslade la Inspección general de Servicios, el organismo interno de la administración que desde este lunes está llevando a cabo una auténtica auditoría sobre el departamento. Se trata, de manera efectiva, de una especie de departamento de "asuntos internos", encargado de detectar procedimientos viciados dentro de la Administración. El Ejecutivo de Adrián Barbón tiene especial confianza en su capacidad para señalar mejoras y detectar problemas. De hecho, el Gobierno regional ha señalado varias veces que las investigaciones llevadas a cabo por la Inspección general de Servicios detectaron problemas en la Orquesta Sinfónica de Asturias o el centro cultural de La Laboral, que ocasionaron el cese de sus responsable. También encontraron deficiencias en la organización y las relaciones internas en el Instituto de la Mujer.
Un objetivo ya planteado a principio de mandato. La reunión bajo la consejería de Borja Sánchez de las competencias relativas a empresas e industria era uno de los objetivos que ya planeaban hace dos años cuando el Gobierno planificó el reparto de consejerías. Entonces no se consideró el más adecuado, en parte para evitar un atragantón de tareas al titular de Ciencia y Universidad (áreas en las que había demostrado buen desempeño a ojos del PSOE en la pasada legislatura) y también por discrepancias internas. Por eso se constituyó una consejería de Transición Ecológica bajo cuyo nombre se englobaban tanto las competencias en Energía e Industria como en materia medioambiental.
Una compleja coordinación no exenta de tensiones. Que aquel reparto no estaba exento de dificultades de coordinación quedó en evidencia al establecerse un "triángulo virtuoso" que debía garantizar una relación fluida entre ambos departamentos (el de Ciencia y Empresa en manos de Borja Sánchez y el de Transición Ecológica, entonces encomendado a Nieves Roqueñí) que debía supervisar la vicepresidenta del Ejecutivo, Gimena Llamedo. Esta estructura resultaba clave máxime cuando el socio del Gobierno, Izquierda Unida, asumía las competencias en Ordenación del Territorio, que suponen a la postre una "llave urbanística" para cualquier decisión de enjundia en el ámbito industrial o energético.
Conformar el "eje económico" del Ejecutivo. La decisión salomónica de Adrián Barbón de fraccionar en dos la consejería que lideraba Belarmina Díaz, heredera en el cargo de Nieves Roqueñí, viene en cierto modo a recuperar un esquema que ya hace dos años se consideraba lógico: establecer un "eje duro" económico bajo la dirección de Borja Sánchez, en el que se asentaría la política industrial, industrial e inversora del Ejecutivo con el respaldo de la agencia "Sekuens", y reunir las competencias ambientales, tanto las vinculadas a las tramitaciones administrativas como a las relacionadas con la salvaguarda del territorio, bajo un único mando.
Impulso a la acción del Gobierno. El presidente del Principado, Adrián Barbón, expresó ayer a través de sus redes sociales las razones de su nuevo esquema sobrevenido para el Gobierno. En un mensaje en el que destaca que "una de las competencias más importantes al tiempo que intransferibles" de un Presidente es el de configurar su gobierno, Barbón tiene un reconocimiento hacia la decisión "libre y voluntaria" de Belarmina Díaz para presentar su dimisión, una decisión que "la honra" y que "permite regenerar la acción de Gobierno". Barbón ha explicado que la reorganización supone una reducción del número de consejerías.
Dos consejeros con gran valoración interna. La decisión de traspasar las competencias en Industria a Borja Sánchez (para las que contará próximamente con una viceconsejería específica) obedece a su capacidad para hacer de la Ciencia el motor del cambio de Asturias". En concreto, Barbón destaca como sus logros la creación de la agencia "Sekuens", la aprobación de la Ley de Ciencia, el impulso a la creación de empleo tecnológico y de un "ecosistema asturiano científico e innovador" o haber concitado un "Hub" de empresas vinculadas a la Defensa "que creará miles de empleos los próximos años". "Es la persona idónea para dar respuestas y certezas", ha asegurado Barbón.
Ese ajuste supondrá traspasar las competencias en Formación Profesional, que hasta ahora estaban en Ciencia, a la consejería de Educación, con el objetivo de "hacer más asumible" la incorporación de las tareas relativas a Industria al área de Borja Sánchez.
Respecto al traspaso de la parte medioambiental de Transición Ecológica a la consejería de Movilidad de Alejandro Calvo, Barbón también reconoce la labor desempeñada por un área responsable de la implantación de la tarjeta Conecta, la mejora de las comunicaciones ferroviarias, la puesta en marcha de la Variante de Pajares, la protección de los espacios naturales o la prevención de incendios.
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