Ya hay planes para el campanu que compró un hostelero por 10.100 euros: "A cuanta más gente llegue, mejor"

Se fue Pedro Caramés este sábado a Cornellana (Salas) dispuesto a pagar lo que hiciera falta para regresar a Oviedo con el campanu de Asturias bajo el brazo. Y lo consiguió. Pero no fue necesario que el hostelero de la sidrería La Finca, en la popular calle Gascona, se rascase mucho el bolsillo para lo que suele ser habitual en esta tradicional subasta. El primer sorprendido fue él mismo, quien guarda en la nevera el salmón que ha abierto la temporada en el Principado –capturado el Jueves Santo a última hora en el río Narcea– gracias a haber desembolsado 10.100 euros. Ahí paró Geli Fernández la puja.

Que no iba a escatimar en euros lo confesó Caramés, por supuesto, al acabar la subasta, de media hora exacta y con 13 participantes. "Estoy muy orgulloso, algo nervioso al principio porque nunca sabes, pero ahora contento", describió Caramés. La idea es celebrar el 10.º aniversario de La Finca con el campanu, aunque no está nada decidido de cómo. "Queremos que llegue a cuanta más gente mejor. Quizás en tartar, pero aún no sé".

El Narcea da el campanu de Asturias: casi 7 kilos y capturado a cinco minutos de que se cerrase la cuarta jornada

Contento y con una sonrisa de oreja a oreja también se mostró el praviano Javier Bueno, orgulloso pescador del campanu, una pieza de casi siete kilos y 83 centímetros. No han sido los 19.300 euros a los que cotizó el año pasado –la cifra más alta de la historia–, pero para Bueno no están nada mal. "Aún no sé en qué voy a emplearlos", admitió el ribereño, que se llevó a la puja de "padrino" a su compañero habitual de fatigas a pie de río, el también praviano Israel Curiel.

"Fuerza y pureza"

Pese a ser casi una semana después de abrirse la temporada –motivo que muchos esgrimieron para que el precio fuese más bajo–, la subasta congregó a numeroso público junto al monasterio de Cornellana, ese que ha hecho sonar sus campanas durante siglos cada vez que el Narcea da el primer salmón, un pez "que simboliza la fuerza, la resistencia" y "que lleva el ADN de Asturias" en sus escamas, como dijo en su intervención Enrique Berrocal, presidente de la sociedad de pesca "Las Mestas del Narcea". Recordó el ribereño que el salmón sirve para constatar la "pureza" de los ríos y, en concreto, la del Narcea: "Más que agua, es vida, historia, testigo de emociones, penas, alegrías...". Berrocal advirtió, además, de la "responsabilidad de conservar ese gran patrimonio natural".

El protagonista de la jornada fue, sin dudas, el campanu, junto al que pocos se resistieron a fotografiarse. Entre ellos, muchas de las autoridades presentes. Por supuesto no faltó el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, quien estuvo arropado de sus colegas comarcales David Menéndez (Pravia) y Celestino Novo (Muros). El Principado estuvo representando por el director de Planificación Agraria, Marcos da Rocha. Por allí anduvieron también, del PP, la diputada Cristina Vega y la concejala praviana Inmaculada Romero, ambas con su presidente, Álvaro Queipo. No es éste aficionado al salmón, pero sí nieto del veterano pescador José Luis Somohano, "Paxa", muy conocido del Sella, río oriental que compite sanamente con el Narcea por ser referente salmonero. Este año, el rey del río se coronó en el Occidente.

En blanco en el resto de cuencas fluviales

Tarde y contenida ha empezado este año la temporada salmonera en Asturias. El campanu tardó cuatro días en salir y, de momento, el Narcea es el único que da alegrías a los aficionados. Además del citado salmón, este sábado en La Rodriga se precintó otro durante la mañana, de 5,5 kilos y 76 centímetros. Juan Carlos de Levinco lo capturó en zona libre.

El resto de los ríos aún no se han estrenado. Los ribereños admiten que, de momento, ven pocos salmones.

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