El Arzobispo de Oviedo “conmovido” ante la muerte de Francisco, “el Papa que siempre estuvo cercano a los más débiles”

La Catedral será escenario de un funeral por Francisco, en una fecha aún por determinar que se fijará después de que se conozca la del que se oficiará en Roma

VÍDEO | El arzobispo de Oviedo sobre la muerte del papa Francisco: “Le ha caracterizado la cercanía”

Jimena Aller

Oviedo

“No por esperada la noticia del fallecimiento del Papa Francisco deja de conmovernos”. Fueron las primeras palabras del Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que compareció en el palacio arzobispal junto al vicario general de la diócesis, Adolfo Mariño, y el vicario de Relaciones Institucionales, Jorge Fernández Sangrador, apenas media hora después del mediodía para realizar “un balance apresurado” sobre el pontificado del primer latinoamericano en llevar el báculo de San Pedro. El Arzobispo compareció con su hábito franciscano, que ya había llevado en su último encuentro en Roma con Francisco, del que ayer reveló un curioso intercambio de impresiones. Sanz Montes admitió que “no hay perspectiva todavía para hacer serena y concienzudamentre un balance”, pero advirtió, de entrada, que “suceder a Juan Pablo II y a Benedicto XVI no era una tarea fácil” a la vez que destacó “el estilo propio” del Papa argentino “no confundible, lógicamente, con el Papa alemán y el Papa polaco”. El Arzobispo señaló la “cercanía” que siempre mostró Francisco “con los más débiles y todos aquellos que han sufrido”, con especial mención “a los inmigrantes, a los refugiados, a los que han sufrido las diferentes guerras o los que han tenido que asumir catástrofes naturales”.

El Arzobispo ha realizado un somero repaso por las cuatro encíclicas que deja como legado el Papa Francisco, “Lumen fidei”, “Laudato Si”, “Fratelli Tutti” y “Dilexit Nos” para afirmar que esta última, de 2024, “es una de las más personales y también de las más bellas”. Sanz Montes en este primer balance quiso reparar también en algunas de las imágenes que más le han llegado del primer Santo Padre hispanoamericano, entre las que citó su “decisión audaz” ir en barco a la costa de Lampedusa, donde dijo “Qué vergüenza que esto se dé todavía en nuestra humanidad” en alusión a los refugiados llegados en patera. Y no dudó en calificar de “discurso precioso” el que ya no pudo leer Francisco en la bendición “Urbi el Orbi” que sí presidió en la plaza de San Pedro, apenas unas horas antes de “entrar prácticamente en agonía”. Para Sanz Montes, esa presencia de Francisco en el Domingo de Resurrección supuso “un gesto sobrehumano, que tanto le agradecemos”.  Casualmente muy cerca de donde tuvo lugar el último encuentro entre el Papa y el arzobispo de Oviedo, del que Sanz Montes reveló este mediodía una pequeña confidencia. Ese día Sanz Montes llevaba su hábito franciscano y cuando el Papa le preguntó la razón, el arzobispo de Oviedo le respondió que así vestía en ese momento porque “usted me ha dicho que como soy franciscano me venga con el hábito y no con los capisarios y yo siempre le obedezco”. El intercambio que siguió a continuación entre ambos es digno de mención, dadas las diferentes sensibilidades de ambos. El Papa Francisco preguntó a Sanz Montes si “siempre” le obedecía y la respuesta del prelado de Asturias fue igual de directa: “Por supuesto, siempre”.

Confidencias y anécdotas aparte, el Arzobispo de Oviedo afirmó que todavía tiene “en duda” si acudirá a las exequias de Francisco en Roma, tras precisar que sí había estado en las de Juan Pablo II pero no en las de Benedicto XVI pero anunció que una vez se sepa le fecha del funeral en Roma, se celebrará otro en la Catedral de Oviedo, con la preparación y supervisión  a cargo del vicario de Relaciones Institucionales, Jorge Fernández Sangrador, que ya asumió un cometido similar en el funeral por el Arzobispo emérito, Gabino Díaz Merchán, en junio de 2022. Sanz Montes también hizo hincapié en el tañido de las campanas de la Catedral de Oviedo y de la Basílica de Covadonga, así como de todas las iglesias que lo deseen, por la muerte del Santo Padre y avanzó que ahora el colegio cardenalicio “tendrá que elegir si hay continuidad” y reconoció que la presencia del cardenal asturiano, Ángel Fernández Artime, en el cónclave del que saldrá el Papa número 267, “ es para nosotros una alegría, pero no tiene ninguna indicación por parte de la diócesis, votará libremente”.   

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