"La garantía para que la industria asturiana sobreviva es ir de la mano de la ciencia", defiende Barbón

Borja Sánchez y Alejandro Calvo toman posesión al frente de sus renovadas consejerías tras la dimisión de Belarmina Díaz por el accidente de la mina de Cerredo

El nuevo Consejo de Gobierno tras la dimisión de Belarmina Díaz.

El nuevo Consejo de Gobierno tras la dimisión de Belarmina Díaz. / Fernando Rodríguez / LNE

Oviedo

La renovación del Gobierno del Principado tras la renuncia como consejera de Transición Ecológica de Berlamina Díaz a causa del accidente de la mina de Cerredo en el que fallecieron cinco trabajadores se ha hecho efectiva este martes con la toma de posesión de Borja Sánchez y Alejandro Calvo al frente de sus nuevas consejerías. El primero incorpora a su departamento las políticas industriales y pasa a ser consejero de Ciencia, Industria y Empleo, mientras que Calvo adquirirá las medioambientales y liderará la cartera de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias. “No os lo voy a poner fácil. Precisamente por la amplitud e importancia de vuestras competencias, estoy obligado a ser muy exigente”, les adelantó Adrián Barbón.

El consejero de Ciencia regresa de su baja médica con una nueva y gran responsabilidad sobre los hombros, liderar la transformación industrial en la región. “Ciencia, innovación y tecnología son la garantía del futuro económico de Asturias. Es imposible de todo punto pensar en una industria que no se asiente sobre esos cimientos. La garantía para que la industria asturiana sobreviva es precisamente ir de la mano de la ciencia. Hoy, con tu nueva responsabilidad, la industria se vincula más si cabe a la modernización, a la vanguardia, a los desafíos que exigen la transición ecológica y la digitalización. Esa es la mejor vía, la más directa y eficaz, para fortalecer nuestro corazón industrial”, defendió Barbón.

El Presidente alentó al Sánchez a aprovechar al máximo la nueva arquitectura institucional creada “para la captación de inversiones y consolidar Asturias como tierra de oportunidades”. Y le puso un enorme reto: “Remueve cielo y tierra, haz todo lo que debas hacer, y siempre con la máxima transparencia, para evitar que el caso Blue Solving se repita. Nunca, nunca más”.

El accidente de la mina de Cerredo fue el origen de la dimisión de Belarmina Díaz, que decidió hacerse a un lado para no ser “un obstáculo para la investigación”. Para ella también tuvo palabras Barbón este martes. "La dimisión de Mini responde a la vocación de servicio. Gracias por tu generosidad, por tu dedicación y por tu trabajo. Puedes estar segura de que el Gobierno de Asturias continuará trabajando para alcanzar los objetivos que has marcado en el caso Blue Solving: investigación, verdad y justicia".

El jefe del Ejecutivo remarcó que su Gobierno siempre estará “al lado de la verdad, sin rodeos. Y, también, del lado del respeto y la dignidad”. “Antes afirmé que la buena política pretende ser útil. Añado que la buena política jamás se puede construir sobre la falsedad, sobre la confusión deliberada ni sobre la indignidad de utilizar el dolor ajeno para beneficio propio”, afirmó.

Por su parte, Alejandro Calvo incorpora a sus quehaceres las responsabilidades medioambientales. Un cuidado de los recursos naturales que es “desde hace décadas un emblema de Asturias”, pero sobre el que ahora toca aplicar “una visión integral” para “estar en condiciones de hacer frente cualquier contingencia, de incendios a inundaciones o carencias de lluvias que pueda venir derivada del cambio climático”.

Porque, insistió Barbón, “la política no es cómoda. Con frecuencia se vuelve dura y complicada, incluso para quienes nos apasiona. Sin embargo, hasta los momentos más difíciles tienen una buena justificación: la buena política, la política útil, sirve de ayuda a los demás. Mira de frente los problemas, los supera y construye una sociedad mejor. En nuestro caso, una Asturias mejor”.

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