Los dos mercados alternativos a EE UU a los que mira Asturias ante los aranceles de Trump

El Gobierno asturiano destinará más de 30 millones de euros a amortiguar los efectos de los aranceles que ha decretado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La mayor parte del dinero irá destinada al apoyo empresarial para la apertura y diversificación de mercados, con la vista puesta en el Sudeste Asiático y Mercosur como alternativas a EE UU.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, presentó ayer a empresarios y sindicatos la "respuesta asturiana" a la guerra arancelaria, que tiene como objetivo minimizar el impacto entre las empresas exportadoras de la comunidad con medidas que serán complementarias a las ya anunciadas por el Gobierno central y la Comisión Europea.

El Principado habilitará una línea de préstamos por un máximo de 10 millones destinados a favorecer la diversificación de mercados y la internacionalización, otros 7 millones para líneas de asistencia financiera ofrecida por la sociedad de garantías Asturgar y otros 300.000 euros para reforzar la sociedad de promoción exterior, Asturex, y fomentar la apertura de nuevos mercados e impulsar las relaciones comerciales con Mercosur (bloque formado por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay y otros siete Estados asociados) y el sureste asiático. Así, se programarán misiones comerciales a esas zonas durante el segundo semestre de este año y el primero del próximo.

Al margen de estas nuevas iniciativas, el Gobierno de Asturias también reorientará algunas partidas presupuestarias, por un valor de 12,9 millones, para ahondar en el apoyo a las empresas con la reorientación de las actividades de Asturex y el refuerzo de asesoría desde la Oficina de Atención a las Empresas y ayudas directas para mejorar la competitividad y la búsqueda de nuevos mercados de la Agencia Sekuens.

Adrián Barbón recalcó la importancia de que crezcan las exportaciones asturianas "donde se exporta poco o nada", como los países que conforman el Mercosur y el Sureste Asiático y destacó que la "incertidumbre" generada por las decisiones comerciales de Trump "es mala compañía para el crecimiento económico y la generación de empleo". Barbón aludió a un estudio realizado por el observatorio RegioLab de la Universidad de Oviedo que sostiene que unos 7.500 empleos y algo menos del 2% del PIB de Asturias dependen de las relaciones comerciales, tanto directas (438 empresas exportaron el pasado año a EE UU por un valor de 234 millones) como indirectas, y que este escenario exige "estar unidos y dejar de lado el partidismo y el tacticismo" porque "están en juego muchos empleos".

La presidenta de FADE, María Calvo, señaló que "más allá de las medidas concretas y a corto plazo anunciadas por el Gobierno del Principado, hemos trasladado la necesidad de crear una mesa específica de defensa de la industria, que permita monitorizar de forma regular el impacto de los aranceles estadounidenses y también hemos pedido que Asturias sea tenida en cuenta en la respuesta del Gobierno de España, dada la relevancia del sector industrial en nuestra economía y la doble vía —directa e indirecta— por la que estos aranceles pueden afectarnos",

"Compartimos la necesidad de destinar fondos públicos al apoyo a las empresas, pero echamos en falta un fondo social de apoyo a las personas", señaló José Manuel Zapico, secretario general de CC OO de Asturias. "Por la incertidumbre generada en EE UU, inversiones previstas en Asturias pueden verse afectadas", advirtió Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT de Asturias.

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