La investigación hizo la sidra aún más asturiana, sostiene el investigador del Serida

La Universidad de Oviedo inaugura unas jornadas para difundir el patrimonio sidrero y los estudios que pueden ser claves para el futuro del sector

Foto de familia de los ponentes en la jornada de ayer junto al consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez (en el centro) y el decano de la facultad de Filosofía y Letras, Francisco Martín (a su izquierda). | LUISMA MURIAS

Foto de familia de los ponentes en la jornada de ayer junto al consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez (en el centro) y el decano de la facultad de Filosofía y Letras, Francisco Martín (a su izquierda). | LUISMA MURIAS

Sara Bernardo

Sara Bernardo

Oviedo

"Asturias ye de restallu". Lo dijo alto y claro ayer el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, en la inauguración de las jornadas "La cultura sidrera asturiana: historia, ciencia y patrimonio", que organiza la Universidad de Oviedo. Marcos Líndez felicitó a la institución por la programación del ciclo de charlas y su labor de "promoción e investigación" de este aspecto del patrimonio asturiano entre sus alumnos.

Y fue precisamente la investigación la que tuvo un papel relevante en la primera sesión de estas jornadas, que continuarán hoy en el campus de El Milán. El investigador del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), Enrique Dapena de la Fuente, centró su exposición en la situación actual del manzano en Asturias, la materia prima en el proceso de fabricación de la sidra.

"El desarrollo científico ha sido muy importante, en el sentido de la conservación, evaluación y selección de variedades, y eso permite que en estos momentos se pueda poner a disposición del sector una base fundamental para el desarrollo del cultivo", explicó Dapena. Traducido: en las últimas dos décadas, la investigación ha sido capaz de identificar cuáles son las mejores materias primas para hacer de la sidra un producto aún más asturiano. "Para la elaboración se están utilizando variedades propias, muy arraigadas en la región. Sin investigación se estarían utilizando variedades de otros orígenes", resumió. Y no solo eso sino que, además, gracias a las investigaciones de los últimos años, hoy día cada productor puede identificar el tipo de manzana más indicada para su terreno. "Hay variedades más resistentes que se ajustarían a las necesidades del fabricante", explicó Dapena.

Por la izquierda, Juan Díaz, Daniel Herrera y Luis Benito, ayer en las jornadas.

Por la izquierda, Juan Díaz, Daniel Herrera y Luis Benito, ayer en las jornadas.

Por eso, y más allá de la cultura social que rodea a la sidra, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el pasado 4 de diciembre, es importante trasladar al ámbito académico otros aspectos que van de la mano de la cultura sidrera y en las que las investigaciones pueden ser útiles para mantener y mejorar el producto final. Es el caso, por ejemplo, de la carrera de Geografía e Historia. Los profesores de este departamento de la Universidad de Oviedo Juan Díaz y Daniel Herrera fueron los encargados de ofrecer otra de las charlas de la primera jornada, esta vez enfocada a la transformación del mundo rural. En su intervención trataron de ilustrar a los alumnos sobre cómo la expansión del manzano en Asturias fue tardía –a partir de la segunda mitad siglo XVII–, alcanzó su apogeo en el siglo XIX y ha ido ralentizándose desde entonces hasta llegar a nuestros días. Lo que podría traducirse en una adaptación del terrero para saber dónde y qué cultivar para conseguir un resultado óptimo de cara al proceso final.

Programación de hoy

Las ponencias seguirán hoy en la Biblioteca del campus de El Milán. Comenzarán a las 10.00 horas con una charla de Xuan de Con Redondo (UNED) sobre la patrimonialización de la sidra en Asturias desde una perspectiva antropológica. Seguidamente, a las 11.30 horas será el turno de los jóvenes investigadores Aida Iriarte Martínez, Carlos Otero Busta, David González Palomares, José Manuel Fernández Prieto, Lúa Woodward Castro, Oscar Vigón Rodríguez, Zeynep Sezin Uckuyu e Inés Calvete de la Torre (IPLA), que mostrarán sus avances en la investigación en torno a la sidra. A ellos se dirigió ayer durante la inauguración el decano de la facultad de Filosofía y Letras, Francisco Martín Miguel. "Los jóvenes investigadores son necesarios para la creación de puentes entre generaciones académicas", les dijo.

Ya en la sesión de la tarde de hoy, a partir de las 16.30 horas, intervendrán la doctora en patrimonio arquitectónico Estefanía Fernández-Cid y la doctora en investigaciones humanísticas Ana Buergo para hablar de los lagares de sidra. A las 19.00 horas clausurará el acto la consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez.

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