Asturias quiere más habitaciones individuales en las residencias de ancianos y así tiene pensado lograrlo

Fomentar la autonomía personal de los mayores. Esa es la idea con la que nació el proyecto CuiDas, dependiente de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar en el año 2023. Para ello, las residencias públicas asturianas fueron creando, poco a poco, los llamados espacios de convivencia, que pretenden "reproducir la estructura, el ambiente y el funcionamiento de un hogar". Con grupos reducidos -máximo de 15 personas- y al menos un 35 por ciento de habitaciones individuales. Al que, según aseguran desde la Consejería "ya está en marcha en las públicas y algunas privadas".

Sin embargo, la intención es llegar a todas. Por ello, el Consejo de Gobierno acaba de aprobar una partida de tres millones de euros para las residencias privadas con el objetivo de financiar las reformas necesarias en sus infraestructuras. Un proyecto, que, según explican desde la Consejería, requerirá "mucho trabajo" y estaría listo "a largo plazo".

Un estudio realizado por Derechos Sociales en 2021 -antes de lanzar el proyecto CuiDas- aseguraba que el 80 por ciento de las personas que viven en residencias querrían hacerlo en grupos reducidos. Es por ello que, tras ir habilitando las instalaciones de las residencias de dominio público -la última la de Santa Teresa, en Oviedo, que comenzará las obras este mes- el Principado ha instado a extender el nuevo modelo de cuidados a todos los asturianos.

Pese a que aún no ha salido la convocatoria de ayudas, sí que existe un modelo guía que plasma los requisito que se buscan para poder integrar a las personas mayores dentro de un modelo de cuidado más "personalizado y autónomo".

En primero lugar, las residencias deberán contar con un "orden ético", un plan de acción dirigida "al buen trato" en el que la forma en la que quiere ser cuidado el residente predomine. Es decir, deberán contemplan cómo controlar a una persona dependiente cuando esté en su habitación, sin invadir su privacidad.

Por otro lado, estaría el "orden teórico" enfocado a las personas que requieren cuidados de larga duración. Las residencias tendrán que presentar un proyecto que articule distintas líneas de actuación en cuanto a salud integral, seguridad, atención centrada en la persona y entorno facilitador. Valorando, nuevamente, las decisiones cotidianas de cada individuo, sin imposiciones: por ejemplo, si la persona quiere jugar al parchís en sus ratos libres en lugar de jugar al dominó.

Finalmente, estaría el área estructural, relacionado con la "gestión de los centros y servicios". Deberán acreditar "un modelo de salud integral y atención centrada en las personas, liderado por valores y apostando por estilos de liderazgo que avanzan hacia relaciones más horizontales, basadas en la autogestión, la confianza y el desarrollo de las capacidades y la creatividad de las personas".

De esta forma, el Principado pretende tener en marcha de forma integral la estrategia antes de terminar la legislatura. De esta forma, en diciembre de 2026, la Consejería tiene previsto hacer una consolidación del modelo de cuidados -contemplando las incorporaciones que se realicen gracias a esta nueva ayuda- y en 2027 evaluarán el impacto entre las personas mayores para valorar cómo darle continuidad a un modelo "innovador" en la región.

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